Al cabo de dos meses, Betty estuvo ocupada con los estudios y Jughead estuvo muy ocupado con sus asuntos con Mauricio Álvarez.
Lo que Betty no sabía, era todo lo que iba a pasar, todo el peligro al que Jughead se iba a exponer y lo que podría pasar si todo salía mal.
..................................................................
Un martes cualquiera, Betty estaba saliendo de Riverdale High en entretenidas conversaciones con sus amigos mientras Jughead llegaba a recogerla.
Durante los últimos meses, Jughead se encargó de llevarla y recogerla de Riverdale High personalmente, viviendo con miedo de que algo pudiese pasarle.
Pero hoy más que nunca deseaba verla, deseaba hablarle, porque estaba a punto de enfrentar algo muy peligroso.
—Si, mañana nos veremos chicos— Anunció Kevin.
—Hasta mañana, cuídense— Respondió Archie mientras rodeaba a Verónica con su brazo.
—Hasta mañana chicos. B... Cualquier cosa nos llamas— Pidió Verónica.
Betty asintió con una sonrisa. —Perfecto. Hasta mañana—
Tras despedirse de sus amigos, Betty caminó hasta el Mercedes Benz de Jughead y entró con una sonrisa, aunque él no se veía tan animado.
—¿Qué tal tu día?— Preguntó Jughead, empezando a conducir fuera del terreno escolar.
—Bien. Tuvimos inglés, matemáticas y para el viernes hay un pequeño exámen para repasar, es fácil— Aseguró Betty con una sonrisa, deteniéndose a mirarlo, extrañada. —Juggie... ¿Qué tienes?—
Jughead suspiró, deteniéndose frente a un semáforo en rojo, sin mirarla. —Betty... Hoy voy a estar ocupado. Voy a estar ocupado y estarás sola un par de horas, solo con algunos de mis empleados—
La sonrisa de Betty se borró. —¿Por qué? ¿Dónde estarás?—
—No puedo decírtelo— Contestó Jughead. —Pero vas a estar segura y vas a estar con mi hermana—
—¿Jellybean estará aquí en Riverdale?— Preguntó Betty con ilusión.
—Solo unos días, mi papá también estará cerca, así que no estarás mal acompañada— Aseguró el pelinegro, volviendo a conducir cuando el semáforo se puso en verde.
Betty sonrió, pero ella podía sentir algo más, podía sentirlo distinto, como preocupado.
El nunca mostraba sus emociones, siempre hacía hasta lo imposible por reprimirse y ella lo sabía.
Al llegar a la mansión, Betty se reunió con JB y fue como si tuvieran años sin verse; Estaban muy emocionadas de estar juntas otra vez.
Pero las cosas estaban raras en la mansión y las dos lo sabían, por lo que se asomaron por el balcón del segundo nivel y vieron a Jughead junto a dos minivans, dando órdenes, se veía muy estresado.
—Betty...— Llamó JB a la rubia, mirándola. —Tengo miedo—
Betty la miró. —¿Por qué tienes miedo?—
—Tengo un mal presentimiento, mi hermano siempre hace cosas peligrosas y me da miedo que...
—Jellybean...— La interrumpió Betty, posando una mano en su mejilla. —No pasa nada, Jughead hace esas cosas todo el tiempo—
Jellybean tomó aire y la abrazó. —Se que apenas nos conocemos, pero te quiero como si fueras mi hermana mayor, la que nunca tuve—
Betty sonrió, también abrazándola, pero lo que ninguna de las dos sabía, era que Jughead las estaba mirando mientras se abrazaban.
Las miró y sonrió levemente, pero tenía cosas qué hacer.
—Jughead...— Lo llamó Toni, acercándose. —Estamos listos—
Jughead la miró a ella y asintió. —Perfecto, vámonos—
Jughead subió a una de las minivan junto a Toni y ambos vehículos arrancaron y salieron del terreno de la mansión, por el gran portón con la J del apellido Jones en ella.
Iban a hacer algo realmente arriesgado, iban a enfrentar a Mauricio Álvarez cara a cara.
.....................................................................
Después de unas dos horas de camino en las minivans, Jughead llegó junto a su equipo a un edificio abandonado, bastante lejos de Riverdale.
Un edificio totalmente en ruinas, apartado de todo, pero que era el punto de reunión entre las dos bandas de criminales más fuertes del momento.
Al llegar, Jughead bajó de la minivan, pero antes, Cheryl tomó su mano.
—Jughead, espera— Pidió Cheryl. —¿Estás seguro?—
Jughead asintió. —Tengo que hacerle creer que ando solo, pero en realidad no lo estaré—
Cheryl asintió y lo abrazó. —Te odio, vago. Cuídate o te mato—
Jughead sonrió entre el abrazo y luego se separó. —No me hagas perder más tiempo, Cher. Adiós— Se despidió, tomando una carpeta y dirigiéndose al interior del edificio.
El ojiazul caminó con firmeza al interior del edificio, en oscuridad, ruinas y los sonidos de pequeños animales arrastrándose por todo el lugar.
Eso fue hasta que llegó a la presencia de Mauricio Álvarez; Éste señor se encontraba nada más y nada menos que en medio de todos sus hombres, que eran algunos veinte en total mientras se fumaba un cigarro.
—Yo a su edad trataría de dejar el cigarro— Aseguró Jughead, acercándose.
En menos de lo que canta un gallo, Jughead tuvo alrededor de veinte armas de fuego apuntando a su cabeza hasta que el capo de casi sesenta años hizo una seña y los hombres dejaron de apuntar a Jughead con sus armas.
—Llegué a pensar que no llegarías, Forsythe— Admitió el capo, exhalando humo del cigarro.
—Yo nunca falto a mi propia palabra, Mauricio— Aseguró Jughead, dando unos pasos mas cerca de él y tendiéndole la carpeta. —Vine solo, como me pediste—
El mayor lo miró con desconfianza y le arrebató la carpeta. —Mi hermano era la única familia que me quedaba, Forsythe— Le recordó, dolido. —El ni siquiera estaba metido en mis negocios. No había necesidad de arrebatarle la vida sin razón—
—Ya te dije que yo no lo hice— Negó Jughead, firme. —En la carpeta que te entregué están las pruebas de todo lo que Reinaldo hizo en mi contra, él me traicionó, Mauricio—
Mauricio asintió, mirando atentamente todo lo que estaba en la carpeta y soltando una risa. —Que hijo de puta tan imbécil. ¿Por qué no lo mataste?—
—Ese no es el punto— Contestó Jughead. —El punto es que yo no maté a tu hermano. Así que vas a irte de mi pueblo, vas a dejar de meter tus narices en mis asuntos y vas a desaparecer de aquí—
😶La cosa se va a poner bien fea 🔥🔪
Samy ❤️
ESTÁS LEYENDO
PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.