Amaia Domínguez García
León, Guanajuato, México
Ale estaba fuera de sí y estaba montando un drama en la sala de espera de la firma. Yo no quería que los clientes que estuvieran ahí a esas horas se fueran a enterar de lo que estaba pasando realmente y entonces, me las ingenié para que nos metiéramos en su despacho. Ella estaba como fuera de ella misma y su actitud, me desconcertó demasiado, nunca la había visto así mirándome como si me odiara, Ale estaba por decirme algo cuando Axel y Bin Laden tocaron la puerta del despacho de Ale.
–Alejandra, abre la puerta por favor – Le dijo Axel – Tengo que hablar contigo y deja de actuar como una loca.
Me alegraba que Axel y Bin Laden hayan venido a rescatarme, porque en realidad mi hermana estaba enloquecida, no sabía que era lo que me iba a hacer, yo de tonta que me había metido a su despacho. Solita me había metido en la boca del lobo.
–No te pienso abrir, vete – Le respondió Ale – Amaia y yo, tenemos que hablar, no pienses que la vas a salvar de esto.
No me iba a quedar de otra, tenía que hablar con mi hermana y antes de que se pusiera peor, Axel y Bin Laden debían alejarse de su despacho, ella tenía toda la intención de que este asunto lo aclaráramos.
–Sí, Axel – Apoyé a Ale, conteniendo el llanto – Váyanse, por favor. Ale y yo tenemos un asunto que tratar.
Escuché como Axel decía algo con Bin Laden afuera, pero no lograba escucharlo bien del todo. Lo bueno es que pronto los dejamos de escuchar y nos quedamos solas, Ale y yo, eso me estaba dando miedo. En los ojos de Ale, brillaba el odio, el coraje y el resentimiento y en los míos la vergüenza y el miedo a que ella reaccionara mal, por saber al fin toda la verdad.
Me senté en la sala de su despacho y ella dejó caer ahí un sobre bolsa delante de mí y llena de coraje empezó a golpear su pie contra el piso, estaba muy enojada y yo no quería ver qué era lo que contenía ese sobre.
–Ahí están todas tus mentiras, Amaia – Dijo Ale histérica – No sé, como pudiste ser capaz de hacerme tanto daño.
Yo no iba a delatarme, no iba a confirmar lo que ella sospechaba y que de seguro ya sabía con eso que tenía en ese sobre, yo lo negaría todo hasta el último momento y ella en realidad no tenía nada que reclamarme, ella no era nada de Axel.
Todo este drama de Ale seguramente tenía que ver con lo de su divorcio de Gustavo, todo la alteraba, ahora mismo tenía una crisis de ansiedad que debía controlar, mi hermana se ponía muy mal cuando tenía sus crisis. Pero en realidad quería desviar sobre todas las cosas el tema que ella me está reclamando.
–Ale, tienes que calmarte – Le pedí – Estás mal y tienes una de tus crisis de ansiedad, entiendo que no ha sido fácil lo de gusano y...
No me dejó terminar y sé muy bien a qué se debía tanta rabia, mi hermana parecía una leona enjaulada y en cualquier momento me va a atacar, me va a golpear porque se sentía engañada y no era justo porque a ella nadie la había engañado. Ella se había montado toda esa película de lo del engaño y yo no tenía la culpa de que ella no hubiera sido del gusto de Axel.
–Cállate estúpida – Me gritó – Ten al menos la delicadeza de ver lo que está en ese sobre ¿Qué esperas? Ábrelo.
Mis manos temblaban de nervios, pero Ale estaba fuera de sí y como estaba ahí dentro yo sola con ella, hice lo que me pidió y lo abrí y cuando lo hice desee no haberlo hecho, de él salieron muchas fotografías mías y de Axel, de los dos en situaciones que no dejaban lugar a dudas, en unas nos besábamos, en unas nos abrazábamos y en unas compartíamos en lugares con la güera y con Cris.
En ese momento lo supe, que yo estaba perdida. Me levanté de la sala y quise acercarme a Ale, para ese momento yo ya estaba llorando al igual que ella. Sé que todo esto le dolía a mi hermana porque ella juraba que estaba enamorada de Axel, pero ella a mí nunca antes me dijo nada, de lo contrario yo no me hubiera confesado ante Axel, no lo hubiera seducido.
–Ale, siento mucho por haberte mentido – Empecé a explicarle – Yo, nunca hubiera hecho nada que te lastimara.
Era totalmente la verdad, yo no supe que ella estaba enamorada de Axel hasta mucho después que él y yo ya teníamos algo. Yo no hubiera cometido ningún acto que a ella la dañara, no si hubiera sido consciente y hubiera sabido de sus sentimientos hacia él.
–Eres una mentirosa, eres una desgraciada que no te importó todo lo que yo te he ayudado en la vida – Me echó en cara – Cuando David te dejó, porque eso es lo que pasó, él te dejó como si nunca le hubieras importado yo te di casa, comida y todo mi apoyo para sacarte de la depresión de mierda en la que estabas y ve cómo me has pagado.
Le agradecía enormemente lo que ella había hecho por mí y no me importaba que ella me lo echara en cara, puede que tenga razón que ella me dio techo comida y hasta tuve su compañía, pero yo en ningún momento le falté, yo no me metí en ninguna relación de ella, porque no tenía nada que ver con él, ella ni siquiera es del tipo de Axel.
–Todo eso yo te lo agradezco y lo valoré como no tienes idea – Me defendí – Siempre te voy a estar agradecida y sé que ahora piensas que soy la peor de las hermanas.
Porque para ella yo me metí en una relación que solamente estaba en su cabeza, porque jamás Axel le había dado alas para que ella dijera que tenían algo, porque nunca lo habían sido. Yo he sido testigo de eso que entre Axel y ella jamás iba a existir nada de lo que ella pretende.
–Para mí, no eres mi hermana ahora – Ale me miraba con odio y llorando de ira – Te metiste con el hombre que yo amaba, tú y la babosa de Ivanna se montaron todo ese numerito que ella andaba con Axel, solo para salvarte cuando yo ya sabía la verdad desde hace días.
Ante eso yo ya no podía hacer nada, muy bien, nos había descubierto pero independientemente que ella esté enamorada de Axel, a ella no le corresponde estar reclamándome porque ninguna relación amorosa han tenido ellos. Mi hermana estaba fuera de sí y yo no sabía cómo controlarla, ella se tenía que calmar, no quería que tuviera una crisis de ansiedad o nerviosa.
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El socio de mi padre Cap 199 en adelante
Romansacontinuación del socio de mi padre a partir del capitulo 199 hasta llegar al fin