Ya había pasado casi una hora en la que Betty la estaba pasando tan bien que por un momento había olvidado que ese día se iría.
Archie, Verónica y Kevin habían llegado desde hacía rato y ahí la rubia los puso en contexto sobre lo que estaba pasando, obviando las partes sangrientas, claramente.
—Pero no nos dió tiempo a prepararnos mentalmente para que nos dejes, eres mala, Betty Cooper— La acusó Verónica mientras lloraba y se escondía en el pecho de su novio.
—Nunca nos dijiste que eras estudiante de intercambio, así hubiésemos evitado encariñarnos— Se quejó Kevin, limpiándose las lágrimas.
—No podemos creerlo, te queremos y esperamos no perder contacto contigo— Dijo Archie mientras abrazaba a Verónica.
Betty suspiró, mirándolos. —Los quiero chicos, les escribiré diario, lo prometo—
Ella no les dijo toda la verdad, les había dicho que todo este tiempo fue estudiante de intercambio y que ya debía irse, que sus padres irían a recogerla.
No era que no tuviera la confianza suficiente para decirles lo que realmente pasó, pero mientras menos personas lo supieran, mejor.
—Con videollamada incluida— Exigió Verónica.
Betty soltó una risa. —Si... Con videollamada incluída—
Mientras Betty seguía disfrutando su fiesta de despedida con los chicos, Jughead estaba afuera, dándole seguimiento a todo desde su celular.
En la llamada...
—Ya los fuimos a recoger al aeropuerto y en este momento casi llegamos señor— Anunció un empleado de Jughead. —Son los de la foto—
—Perfecto, gracias Ramón— Contestó Jughead. —Yo personalmente la entregaré. Llámame si ocurre cualquier otra cosa—
—Entendido señor, hasta pronto—
Fin de la llamada.
Jughead suspiró, guardando su celular y dirigiéndose al interior de la mansión con una presión extraña en el pecho y un raro sentimiento melancólico en él.
Al entrar a la mansión, Betty estaba disfrutando con sus amigos y compañeros cuando él se le acercó.
—Betts...— La llamó, mirándola.
Betty se giró a mirarlo, atenta. —Juggie... ¿Ya llegaron?—
—Estan cerca, si quieres decir una última cosa hazlo ahora— Sugirió.
Betty asintió, tomando aire y miró a los demás, los cuales estaban muy entretenidos conversando. —¡Atención, me gustaría decir unas palabras! Gracias por tomarse su tiempo para organizar todo esto y estar aquí conmigo... Ustedes son una familia para mí, me apoyaron y me cuidaron cuando más lo necesité y no podría estar más agradecida, los quiero mucho y los llevaré siempre en mi corazón—
Todos le aplaudieron y ya que Betty ya tenía que ir a reencontrarse con sus padres, todos, absolutamente todos los que estaban ahí presentes fueron a abrazarla con fuerza a modo de despedida.
Reggie, Fangs, Sweet pea, Toni, Cheryl, Kevin, Archie y Verónica. Hubo lágrimas tanto de Betty como de los demás, porque de verdad se habían encariñado con ella.
Entonces llegó la hora: Jughead tomó su mano y la guió hasta el exterior de la mansión, justo después de la fuente que estaba frente a la misma.
Solo eran Jughead y Betty además de los guardias que estaban ocultos por si algo salía mal, en espera de aquel auto.
Jughead sintió nerviosa a Betty y tomó su mano, apretando levemente. —Oye, todo saldrá bien— Le sonrió.
Betty se encontró con su mirada y sonrió. —Si estás conmigo cuento con que todo estará bien—
En ese momento un auto entró a la mansión, el auto en el que estaban los padres de Betty. El auto se detuvo a unos pocos metros de donde estaban la rubia y el pelinegro y el primero en bajar fue el chófer.
El chofer les hizo un saludo con la cabeza, al que ellos respondieron de la misma manera y en ese momento él les abrió la puerta a ellos.
Eran ellos sin duda, Hall y Alice bajaron de ese auto tomados de las manos y cuando vieron a su única hija después de tanto tiempo de derrumbaron en llanto.
Betty se cubrió la boca con ambas manos para no gritar y miró a Jughead con los ojos aguados, como si buscara su aprobación.
Jughead le sonrió. —Ve, eres libre pequeña—
Betty salió disparada de dónde estaba y corrió a los brazos de sus padres; Éstos la abrazaron con fuerza y rompieron a llorar los tres de tanta felicidad, llenando de besos a su hija.
—Mi bebé... Pequeña... Eres tú...— Murmuró Alice, besando su cabeza numerosas veces sin dejar de abrazarla.
—Pensábamos que te habíamos perdido, mírate— Habló Hall, deteniéndose a observar a su hija. —Estás más hermosa que nunca mi princesa hermosa...
—Mamá, papá...— Sollozó Betty, abrazándolos con fuerza, aferrándose a ellos. —No saben cómo los extrañé...
—Ya nos vamos a donde nunca más vamos a permitir que te hagan daño mi amor lo prometo— Aseguró Alice, separándose y limpiando sus lágrimas.
—Vámonos a casa princesa. No a Nueva York, pero sea donde sea, será nuestra casa porque estaremos juntos— Aclaró Hall, besando su frente.
Betty sonrió, haciendo un silencio. —Debo despedirme de el— Miró a Jughead.
Jughead miraba todo desde unos pocos metros y se quedó confundido cuando Betty corrió de regreso a él y lo abrazó con fuerza, llorando en sus brazos.
—Te voy a extrañar... Gracias por tanto Juggie— Agradeció la ojiverde, separándose y mirándolo. —Te amo—
Jughead abrió los ojos como platos. —Estas loca niña. Pero por favor cuídate mucho, estudia y pórtate bien—
Betty se acercó a su oído. —Te juro que cuando sea seguro y esté preparada, volveré a ti— Susurró, separándose y besando su mejilla.
Esas palabras dejaron al ojiazul confundido y en ese momento otros de los empleados llevaron el equipaje de Betty al auto y ella se fue con sus padres hacia el jet privado de Jughead que los llevaría hasta su nuevo hogar.
Los padres de Betty decidieron mudarse a California por todo lo que había pasado en su antiguo hogar, entonces ahí iban a vivir a partir de ahora. Jughead había enviado un jet privado que los llevara.
Pero una parte de el se había ido con ella y una parte de ella se había quedado con el, porque aunque los sentimientos estaban, no pudieron tener su romance porque era prohibido.
¿Quisieron hacer también la lloración? 😭 ¿Que pasará después?Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.