Llegó un nuevo día y un Jughead que no había dormido nada estaba conversando con su mejor amiga Cheryl Blossom en el jardín de la mansión, tomándose una taza de café para así avivarse un poco.
—Tio... ¿Luna no está?— Le preguntó Dale a Jughead, acercándose.
Jughead negó, soltando un suspiro. —No amigo. Tenias que venir ayer que ella pasó el día conmigo—
—Oh...— Respondió Dale, mirándolo. —¿Puedo jugar?—
—Enano... Estás en tu casa, no tienes que pedir permiso. Eres un rey en éste castillo— Aseguró Jughead.
Dale sonrió. —Eres el mejor tío— Miró a Cheryl. —Mami voy a jugar— Avisó, retirándose.
—Está bien príncipe, ve— Aceptó Cheryl con una sonrisa para después mirar a Jughead con atención. —Entonces... ¿Por qué me dijiste que te habías desvelado?—
—Es Betty— Contestó Jughead, frustrado. —No paro de pensar en ella día y noche. Cuando duermo pienso en ella, cuando despierto pienso en ella, cuando trabajo, cuando me baño, cuando como... Cuando estoy cerca de ella siento que perderé el control—
Cheryl lo miró y soltó un suspiro. —Jughead... ¿Por qué se separaron?— Preguntó.
—Pareció ser lo mejor en ese momento— Respondió. —No podíamos tener una conversación normal sin discutir y nos estábamos haciendo mucho daño. La acusé de tener un amante y nuestras discusiones empezaron a afectar a nuestra hija. Ella dijo que si yo seguía así se iría, no le hice caso y simplemente lo hizo, se regresó a su apartamento con nuestra hija y nuestro gato—
Cheryl asintió, mirándolo con atención. —Jughead... ¿Y no crees que las cosas se hubiesen podido resolver sin separarse?—
Jughead suspiró. —No lo sé. Cuando yo quería hablarle ella no quería y cuando ella quería yo no. Creo que los dos fracasamos en esa parte—
—¿La amas?— Le preguntó Cheryl.
—Maldición... La amo más que a mi propia vida Cheryl— Aseguró Jughead, mirándola. —La amo tanto que iría a buscarla al fin del mundo. La amo tanto que haría lo que fuera por ella. La amo tanto que cuando la veo se me acelera el corazón y lo único que quiero es hacerla feliz, era mi deber e hice todo lo contrario—
—¡Entonces búscala, maldita sea!— Exclamó Cheryl, poniéndose de pie. —Buscala, pídele perdón y convéncela para que lo vuelvan a intentar. Hablenlo, resuélvanlo cómo adultos maduros y piensen en esa dulce niña que tienen como hija Jug—
Jughead se puso de pie y abrazó a la pelirroja. —Gracias Cheryl, no sé qué haría sin tí. La voy a recuperar— Aseguró. —Es la mujer de mi vida—
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En la empresa, Betty estaba saliendo de su oficina y cuando se encontró con Marco la pena la invadió por lo ocurrido la noche anterior entre ellos.
—Elizabeth...— La llamó Marco, acercándose.
Betty le sonrió. —Hola Marco. ¿Cómo estás?—
—Mejor ahora que te veo— Aseguró, mirándola detenidamente. —¿Estás bien?—
Betty negó. —No... No estoy bien. Estoy muy apenada por todo lo que pasó ayer Marco, no quiero lastimarte—
—No lo hiciste— Negó Marco. —Mira... Sí me atraes, pero el hecho de que no sientas lo mismo no significa que yo me convierta en tu enemigo, eso es de hombres muy inmaduros. Me conformaré con seguir siendo tu buen amigo y el amigo de Luna. Aprecio que fueras sincera conmigo desde el principio—
Betty le sonrió. —Ay Marco... Eres tan maduro y ejemplar... Es que no puedo mentir—
—Entonces... ¿Todo bien? ¿Amigos?— Preguntó Marco.
Betty asintió con una sonrisa, abrazándolo. —Amigos—
En eso Jughead iba acercándose con flores y globos de corazones, pero cuando vió esa escena entre Betty y Marco algo se quebró dentro de el.
Desde lejos se podía ver lo sincero y puro que era aquel abrazo y entonces Jughead, muy dolido, frustrado y con un montón de emociones encontradas se retiró sin mas, solo asi.
—Me acabas de quitar un enorme peso de encima— Aseguró Betty, separándose del abrazo con una sonrisa. —Anoche apenas sí dormí pensando en todo lo que pasó—
—No hay problema Betty, todo está bien— Afirmó Marco, sonriente. —¿Ya te vas?—
—Si. ¿Tu?— Preguntó Betty.
—Tengo otras cosas qué hacer, mañana te veo—
—Hasta mañana Marco— Se despidió la ojiverde con una sonrisa.
Y no era mentira cuando Betty dijo que se había quitado un gran peso de encima. No quería lastimar a nadie, pero tampoco podía mentirle al corazón.
Cuando salió del edificio, alcanzó a ver una figura muy conocida; Era Jughead, pero estaba de espaldas, caminando y se veía enojado.
—Jug...— Lo llamó, empezando a seguirlo. —Jug... ¡Jughead!—
Jughead se giró a mirarla, aún con el enojo, tristeza y decepción en su mirada.
—¡Jughead!— Volvió a llamarlo la rubia, corriendo hacia el y alcanzándolo. —Jug... ¿Qué haces aquí? ¿Me buscabas o necesitas algo?—
Jughead negó, mirándola. —Quería hablar contigo, pero veo que es inútil, ya tienes a otro—
—¿Qué?— Preguntó Betty, confundida. —Jughead... ¿A qué te refieres?—
—Te ví con ese hombre— Avisó Jughead, dolido. —Vi como lo abrazabas. Lo abrazas como me abrazabas a mi. Están enamorados—
—Jughead eso no es cierto— Negó la rubia. —Marco es mi amigo. Ese abrazo fue para reafirmar nuestra amistad y que no habrá nada entre nosotros—
Jughead la miró a los ojos. —¿Es eso verdad? ¿No sientes nada por el?—
—Lo juro— Aseguró Betty, mirándolo a los ojos también. —Juro por mi hija que no lo amo, solo lo veo como mi amigo. El único hombre al que realmente amo y no logro sacar de mi cabeza es a ti—
Jughead no podía creer lo que estaba escuchando; Betty se estaba sintiendo exactamente como el, sin poder sacarlo de su mente.
—Jughead— Volvió a llamarlo Betty, con toda su atención en él. —Jughead mírame. Dime algo Jug—
Jughead suspiró y tomó su mano. —Tampoco logro sacarte de mi cabeza. Estás en cada pensamiento, en cada hora del día estás metida en mi mente y en mi corazón... Entonces ahí es cuando me doy cuenta de que eres la única mujer a la que amo y amaré el resto de mi vida. Por eso vine hasta aquí para decirte todo lo que siento Betty—
NOPUEDESER PARECE QUE VIENE RECONCILIACIÓN 😳
Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.