PROHIBITED

"9"

El día empezó temprano para Betty Cooper esta vez, porque le tocaba ir por primera vez a una escuela secundaria a la que nunca había ido y estaba muy nerviosa.

—De acuerdo... ¿Tienes en tu mochila los cuadernos... Los documentos... Los útiles?— Preguntó Jughead.

Betty asintió. —Si... También traigo el celular, lo configure anoche—

Jughead asintió. —Perfecto. Escucha... Por tu propia seguridad... No hables con extraños que no sean los mugrosos compañeritos que te vallan a tocar y no compartas tu información personal con nadie extraño... ¿Entendido?—

—Si, entendido— Afirmó Betty.

—Y te recuerdo que habrán guardaespaldas vigilándote todo el tiempo, uno de mis choferes te llevará y después te irá a buscar a la hora exacta. Cuando llegues, ve directo a la oficina del director Whaterbea a dejar tu documentación. Yo estaré al tanto de ti a través de los guardaespaldas— Instruyó.

—Claro— Contestó Betty.

—Pero si ocurre algo me llamas a mi o a alguno de los chicos con el celular. En fin, ya vete o se te hará tarde. Mi chófer te espera— Avisó Jughead.

—De acuerdo, nos vemos— Se despidió Betty, dirigiéndose a la puerta principal de la mansión.

La ojiverde salió de la mansión y frente a ésta ya el chofer, un hombre de algunos cuarenta con traje, ya la esperaba en una limosina.

La puerta de la limosina se abrió sola y Betty entró, maravillada por todo el espacio y comodidades que la limo tenía dentro. Asientos cómodos de terciopelo y una pantalla en la que se podía seleccionar lo que quisieras ver.

Entonces empezó el recorrido a Riverdale High.

Mientras tanto, dentro de la mansión, Jughead veía a Betty por el ventanal retirarse en la limosina y en eso apareció Cheryl.

—¡Hola!— Lo saludó la pelirroja. —¿Qué ves?—

—Me deshice de Betty por un rato, la envié a la secundaria— Contestó, aún mirando por el gran ventanal.

Cheryl alzó una ceja. —¿Y por qué te preocupa tanto? Oh... ¿Te preocupas por alguien?—

Jughead la miró mal. —Claro que no. Es que tengo problemas con Reinaldo y sus hombres sueltos y ella también podría estar... En peligro. Solo quiero que todo salga como lo planee—

Cheryl lo miró, no muy convencida. —Bueno... Si tú lo dices...

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Betty iba llegando a Riverdale High y los nervios se apoderaron de ella; No había algo más intimidante para un adolescente que empezar de cero en una escuela nueva en dónde no conoces a nadie y nadie te conoce a ti.

—Gracias, pase buen día— Le dijo Betty al chofer, saliendo de la limo.

—Igualmente señorita, nos vemos en la tarde— Avisó el chofer.

Betty empezó a caminar al interior de la secundaria y su corazón golpeaba con fuerza su pecho, nerviosa y hasta un poco asustada.

Aún era temprano, por lo que no había tantos chicos circulando por los pasillos cuando ella se acercó a un chico de apariencia dulce y tranquila que guardaba un libro en su casillero.

—Disculpa, hola— Lo saludó Betty con una pequeña sonrisa tímida.

El chico la miró y sonrió. —Hey, hola. Eres nueva... ¿Verdad?—