Capítulo 208

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Amaia Domínguez García

León, Guanajuato, México

Algo había pasado con Ale y no necesitaba ser adivina para saberlo, pero mejor era no decir nada e irme al departamento a esperar a que Axel pudiera hablar conmigo en la calma de nuestro lugar.

Llegué al depa y cuando me estaba quitando los tacones, por lo cansada que estaba noté que Axel abría la puerta y me levanté sin quitármelos y corrí a sus brazos, lo había extrañado demasiado.

–Axel, mi amor – Lo abracé – Dime por favor, ¿Qué ha pasado con Ale? Ella está muy obsesionada contigo y de seguro te reclamó lo de la güera y de mí.

Ale podía ser mi hermana, pero ya se estaba pasando de intensidad, era desgastante para todos, incluso para ella misma seguir insistiendo y saber que iba a obtener el mismo resultado, Axel no se iba a enamorar de ella nunca y al parecer eso ella no lo podía entender.

–Amaia, cariño – Axel me mantuvo en sus brazos y eso me relajaba toda – Te amo, es que Ale está sospechando ya, demasiadas cosas y estoy realmente muy preocupado.

La situación estaba para preocuparse, si mi hermana ya estaba sospechando lo más probable había sido que Cecilia le había metido muchas cucarachas en la cabeza, mi hermana no sabía separar lo que era una amistad con un amor que no iba a recibir nunca, porque eso jamás iba a pasar ella no iba a tener nada con Axel solamente en sus sueños.

–Yo también lo estoy mi amor – Dije angustiada – Bin Laden, me ha dicho que Cecilia, está investigando a fondo si andas con Ale o si andas con la güera y tengo miedo, Axel que se sepa pronto que la mujer con la que andas, no son ellas y que soy yo.

Cecilia tenía demasiados tornillos sueltos en la cabeza, porque sé que no se va a quedar de brazos cruzados y por eso está investigando cualquier información de nosotros, porque se van a enterar de que ni siquiera la güera ha sido algo de Axel y mucho menos mi hermana Ale.

–A mí tampoco me fue bien con Ale, cariño – Axel me separó de él y me tomó de la mano para sentarnos en la sala – Ella quiere y exige saber de la persona con la que ando, ha estado teniendo demasiados problemas con Cecilia e incluso, esa loca ha ido a decirle a Gustavo que Ale y yo, somos amantes.

Definitivamente, Cecilia debía estar internada en un hospital psiquiátrico, cómo podía asegurar algo que nunca ha pasado, cómo atenta contra el matrimonio de mi hermana porque Gustavo no tiene por qué enterarse de algo que nunca jamás ha pasado ni iba a pasar.

–Eso no puede ser, yo no quiero que a mi hermana se le eche a perder su vida con Gustavo – Dije desesperada – Axel, debemos decir la verdad y lo siento, pero es lo mejor para todos.

Si iba a estallar todo que estallara de una vez, pero que Cecilia no se llevara entre sus locuras la relación de mi hermana con Gustavo, aunque Ale pensara que al que ama es a Axel, teníamos que decir la verdad, teníamos que enfrentarnos a todos.

–Amaia, no podemos hacer eso. Nos meteremos en la boca del lobo, con Cecilia, con Ale y con todo el mundo – Axel se llevó las manos a la cabeza – Tenemos que pensar en algo y ya lo haremos.

Las cosas ya se nos estaban cayendo encima, no había que pensar en nada más, solo hablar y arreglar las cosas de una vez con Cecilia, nadie más tenía que salir involucrado en algo que nada más nos corresponde a él y a mí.

–Es que ya más gente que no tiene la culpa está saliendo demasiado dañada con todo esto – Dije desesperada – Me preocupa demasiado y no quiero que pase una tragedia.

Porque también esto dañaba directamente a mis sobrinas, yo conocía a Gustavo y de seguro iba a hacer algo de lo cual después se iba a arrepentir, porque Axel nada ha tenido que ver con Ale, todo ese invento de Cecilia le está causando demasiado daño a gente inocente, ya debíamos parar con esto a como diera lugar.

–No pasará nada, mi amor. Vamos a calmarnos.

Fueron pasando los días y todo parecía seguir su curso, el problema que yo ya me encontraba demasiado nerviosa y eso no era nada bueno y un día que fui a ver a mis sobrinas a casa de Ale, ahí estaba Gustavo y él me confrontó muy molesto diciéndome que yo le dijera la verdad por lo bien que nos llevábamos, de sí Ale y Axel tenían una relación.

–Por lo que más quieras dime que es lo que ha estado pasando entre mi mujer y ese hombre, me lo debes Amaia, no te podría ocultar algo como eso, así que habla por el bien de tus sobrinas.

Notaba a mi cuñado demasiado desesperado, eso era lo que no quería que sucediera, Cecilia se había metido con mi cuñado y con mis sobrinas, estaba destruyendo el matrimonio de Ale y de Gustavo, porque el de ella ya se había ido a la coladera. Entonces nadie más iba a ser feliz.

–Yo no estoy enterada de nada de eso, Gustavo, debe ser invento de la esposa de Axel.

–No puedo creer que tú no estuvieras enterada del gran lío que ha venido a formar esa mujer, tú que andas todo el tiempo en el despacho, debes haber visto algo entre ellos dos.

–No te puedo decir de algo que no sé, solo sé que, entre Axel y Ale, no existe nada que no sea de los trabajos del despacho.

Todo esto que me ha dicho Gustavo, me puso en una situación demasiado difícil y estresante, esto era lo que quería evitar, la gente se puede creer lo que sea, Cecilia ha sabido mover muy bien sus hilos.

Le expliqué las cosas a Gustavo y después cuando él ya se quedó tranquilo y yo ya me iba, me encontré con Ale y ella me confrontó, pidiéndome los datos de la mujer con la que Axel andaba, porque decía que al ser yo muy amiga de Axel debía saber de quién se trataba.

–Tú debes saber muchas cosas, no te quedes callada y dime de una vez, de quien se trata.

–Yo no sé nada Ale, déjame en paz, pregúntale a otra persona, yo no tengo por qué meterme en la vida de los demás.

Salí como pude de ese lío y me fui al departamento, llegué y Axel todavía no llegaba y me dio un dolor de cabeza que me hizo ir a acostarme de inmediato, pensaba muchas cosas entre ellas que ahora todo estaba demasiado complicado, mi hermana estaba queriendo matar a la mujer que esté con Axel sin saber que la tiene frente a ella y que la ha tenido todo este tiempo, los dos años que llevo de ser novia de Axel.

El socio de mi padre Cap 199 en adelanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora