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Betty y Jughead tenían aproximadamente tres horas ya, echando pasión en la cama, haciéndola sacudir, rumbo al sexto orgasmo de la noche.

Pues estaban dispuestos a recuperar todos esos días sin sexo.

—Mas Juggie... Más...— Gimió la ojiverde, tirando su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos con fuerza mientras su novio le daba, encima de ella.

—Córrete nena...— Gruño Jughead, abriéndole más las piernas para entrar más profundo en ella. —¡Qué te corras!—

Ella soltó un último gemido que pareció casi un grito y sus piernas y sus paredes internas temblaron, dándole la bienvenida a su sexto orgasmo mientras su novio soltaba sus fluidos dentro de ella hasta que terminaron y se tumbaron en la cama, agotados y con sus respiraciones fuera de control.

Tras recuperarse, se miraron a los ojos con una sonrisa divertida y se besaron con calma.

—Amor... ¿Estás bien? ¿No te lastimé?— Le preguntó él, acariciando su mejilla.

Betty negó, dejando un pequeño beso en sus labios. —Me siento tan bien que tengo ganas de una última ronda—

—¿Qué?— Preguntó Jughead, incrédulo. —Pero mi amor... Estoy agotado, ya no puedo más. Ya lo hicimos como seis veces en solo un rato. ¿No estás cansada?—

Betty negó. —Juggie por favor... Una más y ya, nos dormimos, lo prometo—

Jughead suspiró, sentándose sobre la cama. —Bien... Solo déjame ir por agua, quiero recargar antes. ¿Quieres algo de la cocina bebé?—

—Yo solo quiero que vengas rápido Juggie— Contestó, mirandolo. —Te deseo, mucho—

Jughead sonrió con superioridad, parándose de la cama y colocándose el pantalón de pijama. —Esas hormonas te tienen demasiado caliente. Pero no te preocupes, cuando vuelva voy a bajar esa calentura que tienes—

Ella se mordió el labio con una sonrisa perversa y su novio solo tardó unos cinco minutos para entonces volver con ella. Ella lo esperaba totalmente desnuda en la cama, más que preparada para la acción.

Jughead se le acercó y la miró, serio. —Te quiero en cuatro, ahora— Exigió.

Betty soltó un profundo suspiro y entonces adoptó la posición que pidió su novio.

Jughead la miró y relamió sus labios, deseando lo que tenía enfrente casi tanto como deseaba una hamburguesa. Entonces él se quitó el pantalón por la erección que le provocó el solo verla en esa posición frente a él y subió a la cama, colocándose detrás de ella.

Él la tomó del cabello y tiró suavemente de el. —¿Qué quieres que yo te haga?—

—Que me hagas el amor— Pidió en voz baja.

Jughead tiró un poco más fuerte de su cabello. —No, ya te hice el amor, no quiero hacerte el amor. Quiero hacerte otra cosa. ¿Sabes que es?—

—Entonces fóllame— Pidió, desesperada.

—Mas específica— Exigió el pelinegro, volviendo a tirar de su cabello.

—Hazme gemir tu nombre, fóllame tan duro que me hagas llorar, hazme apretar las sábanas y...

Ella dejó de hablar cuando de repente su novio entró de golpe en ella y la llenó, haciéndola soltar un gemido y quedándose quieto dentro de ella.

—Termina lo que estabas por decir...— Exigió, cerrando los ojos al sentir lo estrecha, caliente y húmeda que estaba su novia por dentro.

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