—Pero primero vine a arrojar monedas con mi novio— Aclaró JB. —Jug, Betty... Si ustedes se gustan no tienen por qué esconderlo. Está bien si se quieren, es tiempo de que vivan su amor tranquilos—
Betty y Jughead se miraron sin decir nada, nerviosos, pero al intercambiar miradas y perderse en los ojos del otro encontraron una vez más esa calma y ese sentimiento que les hizo sonreír.
JB miró a su novio y se acercó a su oído. —Te lo dije. Están muy enamorados—
Franco sonrió y besó su mejilla. —Estas en lo cierto—
—Oigan, dejen de secretearse y vamos al castillo— Exigió Jughead, divertido.
JB le sacó el dedo del medio. —Ritardato mentale—
Jughead la miró mal. —Lascia che ti metta le mani addosso— Advirtió.
Betty soltó una risa. —Discussioni in italiano—
Franco se encogió de hombros, divertido. —Cose da fratelli—
Después de eso fueron al último lugar que iban a visitar aquella noche; El Castillo de San't Angelo. Cuando llegaron, Betty estaba como niña pequeña.
Miraba todo, asombrada y muy emocionada, casi como si tuviera cinco años mientras JB paseaba con Franco en el puente y Jughead la miraba a ella.
La miraba como si tuviera el mayor premio frente a él, la miraba de una manera diferente y Betty se dió cuenta cuando cruzó miradas con el.
—Juggie...— Lo llamó Betty, acercándose. —¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?—
Jughead se le acercó con una sonrisa, tanto que sus respiraciones se cruzaban y sus ojos se conectaron. —Te miro así porque me encanta verte así de feliz como lo estás ahora. Quiero verte siempre así, Betts—
Betty sonrió, tomando su rostro entre sus manos. —Y voy a estar así de feliz siempre que esté a tu lado Juggie—
Jughead sonrió y la levantó, haciéndola reír, pero esa risa la cayó con un beso. Un beso calmado y lento que como todos los besos que se daban, lo sentían como el paraíso.
Cerca, en el puente, JB miraba la escena con una sonrisa enorme en su rostro para después mirar a Franco. —Ellos realmente están muy enamorados—
Franco sonrió. —Lo están, se nota a kilómetros. Pero... ¿Por qué te extraña tanto bebé?—
—¿Es una broma? Franco... Mi hermano era el ser más insensible del mundo hasta que la conoció a ella. Éste Jughead que ves ahí es un Jughead totalmente nuevo y hasta mejorado— Explicó JB.
Franco asintió. —Ahora entiendo. Si... Me recuerda a nosotros mi niña— Admitió, tomando su mano. —Soy mejor persona desde que te conocí—
JB sonrió y rodeó su cuello con sus brazos para darle un cariñoso y profundo beso a su novio hasta que una voz los distrajo.
—¡Aléjate de mi hermana Franco, es una bebé!— Exigió Jughead desde el frente del castillo.
JB se separó de Franco y miró mal a su hermano. —¡Atiende a tus asuntos hermano!—
Betty reía por su relación de hermanos, era muy divertida y caótica a la vez. Pronto Jellybean y Franco se retiraron para su fiesta de recién graduados y les quedaba el resto de la noche para disfrutar.
Jughead llevó a la rubia a un restaurante Italiano cercano, súper exclusivo y ahí pidieron para cenar Spaghetti alla Carbonara, una de las recetas de pasta más típicas de la ciudad.
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.