Capítulo 275

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Amaia Domínguez García

León, Guanajuato, México

Pasaron los días muy rápido y llegó el primer día del juicio de mi Axel contra la loca de Cecilia, ese día yo no me pude ir con él al juzgado porque tuve que ir a hacer mis prácticas profesionales, las cuales ya las había iniciado y tenía que cumplir con mi obligación, pues estaba en el último año de mi carrera y dichas prácticas eran requisito indispensable para poderme titular, pero apenas salí de mis obligaciones y me fui directamente al juzgado, quería ir y buscar a mi Axel para abrazarlo antes de entrar, pero fui detenida en el estacionamiento por quién no esperé ver ahí.

–Hola, Amaia no me digas que vienes a hacer el ridículo – Me dijo Ale – Espero que mejor te vayas o solo le harás más daño al hombre que dices amar.

–Hola, Ale. Siento mucho que lo pienses así, pero yo vine aquí para apoyar a Axel y para estar con él en el juicio. Es el hombre que amo y al que voy a apoyar siempre.

Mi hermana no me podía prohibir estar con Axel, y yo no le estaba causando daño, la única culpable de todo esto era la loca de Cecilia, ella había iniciado todo este caos. Ale estaba muy mal si pensaba que me iba a dejar amedrentar por sus palabras.

–Qué linda te ves, fingiendo ser lo que no eres, una mujer decente – Ella me miró con odio – Creo que deberías irte o saldrás más jodida de aquí cuando todos sepan que te valió ser la amante de un hombre casado.

–Sí, me valió – Le sostuve – Pero, no es por lo que tú y por lo que todos creen. Me valió porque llevo enamorada de él mucho tiempo y por eso me atreví a iniciar una relación con él.

Mi hermana estaba que se me iba encima, porque ella siempre va a estar celosa de lo que yo había logrado y ella no, pues al estar ella interesada en Axel, según yo interferí en que Axel la aceptara a ella. Siempre me iba a estar atacando y no era justo, porque yo en ningún momento supe de su interés en Axel, de lo contrario no me hubiera acercado a él con esa intención.

–Qué risa me das, Amaia – Ale se burló – Tú no amas a nadie, amas la idea de estar con alguien porque no sabes estar sola. Eso decías de David, después de tu Batman, ahora de Axel ¿Quién sigue?

–Ale, en serio no tengo tiempo para esto – Empecé a caminar – Es mejor que te vayas tú de aquí, tú eres la que sale sobrando en este juicio. Que yo sepa, tu amistad con Axel se terminó y nada tienes que hacer aquí.

Pensé que me había librado de Ale cuando caminé más rápido, pero cuando estaba por entrar en los juzgados, ella tiró de mí con fuerza tomándome del brazo y apretándomelo a morir, provocándome un intenso y profundo dolor con el que no creía poder más.

–No puede ser que seas tan cínica Amaia y que te valga madres, todo lo que yo perdí a causa de Axel – Ale gritó como loca – A mí el amor por él me costó mi matrimonio, por amarlo perdí a gusano y ahora me he quedado sola y tú lo sabías que yo lo amaba y poco te importó hacerme daño.

–Eso sabes de sobra que no es cierto, Ale. Tienes que calmarte, no puedes estar aquí armando todo este tipo de escándalos, no quiero que Axel tenga más problemas de los que ya se le han venido encima.

Ella se tenía que controlar, yo no era culpable de lo que me decía, fue su decisión, el de divorciarse de su esposo, y el de querer a otro hombre que no le correspondería nunca. Eso era lo que se tenía que meter a la cabeza, la falla había sido suya, no mía, ni de nadie más. Las cosas no son así como ella las pinta, solo a su favor, cuando nadie, ni siquiera yo he estado en su contra.

–Eres tú la que se los causas, si tú no te le hubieras ofrecido, ahora yo estaría casada con él y seríamos de lo más felices, pero no tenías que tenerlo en tu cama y andar de puta con él como lo haces con todos.

Nada de lo que diga me va a afectar, yo he llevado mi vida como me da la gana y si ella me considera de esa forma es muy su problema, yo me encuentro tranquila con lo que soy y no me he metido en su vida y no me he atrevido a decirle lo que se merece porque la he respetado siempre, porque la quiero.

–Cállate ya, Ale – Le grité sin pensar – Siempre te he querido y te he respetado, pero si no puedes entender las cosas, ya no es mi problema. Axel y yo estamos enamorados y siento lo que pasó entre tú y gusano, nadie te dijo que lo dejaras.

Ahora tergiversaba las cosas, y no me metí entre ella y Axel, porque nunca han tenido nada que ver como pareja y ella nunca me dijo que él le gustaba. Ese ya es su problema. Estoy con mi conciencia limpia de que nunca intervine en las decisiones de Axel con respecto al acoso que en reiteradas ocasiones había recibido de parte de Ale.

–Yo lo dejé porque amo a Axel y de no ser porque tú te metiste en su cama, él ahora estaría conmigo y seríamos muy felices, tú has sido la culpable de todas mis desgracias.

–Ale, no te engañes y te lo pido por favor – Intenté calmarla – Aunque Axel no me amara a mí, él no quería nada contigo o de lo contrario él ya lo hubiera intentado antes de que pasara cualquier cosa con Cecilia.

Seguía aferrada de que Axel hubiera tenido algo con ella, cuando no era así, pues nunca se le vio a él con algún interés de carácter sentimental o sexual hacia ella, mi hermana se había inventado toda esa película ella sola. Además, uno se da cuenta cando alguien está interesado y eso no se le vio nunca a Axel, Ale se hizo su telenovela ella misma.

–No me salgas ahora con esas pendejadas, Amaia. Tú pagarás en este juicio viendo como Cecilia destruye a Axel y estoy dispuesta a ponerme de su lado, estoy dispuesta a joder a Axel, de la peor manera posible, si a él no le importé yo, a mí él no me importará.

Lo que hace una mente desquiciada por el rechazo, Axel en ningún momento tuvo la intención de acercarse a mi hermana en ese plan. Ni siquiera le atraía en el plano sexual, siempre le rechazaba cualquier insinuación de parte de mi hermana, ella era la que lo acosaba. A mí que no me venga a echar la culpa de sus fracasos.

El socio de mi padre Cap 199 en adelanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora