Fue ese mismo deseo que los llevó a unir sus labios una vez más, pero fue un beso tan intenso que era claro que iba a llevar a algo más.
Para sorpresa de Jughead, Betty fue quien lo guió a la cama mientras se besaban y lo tiró en ella, mirándolo con deseo.
Jughead la miró con una ceja alzada. —¿Que haces, traviesa?— Le preguntó con diversión.
Betty se mordió el labio con una sonrisa perversa, acercándose a él. —Algo que he querido hacer toda la noche— Confesó, arrodillándose frente a él.
—¿Y que es lo que has querido hacer toda la noche?— Preguntó el ojiazul.
Betty lo miró con maldad y empezó a desabrochar su pantalón. —Solo haz silencio y déjate llevar, Juggie—
Jughead la miró con diversión y supo lo que ella quería cuando ella le bajó el pantalón y sacó su miembro ya erecto de su ropa interior.
Ella lo miró a los ojos con una sonrisa malévola y el la miró, lleno de deseo cuando la ojiverde se llevó el miembro del chico a la boca, haciéndolo estremecerse y soltar un profundo suspiro de placer.
Ella empezó a hacer movimientos con su lengua alrededor de su duro miembro y el cerraba los ojos, tirando su cabeza hacia atrás, enloqueciendo del placer.
Betty seguía haciendo su trabajo cuando Jughead la agarró del cabello y empezó a guiar sus movimientos alrededor de su miembro, penetrando la boca de la chica entre jadeos de placer.
Él no pudo aguantar más, terminó por correrse en la boca de la chica y también le llenó el rostro de aquel fluido hasta que terminó.
Ella se puso de pie nuevamente, él tomó una toalla de papel para limpiar el rostro de la chica y luego la besó, la besó efusivamente, pero con más calma que los besos anteriores.
Ambos se tumbaron en la cama, juntos, aún besándose, muy pegados; Él empezó a bajar su mano por las piernas de la chica y acariciarlas mientras aún se besaban.
Betty no tenía nada más que una bata de seda, no tenía sostén y solo tenía sus bragas. Jughead empezó a acariciar la cara interna de sus muslos y subió sus caricias hasta su entrepierna.
Ella sintió su caliente mano cerca de su feminidad y soltó un pequeño gemido mientras ambos aún se besaban.
Jughead sonrió, orgulloso de lo que sus caricias podían hacerle a ella y continuó subiendo hasta meter su mano entre las bragas de la chica y acariciar su feminidad, encontrándola mojada.
Betty soltó un gemido, arqueando la espalda y de ésta manera separándose del beso. Ella movió sus caderas contra la mano del chico, deseando que él la acariciara más.
Jughead sonrió, besando su cuello sin mover su mano. —Nena... Tan mojada y no te he hecho nada...
—Tocame...— Suplicó, besándolo.
Jughead volvió a sonreír entre el beso y entonces introdujo dos de sus dedos dentro de la chica, entrando con facilidad por lo húmeda que estaba.
Tan excitada, tan caliente... El empezó a hacer movimientos circulares en la feminidad de la ojiverde y ella empezó a gemir, complacida y muy, pero muy excitada.
Él continuó estimulando su clítoris hasta hacerla venirse, dejándola muy agitada. Él la besó, ambos se besaron con dulzura y luego se miraron a los ojos con una sonrisa.
—¿Qué estamos haciendo?— Preguntó Betty con diversión.
—Tu empezaste— Respondió Jughead, divertido. —Betts... Ahora ponte en cuatro—
Betty se mordió el labio y se sentó sobre la cama, adoptó la posición que pidió Jughead, apoyándose sobre los codos y el ojiazul se paró de la cama.
Dió la vuelta hasta quedar con el trasero de la chica frente a él, sonrió con superioridad, se colocó frente a ella, le bajó las bragas, él terminó de bajarse la ropa interior pero antes fue por un condón al cajón de la mesita de noche.
Se lo colocó en su miembro ya erecto y regresó con ella, posicionándose en su entrada. Le sujetó el cabello rubio y alborotado y entró en ella, deslizándose con mucha facilidad por lo húmeda que estaba ella en ese momento.
Él empezó a penetrarla, entrar y salir de ella aumentando de a poco la velocidad, entrando en lo más profundo de su estrecho y caliente interior mientras le sujetaba el cabello y ella gemía y gemía, loca por el placer al mismo ritmo que el.
—Juggie... Más...— Gimió ella, apretando las sábanas y cerrando los ojos con fuerza.
Jughead elevó una pierna y empezó a darle desde otro ángulo. Supo que cambiar de posición había servido cuando los gemidos de la chica parecían casi gritos, ella estaba enloquecida de placer y él también.
—¿Así? ¿Así te gusta? ¡Habla!— Exigió Jughead, tirando más fuerte de su cabello.
—¡Si, si, así!— Gimió ella una vez más, llorando del placer.
Jughead cerró con fuerza los ojos, sintiendo su liberación cerca y las piernas de la ojiverde empezaron a temblar, dándole la bienvenida al mejor orgasmo de su vida. Entonces, en ese mismo momento Jughead también se corrió en el condón que estaba usando.
Sintieron lo que sentían cada vez que tenían intimidad, que habían obtenido el mejor orgasmo de sus vidas.
Agitados, sudorosos y cansados se tumbaron en la cama una vez más mientras se recuperaban de tanta acción. Betty se acostó sobre su pecho que subía y bajaba, aún agitado.
Tras retomar el aire, se miraron con una sonrisa divertida y volvieron a besarse, pero con más calma.
—Que locura— Admitió Betty en voz baja, acariciando el rostro del chico.
—Creo que te he pervertido pequeña— Le dijo Jughead, acariciando su mejilla y dejando un beso en su frente. —Eres increíble en la cama—
Betty soltó una risa. —Tonterías... Apenas tuve mi primera vez el otro día. Nada comparado con alguien que ya tiene años de experiencia—
—Te enseñé todo lo que sabes y sigues aprendiendo, perdón por tirar tan fuerte de tu cabello, no quería maltratarte— Se disculpó Jughead.
Betty sonrió, mirándolo fijamente. —Te perdono si tenemos otra ronda, un rapidín y nos dormimos— Pidió.
Eso fue demasiado hot, no lo escribí yo 😳
Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.