—Pero V... Ustedes básicamente están en su mejor momento— Opinó Verónica. —¿Por qué no quieres darle otro bebé? Es un gran papá—
Betty tomó aire, bajando la mirada. —No lo sé. Y claro que Jug es un gran padre, él ama a nuestra niña y la consiente hasta no poder más. Siempre me cuida aunque se ponga insoportable pero... Simplemente no se—
—B... Yo tengo dos hijos— Le recordó Verónica. —Y creeme que no conoces realmente tu capacidad de amar hasta que nace el segundo hijo. Pero no olvides que es tu decisión. Si no te sientes lista, hazlo cuando sientas que es el momento—
Betty sonrió. —Gracias por el consejo V. Siempre es bueno hablar contigo—
—Hola hola— Saludó Jughead, entrando a la oficina con Archie tras el. —Venia para acá y encontré a éste caballero que también venía a buscar a su dama—
Betty y Verónica soltaron una risa, mirándose. Después, las parejas salieron del edificio, se despidieron y ahí se dividieron.
Al entrar al auto, entre Betty y Jughead hubo un silencio muy incómodo. Había tensión, habían cosas qué hablar.
—¿Qué hora es?— Preguntó Betty, sin mirar a su esposo.
—Es medio dia— Contestó el ojiazul, encendiendo el auto. —¿Qué quieres hacer? ¿Almorzamos en casa, vamos al Pop's o qué?—
—El Pop's— Eligió Betty, jugando con sus manos.
Jughead asintió y salió del parqueo de la empresa para conducir directo al Pop's. Al llegar, ambos entraron, tomaron asiento, Jughead pidió su hamburguesa mientras que Betty prefirió alitas de pollo y papas fritas.
Degustaban su comida en silencio, pero sabían que tenían que hablar.
—Jug...— Lo llamó Betty, mirándolo. —Lo siento—
Jughead la miró mientras se tomaba su malteada. —¿Por qué lo sientes amor? ¿Por qué te disculpas?—
Betty tomó aire. —Hoy te traté mal, no sé que me pasó. Últimamente no me conozco—
Jughead tomó su mano por encima de la mesa y le sonrió levemente. —Bebé... Cálmate. Mira... Yo últimamente he estado intenso por el tema de tener otro bebé y olvidé que la persona que llevará a ese bebé en su vientre por nueve meses teniendo síntomas y malestar eres tu. Olvidé que eres tu quien va a traerlo al mundo y lo va a amamantar y todo eso. El caso es que solo estuve pensando en mi y no me detuve a pensar en ti mi amor—
Betty le sonrió. —Juggie... Sé lo mucho que deseas tener otro bebé... Pero quiero seguir disfrutando de mi hija. Si tenemos otro bebé, querramos o no no vamos a estar para ella como antes—
—Tienes razón preciosa. Por eso voy a respetar tus decisiones de ahora en adelante. Pero... ¿Sabes qué es lo que sí quiero hacerte justo ahora?— Preguntó Jughead, pícaro.
Betty lo miró con una sonrisa pícara. —¿Es lo que yo creo que es?—
Jughead asintió y en media hora ya los dos estaban en la mansión, específicamente en su habitación, comiéndose con un acalorado y apasionado beso feroz.
Él la pegó con fuerza a la pared mientras ella aún lo besaba y enredaba sus piernas en la cintura de su esposo. Se separaron, empezaron a desvestirse y solo quedaron sus ropas interiores en sus cuerpos, pero no por mucho.
Después de que Jughead se cansó de chupar y besar los pechos de su esposa, excitándola más, la tomó una vez más, la tiró a la cama, le quitó las bragas y le abrió las piernas de par en par para quitarse él sus interiores y meter su firme y gruesa erección dentro de ella, deslizándose sin piedad.
Sintió un alivio cuando por fin entró en su esposa y empezó a penetrarla, haciéndola gemir y aferrarse a su espalda y cabello mientras él entraba y salía de ella como si de eso dependiera su vida hasta que la hizo venir y él también se vino en ella.
Eso era todo lo que necesitaban para terminar de arreglar sus diferencias. Después de eso tomaron un baño juntos que terminó en otra ronda de sexo frenético bajo la ducha y luego salieron a vestirse.
Jughead estaba colocándose los zapatos al borde de la cama cuando Betty ya había terminado de colocarse unos jeans y una remera blanca y se acercó a él.
Betty se le acercó, se sentó sobre sus piernas y lo besó así nadamás. Lo besó pacíficamente y con ternura.
Tras terminar el beso, lo miró con una sonrisa. —Te amo Jug—
Jughead sonrió, dejando otro pequeño beso en sus labios. —Te amo preciosa. Parece que hacerte el amor te pone contenta—
Betty le golpeó el hombro con diversión y se puso de pie. —Ahí arruinaste el momento romántico—
—Pero es que no suelo ser romántico— Aclaró Jughead, poniéndose de pie y acercándose a su esposa por detrás, besando su cuello. —Soy caliente, tu me calientas—
Betty jadeó y se apartó de él, mirándolo cara a cara. —Basta. Esto de hoy solo fue para calentar. Ésta noche si te voy a hacer venir tantas veces que vas a quedarte seco—
Jughead abrió los ojos como platos. —Valla nena...
Tras ese encuentro, ambos salieron de la mansión, subieron a la camioneta que ésta vez Betty iba a conducir, Jughead llevaba al gato en su regazo y así fueron al colegio a recoger a su pequeñita.
—¡Papi!— Exclamó Luna, corriendo a los brazos de su papá, quien la esperaba frente a la camioneta.
—La niña más linda y dulce del mundo...— Contestó Jughead, tomándola en sus brazos y llenándola de besos. —¿Lista para irte a casa mi amor?—
—¿Y mami?— Preguntó la niña.
—Está conduciendo la camioneta, ven— Invitó el ojiazul, abriéndole la puerta trasera a la pequeña.
Estando ya los cuatro en la camioneta, Betty condujo de regreso a la mansión y allá hubo reunión en la cocina, en dónde Luna estaba en la encimera mientras su mamá le daba fruta.
—¿Cómo te fue hoy mi vida?— Le preguntó Betty a su hija, dándole una fresa en la boca.
—Bien— Contestó Luna, tomando la fresa. —Mmmm... Está rica mami—
—¿Para papá no hay?— Preguntó Jughead, abrazando a su esposa por detrás.
—No papi, todas son para mi— Aseguró la niña ojiazul.
Jughead soltó una risa y la tomó en sus brazos. —No lo creo pequeña traviesa—
Así eran felices, estando juntos, criando a su hija, disfrutando su matrimonio... Pero muchas cosas estaban a punto de cambiar.
Familia Jones Cooper ❤️
¿Teorías?
Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.