Axel Vega Lazcano
León, Guanajuato, México
Me encontraba demasiado ocupado con un cliente, cuando sentí una opresión en el pecho, algo me estaba preocupando demasiado y no sabía bien que era, pero me puse nervioso de pronto y casi al mismo tiempo, mi teléfono sonó siendo una llamada de mi hermosa mujer, de mi Amaia que me estaba llamando. Yo sentí que el corazón me latía rápidamente y tomé la llamada de mi reina de inmediato.
–Amaia, mi amor, ¿Qué pasa, cariño? – Le pregunté muy alarmado – Te amo, preciosa. Dime ¿Qué es lo que te pasa?
Algo malo le había pasado, estoy seguro de eso, ese presentimiento se debía a que a ella le sucedió algo muy feo. Por eso le contesté de inmediato.
–Axel, mi rey – Ella estaba llorando – Por favor, ven por mí. Te necesito mi rey, pasó algo terrible aquí en la empresa y el ingeniero que es mi jefe aquí me ha dicho que me vaya.
Esto no podía estar pasando, debe haber una explicación del porqué ese ingeniero la está corriendo de la empresa, no me gusta escuchar a mi mujer llorar, tengo que moverme lo más rápido posible, el cliente me va a tener que perdonar, pero mi novia en estos casos es mi prioridad. Dejaré para después lo de la reunión.
–Tranquila, preciosa, estoy ahora con un cliente, pero no te preocupes que voy para allá por ti, mi reina. Espérame ahí, por favor.
Tengo que ir por ella, no me gusta que nadie haga llorar a mi Amaia. Ese ingeniero me tiene que dar la cara. Necesito una explicación, mi mujer me tiene que contar que es lo que ha pasado para que él tomara esa decisión, no la puede perjudicar si es algo que no merece una sanción como esa, ella tiene que terminar sus prácticas profesionales ahí.
–Gracias, mi rey.
No me gustaba que nada molestara o importunara a mi adorada Amaia, la amaba con todas las fuerzas de mi corazón y de mi ser y necesitaba ir por ella lo antes posible. Afortunadamente con mi cliente, ya estábamos afinando los últimos detalles de mi trabajo con él y él mismo, al verme tan preocupado, fue el que primero se puso de pie para retirarse.
–Licenciado Vega, se nota que ha tenido una emergencia y yo me retiro para que se pueda ir a atenderla – Me dijo muy amable – Además, nosotros ya habíamos terminado con todo este asunto.
Me parece perfecto, le agradezco al cliente que haya entendido que en estos momentos tengo algo muy importante que hacer. Amaia estaba inconsolable y me necesita en este preciso momento, nunca la voy a dejar sola, yo como su abogado tengo que llegar al fin de lo sucedido, no es normal que a un practicante lo despidan si es uno de los mejores, esto tuvo que ser algo ajeno a las prácticas.
–Muchas gracias, señor Álvarez – Respondí aliviado – Le envió la documentación que quedamos y ya nos ponemos de acuerdo para vernos.
No me quedaba de otra que despedirme del señor Álvarez, en realidad ya no hacía falta nada de lo que habíamos acordado, nada más le haría llegar la documentación que saldrá de esta reunión, ahora me tengo que mover a la velocidad del rayo, tengo que estar con mi mujer en el menor tiempo posible.
–Claro que sí, pierda cuidado y que todo le salga bien.
–Muchas gracias, por su comprensión y una disculpa.
Mi mente ya no iba a estar con el caso del cliente, en automático se había trasladado al lugar donde se encuentra mi adorada Amaia, es mi prioridad en este momento y ella me necesita a su lado, tengo que protegerla de todo lo malo que le suceda.
–No pasa nada, licenciado Vega. Los imprevistos suelen suceder así, que se solucione todo, hasta pronto.
–Gracias y hasta pronto, señor Álvarez.
Me fui como alma a la que se la lleva el diablo para Sabritas, claro que siempre manejando con todas las precauciones posibles porque no quería, además de todo, tener un accidente antes de llegar con mi mujer. Lo que no podía evitar era pensar que, a ella, algo demasiado malo le había pasado porque estaba llorando con mucha desesperación y eso no me gustaba para nada. Odiaba que mi hermosa Amaia llorara y temía realmente lo peor. Antes de llegar a Sabritas, vi a mi mujer caminando por la banqueta y me orillé para bajarme a atenderla.
–Axel, mi amor – Ella se lanzó a mis brazos – Pensé que no llegabas y por eso me salí de ahí, ya no quería estar ni un minuto más en ese lugar.
Me tenía que decir que era lo que había pasado, sentía su angustia y desesperación, me sentía impotente ante lo que le había sucedido y eso que todavía no me decía que había sido.
–Aquí estoy, mi reina – La besé tiernamente – Dime ¿Qué te paso, cariño? Algo muy malo tuvo que pasar.
–Sí, mi rey, es lo que ha pasado. Cecilia se ha aparecido aquí en Sabritas y eso no es para nada justo para mí – Ella lloraba desconsolada – Vino a chingarme la vida, ella misma me lo ha dicho y lo que es peor, por su culpa el Ingeniero Acosta me dijo que me fuera y que arregle mis problemas.
Esa desgraciada está arruinando las prácticas profesionales de mi mujer, nada tenía que haber venido a hacer aquí, me molesta que esa estúpida no tenga otra cosa que hacer que venir a molestar a Amaia, esto tiene que saberse en el juicio, no se tiene que presentar a hacer escándalos donde no debe, eso es perjudicar a otras personas.
–Esa infeliz no tiene que andarse metiendo contigo – Dije alterado – Ven preciosa, yo mismo voy a hablar con tu jefe. Esto no se puede quedar así.
–No Axel, ya no hagas esto más grande. Tengo mucho miedo que, si le dices algo, eso me acabe de joder lo de las prácticas y sin ese requisito no me podré recibir.
Con Amaia no tiene por qué meterse, el del problema con Cecilia soy yo, a mí nadie me viene a molestar a mi novia y se va a salir con la suya, el ingeniero tiene que escuchar que es lo que sucede en verdad, mi divorcio con Cecilia es de mi incumbencia no de Amaia, eso es un caso muy aparte.
–Es que no te va a joder nada, amor. Te lo prometo, te lo juro – Dije mientras trataba de calmarla – Te amo, cariño. Ella no echará a perder tu vida y menos porque su problema, nunca ha sido contigo, ha sido conmigo.
–Hay, Axel, es que no puedo quedarme sin esto. Siento que me muero, ella está chingando mi vida y también mi carrera.
–No, preciosa, eso no lo pienso permitir. Te lo juro como que me llamo Axel Vega, que ahorita mismo, vamos a ir a arreglar esto. Ya estuvo bueno de las tonterías de Cecilia.
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El socio de mi padre Cap 199 en adelante
Romancecontinuación del socio de mi padre a partir del capitulo 199 hasta llegar al fin