Capítulo 270

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Axel Vega Lazcano

León, Guanajuato, México

Con Amaia, mi vida había cambiado para bien y del todo por completo. Ella me complementa en todos los aspectos, tanto que hace que yo quiera dormir cuando no tengo ni sueño y que, todo el tiempo, me la pase pensando solamente en una cosa que es en estar con ella y nada más. Ella es una mujer hermosa, encantadora y perfecta y por eso me siento, plenamente enamorado de ella y estoy feliz porque me haya perdonado. Amaia y yo nos apuramos a desayunar y después ella, se puso a recoger la cocina.

–Amor, ve y alístate Axel para que vayas con tu cliente, mi rey – Me dijo tiernamente – Yo termino la cocina, en serio y no te preocupes.

–No me preocupo, cariño. Todo está calculado, de hecho, quería que me acompañes con mi cliente, tú has sido la de la idea de hacer todo esto para conservar a mis mejores clientes.

Es mi amuleto de la buena suerte, su idea ha sido genial y poco a poco voy a recuperar a todos mis clientes, la oficina la puedo montar aquí mismo en el departamento o ir viendo otros lugares, pero de momento lo más importante es recibir el apoyo de esos clientes.

–No lo sé, Axel. No quiero entorpecer tu trabajo, yo te amo, pero en serio mejor te espero aquí. Además, no lo irás a ver muy lejos y tengo que terminar unas cosas de lo del Tec, recuerda que ya iniciaré mis prácticas.

–Es cierto, cariño. Eso se me ha ido por completo – Admití – Soy un irresponsable, yo ya debería de saber que tienes que hacer tus prácticas. Te amo, Amaia. Eres la mujer de mi vida, me apuro entonces.

Si ella estaba segura de que mejor se quedaba, no la voy a obligar a estar en un lugar donde se va a sentir incómoda. No voy a estar imponiéndole nada, aunque me hubiera gustado que me acompañara. Mis clientes se darían cuenta de que lo mío con ella va muy en serio. Que no me he quedado tirado en el suelo porque ya no tengo una firma que me respalde, si el del cerebro aquí soy yo.

–Sí, mi rey, mucha suerte.

Me di prisa para salir con mi cliente, Amaia tenía razón, yo lo había citado cerca del departamento y no me tardaría nada. Mi cliente llegó diez minutos después que yo y cuando terminé de atenderlo, me sentí mejor sabiendo que ese cliente sería el primero de muchos que iban a querer seguir conmigo y que yo les trabajara en los casos que necesitaban.

Mi mujer es maravillosa al tener todas estas buenas ideas que tiene, me di prisa para volver con ella al departamento y en la florería de cerca le compré un ramo de girasoles, que son sus flores favoritas, ella se merece esto y muchísimos más, y volví con ellos en la mano.

–Amaia, cariño, te amo mucho y por eso las compré para ti – Le di el ramo – Eres la mejor mujer de todas, gracias a ti, el cliente si quiere seguir trabajando conmigo.

Estaba feliz porque el cliente seguía fiel a mi trabajo, y estaba feliz también por nosotros porque nos íbamos a levantar desde cero, me gustaría que Amaia pudiera ser mi asistente en sus ratos libres, ella ha sido una pieza crucial en este inicio del nuevo proyecto, que lo tengo que hacer como un proyecto de vida a su lado.

–Por nada, Axel. Sabía que eso iba a pasar y que el cliente iba a querer seguir contigo, las flores me encantan. Te amo, mi rey.

Amaia fue a poner los girasoles en agua y cuando volvió se sentó en mis piernas en la sala y yo la abracé con ternura, pero algo me decía que mi hermosa mujer tenía una preocupación y eso me daba miedo a mí que ella estuviera así. Habíamos empezado bien el día con mucha ternura y con mucho amor, como para que ahora, apenas en esa salida que di, todo se viniera abajo.

–Axel, lo siento mucho, mi rey – Dijo un poco triste – Me llamó la güera y me pidió que te dijera que la llames, en las prisas dejaste aquí el teléfono.

Por las prisas había dejado el celular en el departamento, lo bueno fue que ningún otro cliente habló, ni mi bella Amaia, es un descuido que no me puedo permitir en estos momentos, cada uno de mis antiguos clientes debe ser atendido a la brevedad. Yo seguiré llevando sus casos y cada uno es importante para este nuevo proyecto.

–Es cierto, cariño. Menos mal que no me tardé nada, no sé en dónde tengo la cabeza y no me gusta descuidarte y lo sabes. Espero que pases por alto mi estúpido descuido.

No volverá a suceder, ahora mi celular es una herramienta de vital importancia en mi vida, es con lo que me voy a mantener en contacto con mi preciosa Amaia y con los clientes para empezar a agendar citas pendientes que no habíamos concluido por ya no formar parte de la firma.

–Sí, mi rey. Ante tu descuido, no pasa nada. Lo malo es que ya hay fecha para el juicio de divorcio entre esa mujer y tú y es la próxima semana.

–Lo sé cariño, esa fecha es inevitable que llegara y no te pongas triste. Todo va a estar bien, es que tú no conoces en la corte a Ivanna, ella es implacable.

La güera es de las que no se deja apabullar por los testigos que tengan Cecilia y su abogado. Ella es una mujer muy aguerrida e implacable, va a lograr que cada uno de ellos dude hasta de lo que piense. Tienes sus métodos para desestabilizar a cualquiera y esta vez no será la excepción.

–No dudo de Ivanna, sé que ella es implacable, mi padre me ha dicho como trabaja la güera, pero me preocupan las cosas sucias con las que puede salir Cecilia, eso es lo que verdaderamente me angustia mucho.

–No pasa nada, mi amor. Todo estará bien. Llamaré a la güera y le diré que se vengan para ir preparando el caso, 4 cabezas piensan más que una.

Así que teníamos que ir preparados a la corte, Cecilia no se esperaba con lo que la íbamos a desarmar, pensaba que ya tenía todo ganado, pero se iba a estrellar con un muro de concreto, tenía que aceptar el porcentaje o quedarse con las manos vacías.

–Eso sin duda, mi amor. Te amo, Axel y todo nos tiene que salir bien, yo ya quisiera que todo esto fuera solo un mal recuerdo y que ya lo superemos.

–Lo vamos a superar, ya verás preciosa.

Todo estaría bajo control y esto solo quedaría como el recuerdo de un mal momento que tuvimos que vivir. Y de Cecilia no va a quedar nada, porque no se va a salir con la suya.

El socio de mi padre Cap 199 en adelanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora