El auto de Jughead estaba temblando, los vidrios ya estaban empañados y eso era porque los dos estaban teniendo sexo frenético y salvaje en el.
Estaban semidesnudos, Jughead no tenía camisa y aunque aún conservaba sus pantalones tenía su miembro erecto fuera de ellos, pero dentro de su novia.
Y Betty tenía los pechos expuestos, su novio chupándolos y masajeandolos con su lengua mientras ella gemía y se movía encima de él, haciendo que él entrara más profundo en su cuerpo.
—Me vas a volver loco nena... Sigue así... Maldición...— Gruñó el ojiazul, apretándola de las caderas y guiando sus movimientos.
—Ay Juggie... Estoy cerca... Quiero sentir... Quiero sentir como te vienes adentro— Murmuró Betty entre gemidos, apenas con aire mientras cerraba los ojos con fuerza y seguía saltando sobre el miembro de su novio.
—Ahí voy nena...— Siseó el chico, apretando con fuerza sus caderas.
Ella soltó unos gemidos que parecieron gritos mientras el soltaba largos suspiros del placer, liberándose dentro de ella, liberando ese fluido en su interior estrecho y caliente mientras ella lo disfrutaba en medio de su orgasmo.
Cómo siempre pasaba cuando hacían el amor, lo sentían como el mejor orgasmo de sus vidas.
Y como siempre pasaba también cuando tenían intimidad, se miraron a los ojos y luego se besaron con una sonrisa.
Tras besarse de una manera más calmada, volvieron a vestirse para retomar sus lugares en el auto e ir al apartamento de la ojiverde.
Jughead soltó una pequeña risa mientras encendía el auto. —Bebé... Me encanta hacer el amor contigo en el auto—
Betty se sonrojó con una sonrisa. —Ahora sé que el auto es un lugar fantástico para hacer el amor—
Jughead sonrió, mirándola de reojo y empezó a conducir al apartamento de Betty; En el camino no dijeron nada y era que en realidad no había mucho que decir.
Si, estaban un poco estresados, pero ésta sesión de sexo alocado en un auto los hizo reiniciarse y relajarse más.
Al llegar al apartamento, Jughead le abrió la puerta del auto y la acompañó hasta la puerta del apartamento.
Antes de abrir la puerta, Betty se giró a mirarlo con una mirada suplicante. —Juggie... No quiero dormir sola. ¿Duermes conmigo ésta noche?—
Jughead suspiró, posando una mano en su mejilla. —Bebé... Me gustaría hacerlo pero...
—Juggie por favor...— Suplicó Betty, poniéndole ojitos.
Esos ojos que le ponía también cuando era adolescente para convencerlo de hacer cosas que no quería hacer.
—Está bien— Aceptó Jughead, besando rápidamente sus labios.
Betty sonrió, tomando su mano y abriendo el apartamento con su mano libre, esperando ver a su gatito recibirla.
Pero el gatito no apareció, no salió a recibirla como solía hacer.
Betty miró a su alrededor, buscando a su gato. —Caramelito... ¿Dónde estás bebé?—
Jughead se le acercó y la abrazó por detrás. —Debe estar dormido en tu cama, ya lo conoces—
—¡Caramelo!— Lo llamó Betty, mirando a su alrededor, buscando en su habitación. —Carame...
Jughead la siguió y se detuvo en seco cuando vió a Betty arrodillarse y temblar frente a la entrada de su habitación. —Amor... ¿Qué ocurre bebé?—
—Caramelo...— Lo llamó Betty, moviendo al minino que no se movía, tirado en el piso. —Gatito...
Jughead también se le acercó, agachándose y tocando al gato, preocupado. —Oh no...
—Gatito... Gatito despierta— Pidió Betty, moviéndolo. —Gatito... ¡Gatito!—
Jughead corrió a buscar un botiquín, que tenía un estetoscopio y lo sacó para escuchar los latidos del gato mientras Betty entraba en desesperación.
—Juggie vamos al veterinario, no se mueve...— Sollozó Betty, asustada.
Jughead trataba de buscar los latidos del gato, pero fue inútil; El gatito estaba frío y duro y no mostraba ningún signo de vida. El chico procedió a tratar de reanimarlo, pero fue inútil.
—Juggie salvalo... Sálvalo por favor Juggie...— Suplicó Betty, llorando.
Jughead seguía reanimándolo, pero por el estado en el que el gato estaba, se notaba que había fallecido desde hacía ya un buen rato.
Betty se había quebrado, su gato había fallecido sin una razón aparente y ya no había nada que hacer por el.
Entonces la ojiverde se tiró al piso a llorar encima del cuerpo sin vida de su gato mientras Jughead solo se encargaba de quedarse a su lado a darle consuelo.
—¡Gatito!— Gritó Betty, abrazando el cuerpo sin vida de su mascota y llorando con amargura. —¿¡Pero por qué!? ¡Tú estabas muy bien cuando me fui! ¡Gatito no te vallas, no me dejes!—
Jughead se mordió el labio para evitar llorar con ella y la abrazó por detrás, besando su cabeza. —Nena estoy aquí contigo. Estoy aquí amor, tranquila—
—El estaba bien cuando nos fuimos... No entiendo que pasó— Admitió Betty entre el llanto, sin soltar a su gato. —Por favor regresa Caramelito no te vallas... ¡Regresa Caramelo te lo exijo!— Gritó.
—Nena... Creo que deberías...
—¡Cállate Jug, cállate!— Le gritó, mirándolo con la cara empapada de lágrimas y los ojos rojos. —¡Mi gatito se murió, se fue y no va a volver Jughead! ¡Se fue para siempre!—
—Amor lo sé, pero primero cálmate por favor. Así no...
—¡Déjame sola maldita sea! ¿¡Es mucho pedir!?— Preguntó Betty, sollozando, sin soltar al gato. —Aqui estoy minino... Mami está aquí gatito tranquilo...
Jughead suspiró y se retiró, pero no del apartamento, no iba a dejarla sola con lo vulnerable que estaba.
Betty se quedó tanto tiempo llorando y abrazando el cuerpo sin vida de su gato que el mismo Jughead perdió la cuenta, pero no se fue.
Ese gatito representaba algo muy importante para Betty y Jughead también se había encariñado con el.
Ya que Betty quería estar sola, Jughead se sentó sobre el sofá, pero recibió un mensaje que lo llenó de ira, coraje e impotencia.
En el mensaje...
Desconocido
Espero que tu novia y tu hayan disfrutado el regalito que les dejé en su apartamento
No preguntes cómo entré porque no tuve que hacerlo
Ese gato era tan estúpido como túJughead J.
¿Que diablos quieres ahora?Desconocido
Tu sabes muy bien que es lo que quiero
Nos vemos mañana al caer el sol
Les dije, lloré a mares escribiendo esto, no me odien porque yo sufro como ustedes 😭😭😭💔💔Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.