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Jughead había llevado a Betty a casa después de su encuentro en la mansión y de ahí se fue, cada quien a su casa, para descansar.

Descansar, pero sin poder borrar todo lo sucedido la noche anterior entre ellos en esa habitación.

Ya uno era adicto al cuerpo del otro, pero aún no se daban cuenta.

¿Qué pasó al otro día? Pues... Trabajar, como normalmente lo tenían que hacer.

Betty estaba terminando una reunión en el edificio en el que trabajaba, en su propia empresa constructora cuando ya estaba a punto de salir.

—Solo deben hacerle las mejoras que pedí y el proyecto estará listo para ser ejecutado— Anunció Betty, feliz mientras organizaba algunas cosas en su escritorio.

—Entendido señorita, pase buenas tardes— Contestó uno de los obreros, retirándose junto a los demás.

—Igualmente, gracias— Respondió Betty, terminando de guardar el papeleo para salir del salón de conferencias.

—Ahí estás, bella Elizabeth— Dijo Brett, acercándose.

Betty rodó los ojos y se giró a mirarlo con su sonrisa mejor fingida. —Brett... Ya tengo que irme. ¿Qué ocurre?—

—Tras esa conferencia, puede que te dé algo de hambre, así que se me ocurría que...

—Brett, sabes que te aprecio y te respeto— Aseguró Betty. —Pero no se de qué otra manera explicarte que no podemos salir de una relación estrictamente profesional. ¿Entiendes?—

—Lo se, Betty, lo se— Contestó Brett. —Pero no puedo evitarlo. Eres bellísima y eres inteligente, eres todo lo que cualquier hombre podría desear y fuera de aquí no eres la jefa y yo no soy un obrero—

Betty suspiró. —Brett... Que sea la última vez que te lo digo. No saldré contigo, perdón. Buenas tardes— Se despidió, dándole la espalda para salir de ese salón.

Brett rodó los ojos y se quedó mirándola mientras desaparecía por el pasillo. —Algún día vas a ser mía Elizabeth. Cueste lo que cueste—

Cuando Betty iba saliendo del edificio casi vacío, su celular sonó con un mensaje y lo tomó de inmediato porque escogió un tono específico para cuando Jughead le pusiera un mensaje.

Si, ya ellos habían intercambiado números la noche anterior y no sólo placer entre ellos.

En el mensaje...

Juggie 🐻
Hola hermosa
¿Cómo estás?
¿Te parece si paso a buscarte para que comamos algo en el Pop's?
Tanto trabajo debe tenerte hambrienta

Betts ❤️🔥
Hola Juggie
Estoy saliendo del trabajo justo ahora
Y si, tengo mucha hambre 😭

Juggie 🐻
Te espero afuera del edificio pequeña

Betts ❤️🔥
Ahí te veo guapo

Fin del chat.

Betty volvió a guardar su celular en su cartera con una sonrisa y así salió del edificio, encontrándose con nada más mi nada menos que el mismísimo Jughead Jones.

Un Jughead con un estilo más sencillo, una camiseta blanca y unos jeans azules, sin mencionar el ramo de flores de girasol que tenía en mano.

Betty se cubrió la boca con ambas manos para no chillar de la emoción. —Juggie... ¿Qué es esto?—

Jughead se encogió de hombros. —Un ramo de flores, tus flores favoritas y hoy me deshice de la camisa, solo eso. Son tuyas—

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