Axel Vega Lazcano
León, Guanajuato, México
La güera me miraba preocupada y no era para menos la situación, mi adorada Amaia había sido cruelmente lastimada por mí y solamente porque yo no aprendo a tratarla y nunca aprenderé tal vez, llevamos tres años de relación y aun con todo y eso, yo la seguía regando con ella. Parece que soy tonto y que no me cabe en la cabeza que Amaia es una chica sensible que no merece y que no está dispuesta a aguantar estos malos tratos de mi parte.
–Amigo mío, veo que no te han servido para nada estos tres años con ella – Declaró la güera – Ni cómo ayudarte la verdad, yo a veces también suelo ser muy fría con Cris, hasta Amaia me ha dicho que soy un témpano de hielo.
A mí ella también me consideraba así, y ya con esto último nadie la va a sacar de ese pensamiento, me he pasado con ella, no debí tratarla de esa forma y me arrepiento porque se ha marchado del departamento.
–Ya somos dos, güera. Sí, la he lastimado mucho y ella no va a perdonarme – Mis lágrimas no cesaban – La amo, tú sabes mejor que nadie que la amo. Que no ha habido en mi vida una mujer a la que yo ame como a ella.
Pero ahora se va a alejar de mí por lo que le he hecho, sé que no puedo retroceder el tiempo, pero me gustaría estar en ese momento justo cuando me puse como un loco y se me dio por amarrarla de sus manos y le tapé la boca con una de mis corbatas.
–Es la única a la que has amado y por eso deberías frenar tus arranques, Axel. Por eso vine, para que tengamos las cosas en paz. No nos conviene estarnos peleando, vamos a ir a juicio y tenemos que tener paz, no estar peleados nosotros. Así nada nos va a salir bien.
Eso lo sabía muy bien. Pues no debemos estar enojados entre nosotros mismos, las cosas no van a mejorar, sino que empeoraran, debemos estar tranquilos para lo del juicio, por lo que tengo que arreglar las cosas con Amaia, pero no lo puedo hacer ahora porque Cris se la ha llevado no sé a dónde. Y la güera se porta como si nada, no me gusta que ellos estén solos.
–Lo sé y lo siento, güera. Ahora me preocupa que Cris, la vaya a envenenar en mi contra, pero parece que tú no sientes el mismo miedo que siento yo, cada vez que ellos están juntos.
La güera se empezó a reír como una loca y yo me saqué de onda con su actitud, según sabía ella estaba locamente enamorada de su pasante y pensé que estaría tan celosa como yo, pensando en que había, aunque fuera una mínima posibilidad que ellos al no tener tanta diferencia de edad que los separara y al ser más afines en carácter, se pudieran interesar el uno en el otro. Yo no podía perder a Amaia, ella era todo para mí.
–Amigo mío, no lo puedo creer y perdón por reírme – Se disculpó la güera – No tengo mi mente tan sucia como la tienes tú como para pensar que Amaia y que Cris se pueden enamorar, lo que tú sientes es miedo de perderla.
No lo voy a negar, tengo pánico de que mi mujer me deje por alguien más joven, que la comprenda y que tengan más paciencia con ella. De seguro se llevan bien en todos los aspectos. He sido un tonto al entregársela en bandeja de plata, así de vulnerable como está en estos momentos.
–Sí, güera, eso siento. Tengo mucho miedo de perder a la única mujer que amo – Admití – He sido un tonto y estos tres años, no he aprendido a tratarla y siempre sale ese lado mío que ella no aguanta, mi lado de tirano y Cris es tierno y...
Mi amiga no me dejó continuar, pero me estoy muriendo de celos, no me podía sacar de la cabeza que entre Amaia y Cris había algo. Siempre se defienden entre sí, ella lo defiende de la güera y él la defiende de mí. Parece que no pueden vivir el uno sin el otro.
–Sí, mi pasante hermoso es un amor – Sonreía la güera – Pero, él a Amaia la ve como una mejor amiga y como una hermana y ella también a Cris, por eso también dejé que se fueran, la calma de Cris la puede ayudar a ella a serenarse y ver las cosas desde otro punto de vista.
Mi amiga sí que me estaba dando una lección, la güera antes de andar con Cris era muy celosa con sus parejas y ahora de él parecía sentirse muy segura. A la mejor porque sabía que él, no estaría interesado nunca en otra mujer que no fuera ella, pero, de todos modos, aunque yo soy muy seguro. No puedo dejar de pensar que haría si mi Amaia se fijara en Cris, moriría en vida. Es algo que no puede pasar, si la güera está muy segura de Cris yo no lo estoy.
–Mi Amaia es todo para mí, güera y sin ella no me importa nada, no podría vivir nunca como antes, solo quiero hacerla mía y verla a mi lado todos mis días, ella no me puede dejar.
No me puedo imaginar mi vida sin la mujer que amo, ella lo es todo, le bajaría el sol, la luna y las estrellas, si me los pidiera, haría cualquier cosa para que se quede por siempre a mi lado. Ella es mi mujer, mi vida entera.
–Es que te has enamorado y es normal, pero Axel tienes que centrarte – Me ubicó Ivanna – Amaia es una chica que ha sufrido malos tratos toda su vida y lo siento amigo, pero yo en su lugar ya no estaría contigo y buscaría alguien que sepa ser tierno conmigo y que me hiciera feliz.
Definitivamente, la güera estaba a favor de que Amaia me dejara y que se encontrara a un hombre como Cris, que la mimara y la tratara como a una muñequita de porcelana, mi amiga quería lo peor para mí, que Amaia se fuera de mi lado con otro hombre que fuera tierno con ella.
– ¿Estás diciendo que ella, merece a alguien como Cris? No puede ser, güera se supone que eres mi amiga.
–No se supone, lo soy y si no la quieres perder te tienes que poner las pilas. Cuando Cris y Amaia regresen, le vas a pedir perdón porque ella lo ha dado todo por ti.
Sé que la he tratado de la peor manera y la güera tiene razón, ella se merece lo mejor de mí, ha estado a mi lado en las buenas y en las malas, y tengo que aprender a controlar mi forma de ser en la cama cuando se pone rebelde.
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El socio de mi padre Cap 199 en adelante
Romancecontinuación del socio de mi padre a partir del capitulo 199 hasta llegar al fin