Capítulo 277

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Axel Vega Lazcano

León, Guanajuato, México

La primera audiencia del juicio no había ido mal, había estado más que bien porque Cecilia, aunque hizo su teatro llorando y demás, no todos se la habían creído y ella no pudo evitar el ataque que tuvo Ivanna con ella, en el cual sus nervios la llevaron a caer en contradicciones y las cosas, al menos no le habían salido tan fáciles como ella lo estaba esperando. Me sentí feliz al ver a mi hermosa mujer al final del juicio y salimos abrazados de la corte, ignorando a Alejandra que seguía diciendo estupideces.

–Amaia, ¿Cómo viste a la güera? – Le pregunté a mi mujer – Te dije que mi mejor amiga, es implacable y es feroz en la corte.

–Sí, lo es, me quedé sorprendida al verla en acción. No cabe duda que la güera también ha nacido para ser abogada. Te amo, mi rey ¿Cómo te sentiste tú?

Estaba muy tranquilo por cómo estaba sucediendo todo en el juicio, Cecilia se había visto acorralada por la güera y eso era un punto a nuestro favor, que era donde precisamente mi amiga iba a atacar con todo. Ni el abogado, ni Cecilia se esperaban que la güera le estaba dando la vuelta a la situación.

–Bien, mi reina. La verdad, pensé que todo podía ir más complicado de lo que fue y ahora contigo a mi lado, todo está mucho mejor. Vamos a esperar a la güera y a Cris.

–Claro que sí, mi amor.

La güera y Cris se tardaron un poco viendo cosas con el juez, cosas que yo no podía estar presente por ser el cliente de Ivanna. Amaia y yo nos sentamos en unas bancas afuera de los juzgados y ahí se nos acercó Bin Laden. Mi amigo estaba conteniendo la risa y ya me imaginaba el motivo, él nunca pensó que Ivanna fuera de este tipo de abogadas que sacan todo lo que traen consigo en la corte y que no dejan nada para nadie.

–Amigo, ahora veo porque nos despediste a mí y a Ernesto – Dijo Bin Laden – Ya vi en acción a la hermosa Ivanna y tienes suerte porque ella te esté representando.

–Por supuesto que no los despedí por eso – Le aclaré – Yo preferí que fuera Ivanna la que llevara mi caso porque es la candidata más idónea para hacerlo, ya que no trabaja ella con Mauricio y no quise meter tampoco en problemas a su firma.

No quería ningún roce de índole mayor con Alejandra, porque se hubiera negado en rotundo de haber seguido con ellos como mis representantes, mejor no tener nada que ver con la firma de Mauricio para que su hija no se fuera a meter más de lo que ya se ha metido en el caso.

–Bien pensado, Axel y felicidades. Ivanna no es de las que se intimida fácilmente y verás como algo bueno va a salir de todo esto.

–Sí, muchas gracias, amigo y te agradezco también el que estuvieras con Amaia – Le agradecí – Es bueno saber que, aunque no trabajemos juntos, seguimos siendo amigos.

Porque una cosa no tenía que ver con la otra, aunque no podía decir lo mismo de Alejandra. Ella se había empecinado en ponerse en nuestra contra, y todo porque nunca le di una oportunidad y nunca se la voy a dar. Ella no es mi tipo de mujer, cosa que no ha entendido, me puede insistir todo lo que quiera, pero mi respuesta siempre va a ser un no.

–Eso siempre, Axel. Estoy a tus órdenes y a las de Amaia, siempre que me necesiten.

Agradecía su buena voluntad, él es uno de los mejores amigos que hemos tenido, siempre actuando para nuestro bienestar.

–Gracias, Bin Laden – Dijimos ambos – Por todo y por venir al juicio, significa mucho siempre que alguien te venga a dar un apoyo moral.

Nuestro amigo siempre ha estado a nuestro lado y nos ha ayudado en muchas ocasiones, le agradecía infinitamente por nuestra amistad. No todos conservan a un amigo por muchos años y él siempre ha estado a nuestro lado, en las buenas y en las malas.

–Siempre lo tendrán, ambos.

Bin Laden nos dejó a solas y empecé a abrazar y a consentir a mi mujer, Amaia estaba tensa, yo lo podía notar, aunque no me lo dijera y sabía que ella lo que quería era irse de ahí y era lógico por cómo se puso de loca Alejandra, no se midió en nada de lo que hizo y dijo y la verdad personas como ella son de lo más estresante que hay.

Estaba a gusto con mi mujercita, cuando Alejandra sabe de dónde salió y llegó a molestarnos junto con un tipo. Que de entrada ya me estaba mirando de arriba abajo como si fuera alguien superior. De seguro ya estaba siendo manipulado por Cecilia o por la misma Alejandra. Se le notaba el coraje con el que nos estaba viendo a mi mujer y a mí.

–Mira Axel, él es Luis, tu hermano de leche – Me dijo Ale – Luis, él es Axel, el pobre incauto en turno que ahora tiene Amaia, cuéntale a mi amigo un poco de tu experiencia andando con la zorra de mi hermana.

Alejandra no se estaba midiendo con lo que salía de su sucia boca, tenía tantas ganas de olvidarme de que ella era mujer y romperle los dientes. Su resentimiento estaba a todo lo que da. No pudo entender en todos estos años que por más que se me insinuara, no tenía ninguna oportunidad conmigo. Le debe dar vergüenza, querer tratar de forzar las cosas.

–Hola Axel – Me saludó el tal Luis – Lo que dice Ale es verdad, yo sí fuera tú, no me haría muchas ilusiones con Amaia. Además, por lo que he oído de tu caso, tu esposa te quiere dejar en la calle y a Amaia lo que la mueve es el dinero.

No me interesaba lo que me viniera a decir este sujeto, si quería ensuciar el nombre de mi mujer, se había encontrado conmigo que no tenía por qué estar escuchando esas palabras de hombre ardido.

–Luis, lo que tú me vengas a decir, me tiene sin cuidado – Lo frené – Sé quién es la mujer que tengo a mi lado y tú, Alejandra, ocúpate de tu vida y deja en paz la mía. No te da vergüenza estar metiéndote en la vida ajena, sé más congruente con lo que haces.

Me doy cuenta de que la Alejandra inteligente que había conocido no quedaba nada, ahora se había aliado con este sujeto que me daba igual lo que me dijera. No voy a cambiar a mi mujer por una despechada como lo es Alejandra. Su actitud deja poco que desear, y a una mujer así, nadie va a querer.

–No ves que aun después de alejarnos, yo sigo queriendo tu bien Axel – Dijo Ale – Te amo, el amor es buscar hacer el bien al ser amado.

El socio de mi padre Cap 199 en adelanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora