Amaia Domínguez García
León, Guanajuato, México
Abrí la enorme caja de regalo que me había dado mi Axel y el regalo era para morirse, era un hermoso vestido corto formal y unos zapatos preciosos de tacón que parecían ser de cristal y para completar el atuendo venían unos hermosos broches de brillitos para poder peinar y adornar con ellos mi cabello y una tiara, supongo que Axel puso las dos opciones para que yo eligiera la mejor y lo que yo quisiera usar para ese día, el que sería el más importante de mi vida.
–Amaia, cariño, ya dime algo – Axel, me miraba impaciente – Claro que, si no te gusta, como he dicho, pues no lo uses y usa lo que ya habías elegido.
–Axel, ¿Cómo no me va a gustar? – Dije emocionada – Te amo, mi amor. Es un regalo de lo más perfecto. Está precioso todo, en serio, muchas gracias.
Desde luego que me había encantado su regalo, si pudiera me pondría todo lo que ha elegido para mi cabello, sabe que me gustan mucho los accesorios para ponerme. Debe de dejar de preocuparse por ello, yo estoy muy contenta con el obsequio.
–Gracias a ti, preciosa. Por dejarme llegar contigo hasta este día, hoy es el primer día del resto de tu vida, Amaia. Hoy empieza la vida para ti y estoy muy orgulloso.
–Gracias, mi amor. Por supuesto que voy a usar tu regalo y nunca dudes por favor que, a este día tan especial, yo quería llegar contigo, yo quería que seas tú el que me vaya a acompañar y no nadie más.
Es el que ha estado todo este tiempo a mi lado, el que me da ánimos de levantarme cada día y hacer lo que más me gusta en esta vida, estudiar y ser una mejor persona cada día, de querer llegar a cumplir todos mis sueños y que mejor manera que a su lado.
–Tu sueño se ha cumplido, preciosa. Aquí me tienes y estoy de lo más feliz de ver que la hermosa niña que yo conocí de 7 años, hoy cumple su sueño de convertirse en una ingeniera industrial.
Su apoyo ha sido incondicional desde que lo conozco y ha estado para mí para cualquier cosa que yo he llegado a necesitar. Ha sido la persona más buena y cariñosa conmigo que mis propios familiares. Creo que le debo más a él que a cualquier otra persona cercana a mí, lo amo por sobre todas las cosas.
–Sí, mi amor, nunca pensaste que esa niña chillona un día se iba a convertir en tu pareja. Te amo, Axel.
Nunca me voy a cansar de decírselo, a pesar de haber pasado por mucho, tanto él como yo, aquí estamos unidos sin que nadie tenga que intervenir entre nosotros. Somos libres de estar unidos porque nos amamos, aunque muchos no lo quieran.
–También te amo, Amaia y no, en aquel momento no lo hubiera pensado y lo que son las cosas, dejé de cuidarte un día y al poco tiempo empezamos a amarnos. Te dejo que te arregles, cariño.
Mi amado Axel, tan atento en todo lo que me pase. Desde que recuerdo él ha sido mi guía, mi amigo, mi confidente y desde ya hace unos años el amor de mi vida. Si nos ponemos a observar, nadie se hubiera imaginado que esto pudiera llegar a pasar, pues es el momento en el que le estamos dando un giro a nuestra historia.
–Sí, mi amor, gracias mi rey.
Axel se metió al vestidor que teníamos y yo me quedé en la recámara. Él iba a elegir un traje de los más caros que tiene, eso lo podía asegurar casi al 100% conociendo lo perfeccionista que él es. Yo por mí, que fuera con lo que quisiera ir y a mí me daría igual, porque para mí no hay en la faz de la tierra un hombre más guapo y más hermoso que él y con lo que se pusiera se iba a ver de lo más espectacular. Me apuré a vestirme y Axel, me subió el cierre del vestido y ya que estuvimos preparados, nos fuimos juntos al Tec. En el camino yo no pude evitar sentir que las manos, me estaban sudando demasiado y Axel lo notó, pues siempre tomaba una de mis manos entre la suya al conducir y empezó a calmarme.
–Amaia, cariño. No tienes que estar nerviosa, preciosa – Axel se orilló en un estacionamiento – Te amo, así no puedes pensar claramente. Amaia, todo lo tienes en tu mente brillante.
Siempre me estaba animando para que no pensara en cosas malas. Pero ahora lo que necesito es llegar a hacer el examen no nos podemos tomar mucho tiempo, debo presentar ese examen y salir con una calificación excelente.
–Sí, lo sé mi rey. Creo que ya debemos irnos, no sé por qué te has detenido aquí – Dije nerviosa – No quiero llegar tarde y que no me quieran hacer mi examen y...
Axel no me dejó terminar de hablar, siempre que estoy nerviosa me pongo a hablar de las cosas más fatales que me pueda imaginar y por nada del mundo puedo dejar de hacer ese examen, es una nota muy importante para poder recibir mi título de ingeniería industrial. Tengo que llegar cuanto antes, no se me puede hacer tarde.
–Amaia, por favor, cariño. Ven, vamos a caminar.
Axel se bajó del auto y yo sentí que se había vuelto loco, no quería ni mirar el reloj pensando que se me fuera a hacer tarde y eso me iba a matar. Yo no quería por ningún motivo que eso ocurriera, yo tenía que hacer mi examen y si no lo presentaba eso sería el colmo, pero Axel me abrió la puerta del copiloto y me ayudó a bajar del auto, nos conectamos mirándonos a los ojos como siempre que estábamos solos.
–Cariño, tienes que calmarte y antes que digas que me he vuelto loco, te digo que tenemos tiempo. Vamos a caminar un poco, créeme, te hará bien.
–Sí, mi rey, supongo que como siempre tú tienes la razón.
Necesitaba estar calmada y en verdad una caminata me ayudaría a despejar un poco la mente y pensar que todo va a salir de maravilla. Ahora no me voy a poner nerviosa, ya cuando es el último empujón que tengo que dar.
–Amaia, es que tu mente es fantástica – Dijo Axel mientras caminábamos – Lo que sucede en tu caso es que a ti te pueden mucho los nervios, te pido que no dejes que te traicionen, cariño.
Tenía la razón, ya en el último momento no me iba a fallar a mí misma, no debo permitir que los nervios me hagan una mala pasada. Debo llegar con toda la seguridad del mundo, ya que yo puedo con todo eso y con mucho más. Los profesores saben del potencial que tengo y no me voy a dar por vencida hasta no conseguir ese gran paso.
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El socio de mi padre Cap 199 en adelante
Romancecontinuación del socio de mi padre a partir del capitulo 199 hasta llegar al fin