Capítulo 314

44 1 11
                                    

Axel Vega Lazcano

León, Guanajuato, México

Me dolía en el alma lo que dijo la güera, que iba a ser una noche inolvidable porque claro que lo sería, pero también para mí sería la noche más triste. Una noche en la que le hago por última vez en no sé cuánto tiempo, el amor a la mujer que amo. Tenía esa losa pesando sobre mi cabeza y sobre mi corazón y tenía que fingir, al menos por esta noche, que todo estaba bien. Tenía que fingir que lo que sea que me mataba por dentro, no existía y que esta noche era solo para celebrar a mi hermosa mujer, esperaba que ella no se diera cuenta de que todo el escenario tenía un tinte de despedida.

–Axel, ¿Me subes el cierre? – Dijo Amaia sacándome del momento – Por favor, mi rey. Es que no alcanzo.

–Claro que sí, hermosa – Se lo subí – Te amo, mi reina. Estás preciosa. Esta noche deslumbras más que nunca, saldré con la ingeniera industrial más hermosa del mundo.

Eso sin duda alguna es la verdad, es la mujer más hermosa y no lo digo solo yo. Muchos hombres se han dado cuenta de eso. Y yo he sido el afortunado de tenerla conmigo, la adoro y me está rompiendo el corazón sabiendo que esta separación le va a doler también a ella. Pero todo lo hago por su bien, no la voy a someter a algún daño causado por Cecilia. Amaia no se merece que esa mujer le ponga una mano encima y voy a evitar que ocurra lo que no quiero que ocurra si Cecilia se atreve a dañarla.

–Ya veo – Dijo un poco celosa – Pues sí, siendo como eres, no será la primera vez que salgas con una ingeniera industrial. De seguro ya repasaste todas las profesiones, Axel.

–No te enojes, cariño – La atraje a mis brazos – Te amo, eres la mujer más hermosa del mundo para mí y lo sabes que desde que estás conmigo, todas las demás mujeres han dejado de existir.

No he vuelto a ver a ninguna de las mujeres que estuvieron conmigo antes de que empezara algo con Amaia. Es a la única que he amado durante este tiempo y sé que nunca la voy a dejar de amar. No tiene que estar celosa de algo que no ha vuelto a pasar y que no volverá a suceder.

–Eso es verdad, mi amor y tú no te quedas atrás, estás demasiado guapo y me encantas. Estás guapísimo, de hecho.

–Gracias, preciosa. Tú me ves así por lo enamorada que estás, pero la linda y hermosa eres tú y si ya estás lista podemos irnos.

No quería que esta noche acabara, porque la iba a perder por un largo tiempo, pero no podía hacer otra cosa. Necesitaba que estuviera lejos de todo peligro, me comprometía a no ponerla en la mira de Cecilia, sé que el dolor para nosotros no iba a ser pasajero, pero preferiría sufrir a verla dañada por la demente de mi exmujer. No entendía que era lo que le pasaba por la mente si con ella no iba a regresar nunca.

–Solo me pongo los zapatos y ya está, nos podemos ir cuando quieras mi rey.

Amaia se fue a poner sus zapatillas y sentí, de nuevo, ese impulso de melancolía que tanto trataba de frenar en aquella noche. Era algo que no podía permitirme y que tampoco quería hacerlo, no quería que mi hermosa Amaia sufriera y menos porque no se lo merecía. Este día es el día más feliz de su vida y no se lo echaré a perder, ya en los días que siguen veré qué hago para decirle que he decidido dejarla ir y tratar de evitar que ella me haga muchas preguntas o que cuestione todo como siempre hace.

Amaia y yo, salimos del departamento y nos subimos a una limusina que nos estaba esperando, una que nos llevaría a nuestro destino y apenas estuvimos ahí dentro, destapé una botella para brindar con mi mujer, por el día más feliz de su vida. Ella estaba feliz y solo por esa sonrisa, yo hubiera sido capaz de dar lo que fuera, por verla feliz, tal y como ella lo estaba ahora. Solo eso me importaba, destapé la botella y serví el vino en las copas y le di una copa a Amaia y tomé una entre mis manos.

–Brindemos, cariño – Levanté mi copa – Por ti, por este importante logro en tu vida, preciosa y porque sigas adelante siempre siendo la mejor como es tu costumbre.

Seguirá siendo la mejor en todo lo que se proponga, una mujer tan maravillosa se merece lo mejor de la vida. No me importa si no voy a poder estar a su lado. Mientras esté protegida, mientras esté lejos del alcance de Cecilia, para mí es suficiente. Deseo todo lo mejor que le pueda pasar desde hoy en adelante.

–Salud, amor – Dijo ella sonriendo, pero algo la puso triste – Axel, es que hay algo que debo decirte que me han ofrecido un empleo.

Pero eso era una muy buena noticia, no tenía por qué estar triste. Me alegraba que ya le estuvieran llegando ofertas de trabajo, porque a ella la van a buscar muchas empresas, se van a estar peleando por tenerla trabajando para ellos y desde luego que le va a ir de maravilla. Es la mejor en todo lo que se proponga.

–Amaia, eso es fascinante, preciosa – La abracé – Verás que te irá de lo mejor, eres el mejor promedio de toda la generación y sé que serían unos estúpidos si no te contrataran.

Desde luego que la van a llamar de todos lados, las empresas están al tanto de los mejores prospectos que puedan ingresar a sus nóminas. El que se quedara con ella, se estaba llevando a la mejor de las ingenieras de su generación, Amaia es una mujer muy inteligente y sé que va a tomar esa oportunidad para ir a trabajar a esa empresa.

–Sí mi amor, lo sé. Pero, el detalle es que no es aquí, es hasta Mexicali y yo no me quiero ir sin ti, estaríamos demasiado lejos.

No dije nada más, estuvimos en silencio, no sé por cuanto tiempo y después ella, bajó la mirada muy triste y yo me quedé pensando en lo dicho por ella. Tal vez, había una luz al final del túnel para mí y tenía que hacer lo que pensaba, convencer a mi hermosa mujer de tomar ese empleo, por su bien y por el mío. Para mandarla lejos de toda la maldad de Cecilia y ya vería yo después para irme con ella o para ir por ella, después de todo amar también es dejar ir.

No le voy a cortar las alas, tiene que volar y eso ahora es muy conveniente para los dos, aunque ella no lo creo, estará más segura lejos de mí y lejos de esa mujer que le quiere hacer daño.

El socio de mi padre Cap 199 en adelanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora