Amaia Domínguez García
León, Guanajuato, México
Axel y yo disfrutamos de esa deliciosa cena como nunca antes habíamos disfrutado de nada. Era la primera vez desde que se supo todo que teníamos una cena así, yo siempre le estaría muy agradecida por todo lo que él me había dado en esos ya 3 años de relación. Nos dimos tiernos besos y nos felicitamos y me sorprendí porque Axel aun dejándome elegir el lugar, se las ingenió para darme esta hermosa sorpresa, ¿Qué no sería capaz de hacer por mí?
–Cariño, ¿Estás lista para ordenar? – Me preguntó Axel – También esta noche, la cena la escoges tú.
–Gracias, mi rey. Se me antoja todo mucho, pero realmente no tengo la menor idea de lo que podemos cenar - Dije apenada - Vamos a escoger algo juntos, es el aniversario de ambos.
Me encantaba tener este tipo de interacción con mi querido Axel, estábamos a punto de cenar juntos a la vista de todos, no me importaba si eran gente que nos conocían o no, nosotros estábamos demostrándonos nuestro amor sin escondernos de nadie, no estamos cometiendo ningún crimen si nos amábamos. La gente podía decir lo que les diera la gana, mientras estuviéramos bien él y yo, lo demás se podía ir al infierno.
–Tienes razón, cariño, vamos a escoger algo, juntos.
Axel y yo escogimos lo que íbamos a cenar y me sentí muy contenta, nos llevaron después de un rato la cena y también de un postre especial. Me sentía feliz porque Axel ciertamente pensaba en todo y no había pasado ningún detalle de nuestro hermoso aniversario por alto, lo amaba y mucho y valoraría por siempre estas molestias que él se tomó por hacer de este día algo memorable y especial para ambos.
–Amaia, amo verte feliz y de aquí te tengo otra sorpresa – Anunció Axel, después de pedir la cuenta – Esa no la ves venir tampoco y es bueno. Es una sorpresa que sé te va a encantar.
–Está bien, amor. Ya contigo me he acostumbrado a que me sorprendas y no puedo hacer otra cosa que no sea, sonreír y esperar aguantando la curiosidad para ver lo que me tienes preparado.
Es un hombre tan detallista, tan atento y sabe que me puede sorprender con sus detalles. Soy tan afortunada de haberlo encontrado, nunca me arrepentiré de haberle confesado mi atracción hacia él, pues todo se ha convertido en una hermosa relación que ya lleva 3 hermosos años.
–Así es, preciosa. Te amo, ¿Nos vamos?
–Claro que sí, mi rey.
Axel y yo salimos del restaurante y después él se dirigió a un hermoso hotel, a uno de los mejores de la ciudad. Yo estaba irónicamente demasiado nerviosa como lo estuve hace 3 años, cuando por primera vez besé a Axel afuera de aquel Oxxo, hacía ya 3 años de mi declaración de amor por él y no me arrepentía de nada. Estar con él me abrió los ojos, me enseñó el mundo y me ha hecho muy feliz y yo solo quiero pasar lo que me reste de vida al lado de Axel, para poder seguir amándolo.
–Espero que todo sea de tu agrado, mi reina, sabes que me puedes pedir que cambie lo que no te guste.
–No creo que pueda cambiar algo que has hecho con todo el amor, para sorprenderme.
Nos bajamos en el hotel y él pidió la llave de una hermosa suite a la cual llegamos después y al entrar lloré de emoción. Todo estaba lleno de girasoles y de pétalos de rosas, como la primera vez que me llevó al hotel de su hermana Martha, en el que hicimos el amor, no podía creer todo el tiempo que llevaba Axel planeando esto que lo que yo le había regalado se quedaba corto, muy corto comparado con esto.
–Amaia, ¿Te acuerdas de esta botella de vino? – Me preguntó Axel – Espero que me digas que sí.
Por supuesto que yo recordaba la botella de vino con la que habíamos brindado aquella vez por nuestro encuentro, lo guardaba todo en mi memoria como si hubiera sido ayer. Fue el inicio de esta gran aventura y por supuesto que brindaremos de nueva cuenta por ser nuestro aniversario número 3.
–Sí, Axel. Nunca podría olvidar el Castillo Ygay – Dije convencida – Con él brindamos por primera vez aquella noche cuando nos fuimos al hotel de Martha.
Era como si estuviera volviendo a vivir ese hermoso momento, Axel no había perdido detalle de todo lo que habíamos encontrado en ese cuarto del hotel de su hermana. Me daba cuenta de que Axel es un hombre estupendo y muy atento a todo. Nunca me hubiera imaginado que prepararía algo así para los dos.
–Sí, cariño. Me alegra que la recuerdes, hoy que cumplimos tres años de novios, la ocasión lo amerita – Axel destapó la botella – Te amo y quiero que cumplamos muchos años juntos, eres la mujer de mi vida.
Sentía tantas ganas de llorar de la emoción, Axel es un hombre hermoso, es capaz de recordar hasta el mínimo detalle de todo lo que habíamos vivido hace ya 3 años. Estaba todo en su sitio, no hacía falta nada, sin lugar a dudas es el hombre al que voy a amar toda mi vida, el hombre perfecto para mí.
–Tú eres el hombre de la mía, Axel. Eres lo mejor que me ha pasado y estoy feliz de poder tenerte a mi lado, brindo por ti y por la oportunidad que me diste de estar contigo, hace 3 años que soy la mujer más feliz del mundo.
Nunca me hubiera imaginado que después de esa primera vez estuviéramos celebrando los años siguientes y todos los que vinieran. Él es el hombre de mi vida y nunca me voy a cansar de decírselo y de gritárselo al mundo entero, me complementa en todos los aspectos de mi vida. Lo amo y siempre lo voy a amar.
–Yo también, hace tres años conocí que sí se puede ser hombre de una sola mujer, tenía que estar contigo, para creer en el amor y para darme cuenta de que sí podía amar. Me has enseñado a ser un hombre de palabra. Te amo y te seguiré amando por lo que nos resta de vida, Amaia.
–Te amo, Axel. Feliz aniversario, amor, también te amaré por el resto de nuestras vidas.
Soy una mujer dichosa al tener a este hombre maravilloso a mi lado, sé que esta es una promesa que vamos a cumplir los dos, yo no me pienso separar de él nunca, lo amo demasiado.
–Te amo, Amaia. Feliz aniversario, mi reina. Esa es una promesa que vamos a cumplir por encima de todos los obstáculos que nos quieran poner en el camino.
Axel y yo brindamos con la misma botella con la que brindamos la noche que fui su mujer por primera vez y después de estar degustando el vino, él me atrajo a sus brazos y empezó a besarme haciéndome sentir tan nerviosa como lo estuve entonces.
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El socio de mi padre Cap 199 en adelante
Romansacontinuación del socio de mi padre a partir del capitulo 199 hasta llegar al fin