Amaia Domínguez García
Mexicali, Baja California, México
Los primeros días en Mexicali fueron muy difíciles y no sé qué hubiera hecho si no hubiera ido con Cris, me hubiera vuelto loca yo sola buscando casa y afortunadamente para mí, él me ayudó a encontrar una casa chica de dos recámaras en las que me podía instalar sin mayor problema y además, el estar con Cris me ayudaba aunque fuera por breves momentos a no estar pensando en Axel y en lo que había dejado atrás, por mucho que eso fuera difícil e inevitable.
–Amaia, siento mucho por lo que estás pasando – Cris me abrazó – Por eso, no quise dejarte sola y menos sabiendo cuanto es que ibas a necesitar de un amigo.
Definitivamente, Cris se va a ganar el cielo, con esta gran ayuda que me está brindando. No sé qué hubiera hecho estando sola en el comienzo de esta separación de Axel. Pero tengo que ser fuerte, mucho más de lo que llegué a pensar que sería si esto alguna vez fuera a pasar y desafortunadamente estaba pasando.
–Eso lo sé, Cris, y por eso te estaré eternamente agradecida. Eres uno de mis mejores amigos y sin ti, ni casa había encontrado. Ya me conoces y hay cosas en las que no soy buena, en las que era bueno mi Axel y no yo.
Me hubiera encontrado totalmente perdida, buscando un lugar donde poder vivir, en esta nueva vida que no he escogido yo. Axel se encargaba de buscar y encontrar esos lugares, incluso cuando salíamos de vacaciones encontraba los lugares perfectos y así me había acostumbrado. Soy inútil para esas cosas tan sencillas.
–No Amaia, eso no es verdad. Tienes que calmarte, tienes que estar tranquila, por favor. No quiero que caigas en depresión y menos porque las cosas ya pasaron así.
Aunque hayan pasado de ese modo no estaba de acuerdo con esta separación, no lo acepto, y no lo voy a aceptar nunca. Tenemos que estar juntos, es como si no funcionara sin él. Me hace mucha falta y eso no lo puedo evitar por más que me haga a la idea de que tengo que hacerlo.
–Sí, ya pasaron así, pero no quería que pasaran así Cris. No quería que Axel me soltara de la forma en que lo ha hecho, no puedo creer por qué lo hizo.
Mi corazón no lo puede digerir, ha sido demasiado forzado, muy prematuro, siento como si me hubiera arrancado un miembro de mi cuerpo. No estoy completa sin él.
–Axel e Ivanna son dos personas sumamente raras, yo a veces me cuestiono muchas cosas que hace Ivanna, pero no puedo encontrarle una explicación a todo y por eso aprendí a ya no querer estársela buscando.
Eso que dice Cris, es verdad, Axel e Ivanna actúan de una manera incomprensible, no hay quien los pueda comprender, es imposible estar en la misma sintonía que ellos dos. Cris y yo somos unos inexpertos a sus lados.
–Es verdad, tienes razón. Axel e Ivanna son muy raros y a lo mejor nosotros dos, no sé, no debimos fijarnos en dos seres así. Más sabiendo los sufrimientos que nos iban a causar.
Habíamos caído ante sus pies sin saber lo que nos esperaba más adelante, por lo menos Cris sigue en una relación con la güera y yo, en cambio, no sé en estos momentos que es lo que va a ser de mi vida.
–Tranquila, por favor. Amaia. Mejor vamos a deshacer las maletas, y a instalarnos y salimos a dar una vuelta, a comer y hay que ir a la empresa que te contrató.
Por lo menos habíamos encontrado un lugar muy cerca de la empresa, por eso digo que sin Cris, no sé lo que hubiera hecho. Esa parte ahora la teníamos resuelta.
–Gracias a ti, la tenemos aquí muy cerca. Casi a un lado, así que sí, te tomo la palabra que tengo ansiedad por comer.
–Está bien, esa voz me agrada.
Cris y yo salimos a comer y a ver la empresa en la que iba a trabajar, claro que primero quedamos instalados debidamente en la casa y me sentía mal por pensar que Axel, podría volver a las andadas de andar de mujer en mujer y solo pensarlo, me hizo que cuando caminábamos con Cris por una calle cercana a la casa, yo de buenas a primeras devolviera todo lo que habíamos comido.
–Amaia, ¿Qué tienes? – Cris estaba bastante asustado – Tranquila, respira por favor.
–Cris, me siento mal...
Fue horrible que después de devolver todo lo que tenía en el estómago, me terminé desmayando y cuando abrí los ojos, Cris me miraba todo asustado y estando tomándome de la mano y sentado en mi cama, ya estábamos de vuelta en casa y yo no supe, ni cómo fue que habíamos llegado ahí.
–Amaia, te desmayaste. Tienes que sobreponerte – Cris me miró angustiado – Vino el doctor y dejó una receta. Ya pedí el medicamento a la farmacia.
Le estaba causando molestias a Cris, debería arreglármelas por mí misma. Que nadie tenga que pasar por tanto drama. No entiendo por qué yo soy la que tengo que estar sufriendo todo esto.
–Gracias, Cris, eres una luz en mi camino – Lo abracé – Eres un ángel y lamento el susto que te he dado. No quiero hacerte daño, no quiero que te preocupes por mí, soy una estúpida por ponerme así por no poder superar que Axel ya me dejó ir.
No es justo que sea la más débil entre Axel y yo. Porque es seguro que yo me voy a morir en vida. Soy el lado de la soga por dónde se rompe el nudo.
–Sé lo que piensas y no es fácil. Sé que está pasando por tu mente privilegiada que Axel, está con otras mujeres, pero, aunque no lo conozco lo suficiente, yo te puedo asegurar que eso no es así.
Pues ahora va a tener que tomar esa decisión, tendrá que buscarse a otra mujer, pues yo no lo quiero cerca de mí. No voy a ser la tonta a la que me van a poner el cuerno y ser la última en enterarse. Ya esto veo que no tiene ninguna solución.
–Es que es eso, Cris. Algo que no te dije fue que yo no quise que Axel me llamara ni me mandara mensajes, no quise que lo hiciera porque no tiene caso. Así que esto viene a ser una separación parcial o definitiva, aún no lo sé.
No había caso si él había organizado mi viaje para que no estuviera a su lado, ahora tiene que aguantarse mi decisión, por el momento no quiero ninguna clase de contacto con Axel, que se atenga a las consecuencias que ha provocado.
–Viendo, así las cosas, solo te queda vivir Amaia. No quiero que sufras, las cosas pasan por algo o no pasan por algo. Prométeme que te vas a levantar y que vas a estar bien.
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El socio de mi padre Cap 199 en adelante
Romansacontinuación del socio de mi padre a partir del capitulo 199 hasta llegar al fin