El socio de mi padre Cap 199 en adelante

Capítulo 221

Axel Vega Lazcano

León, Guanajuato, México

Las cosas no podían haber ido peor, ahora con todo esto que pasó con Rafaela ya no me quedaba duda de algo que yo mismo me empeñaba en negar para darle seguridad a Amaia, yo mismo no quería aceptar y no quería reconocer que Cecilia ya estaba enterada de todo y ahora no era solamente eso, ahora ya estaba intentando echar a perder la vida de Amaia y la mía también a como diera lugar.

Me fui con mi Amaia a nuestro departamento, con el fin que ella se calmara y poder tranquilizarla un poco, algo que yo mismo sabía que no iba a funcionar para nada, el daño ya estaba hecho, y Rafaela no se iba a quedar callada si su prima le iba a pagar por esa información que es lo más seguro. Pues al tratar de chantajearme, eso es lo que ocurrirá.

–Axel, te lo dije mi amor – Amaia empezó a llorar – Que lo de Cecilia iba a ser el principio del fin. Ella no descansará hasta que nos destruya a los dos, ya te diste cuenta por ti mismo.

Ahora el problema ya lo teníamos encima, Cecilia con esto tenía más pruebas de que entre Amaia y yo hay algo, que creo que era por lo que estaba buscando más información y estaba haciendo más escándalo, lo de la güera seguramente fue un señuelo de que estaba interesada en saber más de eso y nos confiamos. Ahora a Cecilia no le queda nada más por investigar.

–Tienes razón, Amaia – Admití – Pero, no quiero que estés pensando cosas negativas, cariño. Yo te amo y vamos a salir de esto y de muchas cosas más, porque nosotros nos amamos, porque el amor es más fuerte que todo.

Lo nuestro no va a acabar porque Cecilia tenga pruebas de eso, yo desde hace mucho tiempo ya no tengo nada con ella, desde antes de que yo iniciara algo con Amaia, había dejado de interesarme como mujer y había buscado en otro lado lo que en ella ya no encontraba, soy sincero y se lo dije en su momento, que no me interesaba en lo absoluto.

–Eso quería pensar y ahora ya no lo sé, no sé qué es lo que haré cuando Ale sepa la verdad, de por sí es que ella ya la sospecha y lo peor de todo es que no me puedo concentrar ni en lo del Tec, ahora solo me falta perder mi beca.

Esto no le podía afectar, ella tiene que luchar contra todas las adversidades, su beca no la puede perder, aunque yo le puedo pagar la colegiatura, ella no me deja, yo le pongo todo mi mundo a sus pies, lo mío es totalmente de ella y eso lo sabe muy bien.

–Cariño, sé que es muy difícil lo que te voy a pedir – La abracé y la mantuve en mi pecho – Deja que yo me encargue de todo esto y pon una barrera alrededor tuya, no dejes que esto te afecte, no lo permitas amor.

Tiene que poner de su parte, sus estudios no los puede dejar por detrás de lo que está pasando, debe ser más fuerte y poder separar una cosa de la otra, no quiero que todo se vaya por la borda, su carrera es muy importante, debe terminarla sin ningún contratiempo, sé que es difícil para ella, pero lo tiene que lograr.

–Quisiera ver todo, así como tú lo ves, Axel, pero vivo con los nervios de punta todos los días y estoy muy presionada, es mi último año de ingeniería y no es así como lo quería pasar.

También sé que le preocupa lo que le pueda hacer su hermana, pero Ale, en primera no tendría que estar metida en lo que no le importa, con ella no es la cosa, ella se ha inventado todo eso de su supuesto amor por mí en la cabeza, reclamando cosas que nunca iban a pasar conmigo. Terminando su matrimonio con Gustavo por una relación solamente inventada en su cabeza, jamás tendría yo algo que ver con ella.

–Te entiendo cariño, te entiendo totalmente y no podemos hacer nada más que ver las cosas de la mejor manera, para que no nos hagan daño, por favor Amaia, ahora más que nunca te pido que pongas de tu parte.

Ya no podíamos hacer nada, solo seguir con nuestras vidas de lo más normal,

–De acuerdo, supongamos que pongo de mi parte y que de todos modos lo de nosotros termina sabiéndose y entonces ¿Qué le voy a decir a Ale?

Con nuestro amor no le tendríamos que prestar atención a nada más, veré cómo puedo salvar algo de lo que tengo, esas amenazas de Cecilia ahora están a punto de materializarse. Su venganza hacia mí será con todo, no se va a quedar tranquila hasta verme derrotado, pero yo voy a luchar con uñas y dientes, ella no me va a dejar en la calle como asegura.

–Le vas a decir la verdad, si somos descubiertos. Ya no nos quedará nada por hacer y es mejor que nos vayamos preparando ante esa posibilidad, pero mientras eso ocurre, necesito que tú te ocupes de tu escuela.

Es por lo que ha luchado toda su vida, ella puede con esto y con mucho más, solo debe anteponer sus estudios a esto que nos está pasando, sé que vamos a tener que tomar el toro por los cuernos, no a todos les va a parecer lo nuestro, pero a mí no me importa, ella es la mujer de la que estoy enamorado, Amaia, tiene que entenderlo, nosotros somos los únicos que sabemos lo fuerte que es nuestro amor y no nos van a derrotar.

–Gracias, amor. Estoy desesperada, quisiera que Cecilia no existiera, quisiera que ella se fuera lejos y quisiera que desapareciera de nuestras vidas.

Lo que dijo Amaia en ese momento, me dio una leve idea de una posibilidad que no era muy buena que digamos, pero yo no perdería nada con intentarla. No estaba de más, en buscar a Cecilia nuevamente por mis propios medios e insistir con lo del divorcio y ver en qué plan se encuentra y si es factible una negociación, ella tiene que dejar de insistir en querer seguir casada conmigo, pues lo hacía con toda la intención de hacer mi vida imposible con Amaia.

Así que esa tarde, cuando Ivanna, llegó al departamento, la dejé con Amaia y yo salí en mi auto a buscar a la que fue mi esposa por unos años, para intentar lo imposible, razonar con ella y corrí con suerte o eso pensaba yo, pues la encontré en la que fue nuestra casa, ella siguió viviendo con todas las comodidades, y con eso yo no me había metido.

Toqué el timbre de la casa, yo no me atrevía a entrar por mi propio pie, no sé en qué disponibilidad ella esté, pues pensé que ya había cambiado las combinaciones de la entrada.