Capítulo 291

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Amaia Domínguez García

León, Guanajuato, México

La güera, al nombrar a Ismael para que se presentara en el estrado a declarar, causó un gran problema a Cecilia porque pude darme cuenta de que a ella no le pareció y, además, tampoco pensó encontrarse ahí en la corte y de cerca con uno de sus amantes. De eso estaba muy segura y me encantó ver como la cara de esa infeliz se desencajó. La güera, muy profesionalmente, llevó a cabo ese interrogatorio y fue tal su presión que la juez terminó la sesión para retomarla la próxima semana.

–Amaia, ¿Qué tal estuve? – Me preguntó la güera – A lo mejor me pasé con todo lo que le pregunté a Ismael.

Las cosas estaban saliendo a la perfección para Axel, nadie se esperaba que atacara la güera de ese modo a Cecilia. Ha sido un golpe muy duro para ella, el que se supiera que de su parte también había testigos que vendrían a desestabilizar su tranquilidad. Ella, que se creía dueña de la situación. Como si ya fuera la ganadora.

–Me encantó como estuviste, güera – Respondí – Estuviste excelente y maravillosa, hasta pusiste a dudar al abogado de Cecilia.

–Sí, mi amor, eres la mejor – Cris aplaudió a su novia – Con esto, el juicio está al menos en un empate técnico, de eso estoy seguro.

Desde luego que ahora la balanza se estaba inclinando a nuestro favor, al abogado de Cecilia no creo que le queden más testigos para llamar al estrado, con este solo de nuestra parte le había tumbado todos los argumentos a Cecilia. Debe de estar mordiéndose los codos del coraje.

–Claro o si no es que ahora, nosotros estamos con ventaja sobre de ellos – Dijo la güera muy orgullosa – Voy a recoger mis cosas y nos vamos.

–Sí, güera, ve por tus cosas, yo me salgo con ellos – Dijo mi Axel – Quiero abrazar a Amaia, necesito estar con mi novia.

Estamos muy contentos y sé que todo nos está favoreciendo, no todo iba a ser para Cecilia. La entrada de Ismael había sido fenomenal, había desestabilizado a muchos, pero lo que más me había gustado había sido la cara de esa mujer cuando dijeron el nombre de Ismael, se puso pálida y pensé que le iba a dar algo.

–Claro, los alcanzo afuera.

La güera se quedó recogiendo sus cosas en la corte y nosotros, Cris y yo, salimos junto con Axel al área de afuera. Nos sentamos en unas bancas y mi hombre perfecto me abrazó y me llenó de besos, ya no nos importaba que nos viera todo el mundo, para nosotros cualquier momento era bueno y perfecto para demostrarnos el amor que nos tenemos.

–Axel, todo ha salido de maravilla – Dijo Cris – Ivanna hizo muy bien su trabajo y creo que le debemos una comida a Ismael, dijo todo conforme a como fue y Cecilia ya dejó de ser esa mujer engañada inocente.

Lo que nunca había sido, ahora tiene que pagar también por su infidelidad, no está tan limpia como les había hecho creer a todos. No es la santa paloma que hace ver, es mucho más malvada de lo que aparenta. Ahora iba a ser medida al tú por tú con Axel.

–Sí, ya lo ha dejado de ser – Dije orgullosa – Realmente nunca lo fue o no se habría metido para nada con Ismael estando casada con Axel, por cierto, ahí viene Ismael.

–Voy a darle las gracias, cariño – Dijo mi Axel – No me tardo, esperen aquí.

–Sí, mi rey.

Axel se levantó de la banca en la que estábamos sentados y me dejó ahí sentada con Cris, mientras él se fue a agradecerle a Ismael. Yo me sentía muy feliz porque las cosas en el juicio de Axel iban caminando muy bien y a nuestro favor, gracias a que la güera estaba haciendo su trabajo de la mejor forma posible.

–Amaia, no te preocupes – Me dijo Cris – Con lo que vi hoy, Cecilia no le podrá quitar mucho a Axel, con suerte y no le quitará nada.

Eso fue lo que pensé al escuchar como la güera se tomaba todo su tiempo en hacerle las debidas preguntas a Ismael y de como él contestó a todas ella con suma tranquilidad y mucha seguridad todo lo que había sucedido. La güera es increíble, todos se habían quedado con la boca abierta.

–Sí, Cris, lo sé que la güera es implacable. Estoy muy agradecida contigo y con ella por tomar tan en serio, la defensa de mi Axel, él merece que todo salga bien.

Estaba platicando con Cris, cuando una mujer se me acercó y apenas estuvo cerca de mí, me miró de una forma despectiva. Yo no sabía ni quién era, ni la había visto nunca antes, pero antes de molestarme en preguntar, ella misma se presentó.

–No cabe duda que Axel va de mal en peor – Dijo la mujer – Mucho gusto soy Andrea Tello, una de las exmujeres de Axel y fui ganadora de muchos concursos de belleza, eres peor de lo que dijo Cecilia, estás fea, enana y naca.

La muy desgraciada, venía a insultarme como si me conociera, no me interesa que tantas estupideces viene a decir. Se notaba que estaba de lado totalmente de Cecilia y al ver que el testigo había dado en el clavo, ella había mandado a alguien a molestar.

–Escúcheme muy bien, señora – Cris se puso delante de mí – Si no quiere que Cecilia, su amiga, tenga consecuencias, aléjese de nosotros. No pueden acercarse nadie de ustedes a nosotros, estamos en medio de un proceso legal.

Esa mujer viene a querer amedrentar de esa manera y vaya que lo estaba logrando y aunque ella diga lo que quiera, al final de cuentas a la mujer que Axel ha elegido ha sido a mí. Soy la que lo está acompañando en estos momentos y la que duerme a su lado todas las noches.

–Ya me voy, creo que tú la compartes con Axel y no sé qué le ven – La tipa siguió insultándome – Es tan, pero tan poca cosa, es una basura.

–Aléjese de mi novio y de mi amiga – Llegó Ivanna – Ustedes no pueden acercarse a ninguno de nosotros y esto se lo haré saber a la juez.

Esto aunado a lo que habían hecho el abogado y otras personas al acercarse a nosotros, es un punto muy importante a nuestro favor. La juez determinaría las agravantes del caso, Cecilia tenía todas las de perder.

–Ya me voy, veo que es cierto lo que dijo Cecilia – Se burló la mujer – Que se acuestan en orgía ustedes 4.

Todo esto tenía que estar siendo grabado, nos habían venido a atacar justo afuera del juzgado, ahora ellos estaban dando patadas de ahogado con venir a atacar. A Cecilia ya no le quedaba otra opción que aceptar lo que Axel le quisiera dar por voluntad propia. Pero yo deseaba que a esa mujer no le tocara nada.

El socio de mi padre Cap 199 en adelanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora