Amaia Domínguez García
León, Guanajuato, México
La güera y Cris, tal y como pensábamos Axel y yo, celebraron con nosotros por mis triunfos y se emocionaron mucho. Yo agradecía eso de mis amigos que se pusieran emocionados por lo que yo estaba logrando y como la noticia de la güera cayó también en un buen momento, lo dicho por Axel era verdad que nos sobraban a todos los motivos para celebrar.
–Esto amerita unos buenos tragos, Amaia – Dijo Cris – Es más, vamos a comprar una botella y nos la tomamos, te mereces lo que quieras que se compre de tomar, eres la festejada y tienes que elegir tú.
–Gracias, Cris. Pero, yo no veo tanto esto como un logro – Dije sinceramente – Aún no soy ingeniera, pero bueno, es verdad que ya estoy cada vez más cerca de serlo.
Estoy orgullosa de lo que he logrado, pero sé que falta mucho para obtener todo lo que me he propuesto, mi meta es poder tener el mejor de los trabajos, para eso me he esforzado mucho.
–Lo serás, cariño y serás la mejor ingeniera de todas – Axel me consentía – Ahora, Cris tiene razón lo que quieras que se compre de tomar eso se comprará.
–No es necesario, de verdad. Yo lo único que quiero es pasar un buen rato con ustedes, así tranquilos aquí en el departamento. Tomando y platicando, no importa lo que sea que tomemos, mientras no sea tequila.
Mi intolerancia al tequila me dejaba fuera de combate y lo que yo quiero el día de hoy es disfrutar con el hombre que amo y nuestros dos mejores amigos. Así que debíamos adquirir algo que nos gustara a los cuatro. No tengo ningún problema con lo demás que se vaya a elegir.
–Coincido contigo, Amaia – Dijo Cris – Por eso te digo, igual podemos ir a buscar una botella para tomar nosotros.
Eso estaba bien, así seríamos los cuatro compartiendo con las bebidas de nuestra preferencia, creo que será mejor comprar una botella de vino o una del mejor de los rones, ya sabía de cuál era de los que vamos a traer.
–Sí, vayan – Dijo la güera – Mientras que Axel, preparará la botana y yo las bebidas de nosotros.
Excelente idea, que Cris y yo fuéramos por las botellas, sé que a Axel y a la güera les gusta el tequila, pero creo que Axel ya tiene en el departamento, así que por eso no hay que preocuparse, tomarán todo el rato solo tequila y nosotros lo que compremos ahora.
–Está bien, no nos tardamos – Dije a la güera – Si necesitan que traigamos algo, nos pueden decir, ya que de todos modos vamos a salir.
–Así estamos bien, cariño – Me dijo Axel y me besó con amor – Solo vayan por su botella, llévate mi cartera.
Axel siempre era muy lindo conmigo y me daba todo lo que yo necesitaba. Amaba eso de él, su consideración para conmigo y su forma tan dulce y tan atenta de tratarme. Él siempre sacaba lo mejor de mí y eso me gustaba mucho, por eso lo amaba demasiado y me volvía loca con cada uno de sus detalles, no cabía duda que él siempre iba a ser el amor de mi vida. Cris y yo salimos a comprar la botella, pero estando ya solos me di cuenta de que él se traía algo y yo no me iba a detener en preguntarle.
–Cris, ¿Qué es lo que te pasa? – Pregunté – Espero que estés bien, te veo un poco raro.
Cris se puso más raro una vez que le pregunté las cosas y no me dijo ya nada, pero su cara lo decía todo, él estaba preocupado por algo o por alguien, eso era seguro. Yo lo único que quería era que él se pudiera desahogar conmigo ahora que estábamos solos sin la presión de Ivanna y de Axel y lo motivaría para que lo hiciera, no me gustaba verlo tenso, ni preocupado.
–Amaia, es que, aunque hay la buena noticia de Ivanna y de todo lo que se les dijo que vamos a ganar, pasó algo que tenía que contártelo de frente – Dijo Cris muy serio – Somos amigos y tengo que decírtelo.
Eso de estar esperando por lo que me fuera a decir es de lo peor, si tenía que decirme algo, no importa de qué se trate. Sabré tomar la noticia de la mejor manera.
–Dime, Cris. Sabes que lo somos y que siempre me puedes decir lo que tú quieras, por eso los amigos se cuentan todo.
No me puede dejar con esta angustia, sé que todo eso tiene que ver con el jodido caso. Porque ahora todo gira alrededor de eso en particular.
–Cecilia me fue a amedrentar y a joder la vida, Amaia. Ella me estuvo ofreciendo dinero para que yo desde dentro jodiera el caso. Temo por ti y por Axel, porque esa mujer no los deje en paz.
Esa mujer ya estaba desesperada, sabíamos que iba a intentar sobornar a cualquiera, pensé que se iría primero con los jueces o con el jurado deliberador, pero se ha ido con Cris, pensando que lo podía comprar, esa mujer no tiene escrúpulos.
–Pero esa mujer está loca, supongo que te hiciste de las pruebas y se las llevaste al juez, espero que así haya sido Cris.
Es lo mejor, que estemos preparados para cualquier eventualidad de parte de Cecilia, no sabe con quién se ha metido, Cris es de los míos y estoy segura de que tomó todas las precauciones y tiene todas las pruebas para enterrar en el hoyo más profundo a la arpía de Cecilia.
–Sí, lo hice Amaia, por eso también tendremos más ventaja en ganar. Lo que me preocupa es que esa mujer, te haga algo o a Axel, ya que no podrá ganar en la corte.
No nos iba a poder hacer nada, se va a exponer a que sea a ella la que metan a la cárcel por agresiones, si cree que se va a quedar impune esta vez, se equivoca rotundamente.
–Cris, no te preocupes. Ella siempre ha sido uno de los peores riesgos a los que nos hemos enfrentado, pero todo va a salir bien. Ya lo verás.
No creo que sea más tonta de lo que ya es, todo se está yendo en su contra, por creer que es intocable y que tiene comprado a medio mundo, todo su teatro se le está cayendo en la cara y todos se han dado cuenta de que es una farsante y que manipula todo lo que quiera.
–Sí, Amaia. Más vale que todo salga bien, yo no quiero que ustedes lo pierdan todo por esa loca que solo está pensando en hacerle daño.
–No Cris, además si ella intenta algo nosotros nos vamos a defender.
Que quede claro que ella es la que inicia todo, nadie la ha tocado ni la tocará, todo quedará evidenciado, no se saldrá con la suya tan fácilmente.
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El socio de mi padre Cap 199 en adelante
Romansacontinuación del socio de mi padre a partir del capitulo 199 hasta llegar al fin