Al día siguiente, Betty despertó y lo primero que sintió fue un terrible dolor de cabeza y luego notó que estaba sola en la cama, sin su novio.
Suspiró, recordando lo de la noche anterior, el terrible ataque de celos e ira de su novio, como rompió todo, como la trató y todo lo que le dijo.
Entonces las lágrimas volvieron, aunque ella no quería.
—Buenos días preciosa— La saludó Jughead, entrando a la habitación con una bandeja que tenía panqueques, fruta, jugo y unas pastillas. —Traje tu desayuno y tus vitaminas—
Betty se limpió rápidamente las lágrimas y desvió la mirada. —Gracias...— Murmuró.
Jughead dejó la bandeja sobre una pequeña mesa y se acercó a ella, acariciando su mejilla. —Bebé... ¿Qué tienes? Ya no tienes temperatura, por lo que veo—
—Nada...— Negó, empezando a llorar más.
—Hey...— Contestó el, abrazándola con fuerza. —¿Qué te pasa mi amor? ¿Qué es lo que tienes?—
Betty lo abrazó con fuerza, llorando. —No lo sé... Me siento muy mal por lo de ayer y tengo unas ganas tan grandes de llorar que no puedo controlar...
—Amor, amor lo siento— Se disculpó Jughead, separándose y acariciando su cabello. —Mira... Soy un completo idiota por lo que hice ayer y luego encontraré la manera de disculparme. Pero por ahora quiero que te calmes o esto le hará mal a la bebé, por favor—
Betty asintió, separándose y limpiándose las lágrimas. —Jug... Yo... Yo no he sentido a la bebé desde ayer—
—¿Qué?— Preguntó Jughead, asustado. —¿Cómo así? ¿No se está moviendo?—
Betty negó con temor. —Nuestra bebé es muy activa, en este último mes vive pateándome, moviéndose cada segundo... Pero desde ayer antes del evento no he sentido ni un movimiento de ella, ni uno pequeño—
—Y ayer estabas con fiebre también. Te dije que fuéramos al hospital y no quisiste— La regañó.
Betty suspiró. —Jug... Si la bebé sigue inactiva entonces vamos al médico—
—Yo llamaré a la doctora — Avisó el ojiazul, poniéndose de pie y sacando su celular. —Amor... Tu desayuna y toma tus vitaminas, tal vez así la bebé se quiera mover— Pidió, saliendo de la habitación.
Betty hizo lo que su novio le pidió mientras este se iba a la sala a conversar por teléfono con la doctora. Aproximadamente media hora después, Betty bajó hasta la sala y encontró a su novio dando vueltas por toda la sala, nervioso.
Cuando Jughead vió a su novia acercarse, fue hacia ella rápidamente, preocupado. —Amor... ¿Tomaste tu desayuno y las pastillas?—
Betty asintió, soltando un suspiro. —Nada... La bebé no hace nada—
Jughead suspiró y guió a Betty hasta un sofá, ayudándola a sentarse para entonces agacharse hasta quedar a la altura de su vientre. —Bebé... ¿Estás ahí bebé? Bebé por favor haz algo, lo que sea. Mami y yo estamos muy preocupados—
Betty tragó saliva, asustada. —No siento nada, la bebé está inmóvil—
Jughead se maldijo por lo bajo. —Betts... La doctora me dijo que si después de que comieras algo la bebé seguía inmóvil, que fuéramos de inmediato— La miró, sin obtener respuesta. —Betts... ¿Me oíste?—
Betty asintió, colocando una mano sobre su frente. —No se... Me duele mucho la cabeza...
—Tenemos que ir al hospital urgente nena, vamos— Insistió Jughead, poniéndose de pie y ayudándola a ella a hacer lo mismo.
Fueron lo más rápido que pudieron al hospital y allá la doctora recibió a la pareja de inmediato, le hicieron varios exámenes físicos y luego una ecografía para ver si la bebé estaba bien y determinar por qué estaba tan inactiva.
Veían la imagen de la pequeña casi formada en la pantalla mientras la doctora pasaba el aparato sobre su abultado vientre.
—Doc... ¿Ya sabe por qué mi hija no quiere moverse?— Preguntó Jughead, nervioso, tomando la mano de su novia.
—No la siento desde ayer, por favor dígame qué mi hija está bien— Suplicó Betty, nerviosa.
La doctora suspiró, mirándolos. —La frecuencia cardíaca de la bebé está baja, probablemente por eso se ha mantenido tan inactiva. Además... Su presión arterial está alta y es motivo de preocupación señorita—
Jughead se maldijo por lo bajo. —Pero... Las dos estarán bien... ¿No?—
—Me gustaría decir que si señor papá... Pero... Es complicado— Empezó a explicar la doctora. —Miren... No soy psicóloga ni me concierne meterme en sus asuntos personales... Pero es importante que la madre... O sea... Usted Elizabeth... Se mantenga lo más lejos posible de estrés, discusiones, ambientes dañinos y todo eso. Porque si su presión se mantiene alta, podría sufrir preeclampsia y eso podría dañar algunos de sus órganos o su bebé podría nacer antes del tiempo y con bajo peso—
Betty negó, aún más nerviosa. —No... No... Mi bebé no doctora, haga algo—
—Lo único que puedo hacer es indicarle más exámenes y monitorear su presión arterial. Pero lo demás lo hacen ustedes, son los padres y es su deber hacer que ésta niña venga al mundo sana. Mamá... Si usted se cuida, también cuida a su bebé— Reprochó la doctora.
Betty asintió, tomando una profunda respiración y fueron casi cuatro horas más en el hospital, algo que ella odiaba con todo su ser.
Pero no se trataba de ella y mucho menos de Jughead. Se trataba de su hija, su bebé.
Y por su hija iba a hacer todo lo que hiciera falta para traerla sana al mundo.
Ya era casi de noche cuando Betty y Jughead salieron por fin del hospital y entraron al auto, estuvieron en el hospital casi todo el día porque no iban a dejar ir a la rubia hasta controlar su presión alta.
Betty suspiró, mirando su celular, estando dentro del auto. —Perdí todo el día en el hospital. Tenía tantas cosas por hacer hoy...
Jughead la miró. —Lo primero que te advirtió la doctora fue que no te estresaras y eso estás haciendo Betty—
Betty rodó los ojos. —Adivina cuál es la mayor razón de mi estrés— Lo miró.
Jughead suspiró y la miró antes de encender el auto. —Amor... ¿Aún piensas que vivir conmigo fue una mala idea?—
¿Se romperá Bughead otra vez? 💔😭🥺
Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.