Axel Vega Lazcano
Mexicali, Baja California, México
Era difícil hacer que Amaia se sintiera segura de lo nuestro, más aún cuando yo mismo no sabía lo que podría pasar. Era cierto que Cecilia en un buen tiempo no me había seguido amenazando, pero eso no significaba que a pesar de haber logrado quitarme económicamente la mayor parte de mi patrimonio, ella no se iba a quedar en paz. Eso tenía yo en la mente y cierto o no, sabía que yo estaba mal, pero prefería tomar esas precauciones necesarias a exponer a mi bella Amaia a que esa loca la atacara. Eso era algo que yo no iba a permitir y mucho menos a concebir y ni hablar, no quedaba más que estar viviendo lo nuestro así de un modo incierto, algo que no me gustaba, pero que tampoco podíamos aspirar a nada más, al menos no de momento. Amaia tomó mi mano mientras caminábamos por las calles del centro de Mexicali, aquella noche de diciembre.
–Axel, no quiero que sigas pensando tantas cosas – Me dijo con ternura – Me alegro de que, al menos, podemos estar juntos. De la forma en que lo estemos, siempre será lo de menos.
Sé que para ella es muy difícil aceptar de un todo que lo nuestro se esté dando de esta forma. Porque no es la adecuada, aunque me diga que está bien. Pero prometo que esto será pasajero, tenemos que salir de esta.
–Lo sé, mi hermosa Amaia. Para mí, también lo más especial es estar contigo y es por eso que te preparé una sorpresa que ya verás cuando lleguemos al depa.
Me gusta tener tiernos detalles con mi hermosa mujercita, ella debe saber que la amo con todas las fuerzas de mi corazón. Debe dejar de tener esos pensamientos negativos de nuestra relación, a pesar de que no nos vemos todos los días, esos fines de semana que pasamos juntos son lo mejor para mí, siempre hay una recompensa por los días que no nos podemos ver.
–Muchas gracias, mi amor. Pero, no necesitas sorprenderme con nada, tú a mí ya me lo has dado todo y no me alcanzará la vida para darte las gracias por todo lo que has hecho por mí.
Y yo no iba a poder agradecerle en vida lo que ella ha hecho por mí, por ella soy un hombre diferente al que era antes de estar con ella. Si ella no se hubiera atrevido a acercarse a mí de la forma en que lo hizo, no sé si lo nuestro se hubiera dado. Nunca me hubiera atrevido a hablarle de algo más allá de la amistad.
–No me las des, cariño. El agradecido siempre seré yo, si tú no hubieras dicho lo que dijiste la noche que empezó todo, que solo querías hacerme feliz, yo no conocería lo que es la verdadera felicidad.
Amaia se enterneció por mis palabras y ambos nos fundimos en un tierno, dulce y apasionado beso que amenazaba con convertirse en algo más, pero afortunadamente llegamos a nuestro departamento unos momentos más tarde y ahí, al entrar, Amaia se sorprendió al ver todo decorado como aquella primera vez cuando nos entregamos al amor, todo estaba decorado con velas, con pétalos de rosas y con girasoles para que ella se diera cuenta de que a pesar de todo, yo la seguía amando como antes como siempre y que eso estuviéramos en donde estuviéramos, nadie nos lo podría quitar.
–Axel, esto es maravilloso – Dijo ella dulcemente – Es perfecto, es como la primera vez que estuvimos juntos. Pensé que ya no te acordabas de eso.
Nunca voy a olvidar nuestro primer encuentro, lo llevo grabado a fuego sobre la piel. Amaia ha sido la mujer que me cambió para el bien de los dos. Sin ella nunca hubiera conocido lo que es ser feliz de verdad. Ha conseguido lo que otras no lograron. Soy un hombre plenamente convencido del amor que siento por ella y le he sido fiel todo el tiempo que he estado a su lado.
–Eso jamás podría, ni podré olvidarlo cariño. Te amo, esa noche quedó grabada a fuego en mi piel, siendo esa noche la primera vez que fuiste mía.
La mejor de todas nuestras noches, el comienzo de este gran amor, nunca podré olvidar que ella me ha dado el mejor de los regalos, soy el más afortunado al tenerla conmigo, a mi amiga, a mi mujer.
–Sí, mi amor. Recuerdo que los nervios, no me dejaban estar, yo no quería decepcionarte y quería que siguieras siempre enamorado de mí.
Jamás me decepcionaría de ella, es lo más perfecto que me pudo haber pasado, sigo estando enamorado de mi pequeña novia, la amo y por ella soy capaz de todo, incluso vivir esta vida que estamos viviendo, para protegerla siempre. No quiero que nada malo le pase, nunca me lo perdonaría.
–Se te ha cumplido, cariño. Tú nunca me decepcionas y siempre estaré enamorado de ti, ven vamos a brindar.
Amaia tomó mi mano y yo le di un ramo de sus flores amarillas, volviéndola loca de amor y después destapé una botella de vino, nuestro castillo Ygay como la primera vez que brindamos con él, lo serví en las copas y entonces nos miramos a los ojos, quedando inmersos el uno en la mirada del otro como siempre nos pasaba, desde que nuestras miradas se conectaron haciéndose una sola. Después brindamos y nos dimos varios tiernos besos, en medio de los cuales solo nos separamos para decirnos algo.
–Amaia, te amo y aunque no sabemos a dónde nos lleve la vida, siempre te estaré amando – Le aseguré – Nunca creí amar tanto a una pequeña niña que primero me encargaban de cuidar y que al verla crecer y convertirse en toda una mujer, caí rendido ante ti.
Esa niña que llevaba a dónde ella quisiera, a la que cuidé durante muchos años y que ahora es mi mujer y a la que seguiré cuidando con mi vida, la amo demasiado y aunque me duela dejarla durante varios días a la semana, llegará el día que la compensaré por todo el sacrificio que ha hecho en nombre de este amor.
–Me pasó lo mismo, nunca pensé que ese chico, ese guapo pasante de mi padre que después se volvió su socio más joven, me iba a robar el corazón, pero eso ha pasado y aquí estamos.
–Claro que sí, cariño. Estaremos hasta que la vida y el destino así lo quieran, siempre serás la mujer de mi vida. Te amo, Amaia, te amo cariño.
No sé qué hubiera pasado, si ella no me dice que quería tener algo conmigo y que solo me quería hacer feliz, esa historia hubiera sido diferente si ella no se atrevía a acercarse, pero aquí estamos frente a frente confirmando ese amor que nos tenemos.
–Te amo, Axel. Tú, siempre serás el hombre que le dio sentido a mi vida y esperaré que esta nos conceda, nuestro final feliz.
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El socio de mi padre Cap 199 en adelante
Romancecontinuación del socio de mi padre a partir del capitulo 199 hasta llegar al fin