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Al día siguiente, una Betty adolorida despertó cuando los rayos del sol entraron a la habitación, pero no lo hizo sola; Estaba entre los brazos de Jughead, quien también apenas iba despertando.

—Vamos a despertar, dormilona— Murmuró Jughead, sentándose sobre la cama y acariciando su cabello. —La piscina ya está lista para nosotros—

—¿No podemos dormir un rato más?— Preguntó Betty, sentándose sobre la cama y mirándolo con un puchero.

Jughead sonrió con diversión y besó su frente. —Ya serán las once, quiero hacer muchas cosas contigo hoy—

—¿Cómo lo de anoche?— Preguntó, divertida.

Jughead soltó una risa. —Te gustó mucho lo de anoche traviesa. Bueno... Si quieres lo repetimos pero hay más cosas que quiero hacer contigo y no son coger como animales—

—¡Jug!— Lo regañó la chica, golpeándole el hombro. —Maneja tu lenguaje—

—Lo único que manejo son mis autos, pequeña— Aseguró Jughead, poniéndose de pie. —Y si te digo que nos bañaremos juntos con agua caliente y burbujas... ¿Aceptas?—

Betty lo miró con una ceja alzada. —Está bien, me gustan las burbujas—

Jughead sonrió y en cinco minutos ya ambos estaban en la bañera, llenos de jabón y burbujas, mojados y abrazados.

Ella descansaba sobre el pecho del chico mientras el regaba besos por todo su cuello y pechos, rodeándola con sus brazos.

Pero los dos sabían perfectamente que esto no iba a ser sólo besos inocentes en la bañera. No cuando Betty bajó su mano sigilosamente a la entrepierna de Jughead y tomó su miembro con la mano.

Jughead pegó un pequeño salto y la miró, tenso. —Oye... ¿Qué estás haciendo?—

Betty lo miró con diversión, masajeando su miembro. —No lo sé—

Jughead la miró mal mientras se ponía duro contra la mano de Betty. —No es divertido—

—Pues yo pienso que si lo es— Aseguró Betty, haciendo movimientos perezosos alrededor del miembro erecto del pelinegro.

Jughead suspiró, excitado. —Te diré qué es lo divertido...—

—¿Ah sí?— Preguntó Betty, apartando sus manos del miembro de el.

Jughead sonrió con maldad y en un rápido movimiento tomó a Betty, la colocó debajo de él y como obviamente estaba totalmente desnuda, entró en ella de golpe, sin previo aviso y sin nada de piedad.

—¡Jug!— Exclamó Betty por la impresión en un gemido, cerrando los ojos.

—Esto sí me parece divertido— Admitió Jughead con diversión, empezando a penetrarla con violencia.

Solo se escuchó el sonido del agua con los movimientos agresivos de las embestidas de Jughead dentro de la rubia y los gemidos de los dos, haciéndose más intensos tras cada penetración.

Jughead la tomó del cabello para dar sus últimas embestidas y salió de ella cuando ella llegó al orgasmo, pero antes de correrse, porque no se había colocado un condón.

Betty lo miraba con diversión mientras retomaba la respiración y Jughead soltó una risa.

—Eso sí que fue divertido— Admitió Jughead, acercándose a besar sus labios con dulzura.

Betty soltó una risa. —Estas loco—

—Por ti— Contestó con diversión. —Bueno... Vamos a bañarnos para bajar a desayunar o mejor dicho... Almorzar—

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