Se fue el mes y eso sólo significaba una cosa; Como Betty había prometido, debía ir a Italia con Jughead para la graduación de Jellybean y el ojiazul la fue a buscar muy temprano a su apartamento.
Jughead estaba frente a la puerta del apartamento de Betty cuando ésta abrió la puerta con una pequeña maleta al lado.
—Déjame ayudarte con eso— Se ofreció el ojiazul, tomando la maleta de la rubia. —Oye... Caramelo está durmiendo en la mansión, van a cuidar muy bien de el, no te preocupes—
Betty sonrió mientras cerraba bajo llave el apartamento y miró a Jughead para besar su mejilla. —Gracias Juggie. ¿Nos vamos?—
—Vamos— Invitó Jughead, besando su frente para caminar a su lado.
Ambos salieron del complejo de apartamentos y Betty subió con Jughead a su camioneta. Jughead condujo hasta la pista en la que los esperaba el jet privado, los empleados subieron el equipaje al avión y luego subieron Betty y Jughead.
Ya en el avión, sentados uno al lado del otro en un sofá con una pequeña mesa en frente, Betty parecía nerviosa y Jughead, obviamente se dió cuenta de inmediato.
El tomó sus manos y la miró a los ojos. —¿Estás bien?—
Betty asintió, bajando la mirada. —Lo estoy—
Jughead alzó una ceja. —¿Estás segura? Si viajar en avión te pone nerviosa o te hace sentir mal puedes decirme sin tener vergüenza—
—No es eso— Negó Betty, tomando aire y mirándolo. —Cuando me mudé a California con mis padres nos enviaste en un jet privado como este y estar aquí otra vez me hizo recordar lo deprimida que me sentí cuando abandoné el pueblo, pero al mismo tiempo lo feliz que me sentí por estar con mis papás. Fue un momento agridulce, perdón—
Jughead sonrió y dejó un beso en su frente para entonces abrazarla. —Descuida, lo entiendo. Yo también estuve así, estaba feliz por haber hecho lo correcto y devolverte con tus padres, pero también estaba algo deprimido por dejarte ir y no tenerte conmigo—
Betty sonrió con ternura y dejó caer su cabeza sobre el hombro de Jughead. —Lo importante es que otra vez estamos juntos y no nos vamos a separar—
—Si, juntos— Repitió Jughead, rodeándola con sus brazos.
Fue un viaje de unas siete horas y la mayoría Betty las pasó durmiendo entre los brazos de Jughead y solo despertó para tomar algunos bocadillos.
Cuando llegaron a Roma, apenas estaba amaneciendo y Betty apenas iba despertando, mirando por la ventana del avión con una sonrisa.
Todas las luces y monumentos de Roma, la ciudad también iba despertando. Cuando el jet aterrizó, una limosina enviada de parte de Fp fue a recogerlos, pero en el camino Betty iba bastante nerviosa y Jughead lo notó por el constante movimiento de sus piernas y porque estaba jugando con su cabello.
Jughead colocó una mano sobre su pierna, haciendo que se quedara quieta y la miró. —Bebé... ¿Ahora qué te pasa?— Le preguntó en voz baja.
—Estoy demasiado nerviosa para mí gusto— Confesó Betty, mirándolo. —Hace años que no los veo. ¿Cómo reaccionarán?—
Jughead sonrió con ternura y posó una mano en su mejilla. —Betty, ya te lo dije. Cuando te fuiste preguntaban por ti siempre que iban a visitarme o siempre que yo venía a visitarlos aquí a Italia. Ellos te quieren, por eso quise que vinieras aquí conmigo—
Betty sonrió, sonrojada. —Si tu me lo dices, puedo creerlo—
En pocos minutos Betty y Jughead llegaron a una hermosa y enorme mansión, parecida a la de Riverdale, solo que con un peculiar estilo italiano.
Al llegar, el sonriente Fp Jones estaba esperándolos afuera con una felicidad difícil de ocultar. Fp estaba exactamente igual que cuando Betty lo conoció, nada había cambiado.
Cuando la limosina se detuvo, el primero en bajar fue Jughead y su padre corrió a darle un abrazo.
—¡Ragazzo mio, sei qui, figlio mio!— Exclamó Fp, abrazándolo.
Jughead sonrió, separándose del abrazo. —Papá... Está bien, podemos hablar nuestro idioma—
Fp soltó una risa, mirándolo. —Dijiste que venías con alguien. ¿Con quién?—
En ese momento Betty fue la siguiente en bajar de la limo y se acercó a Fp con una sonrisa tímida. —Hola señor Jones. Es un gusto verlo de...
—¡Betty!— Exclamó Fp, abrazándola con fuerza y luego separándose con una sonrisa. —¿No aprendiste nada en nuestro último encuentro? Solo acepto abrazos. Cómo has crecido hija...
Betty sonrió. —Es un gusto verlo nuevamente. ¿Y Jellybean?—
—Fue a cambiarse, quería recibir a su hermano como se lo merecía según ella, pero ya va a salir— Aseguró Fp.
—¡Papà...! ¡¿Jughead non è ancora qui?!— Preguntó Jellybean, saliendo con un vestido rojo y unas botas negras de la mansión.
Jellybean se detuvo en seco cuando vió a Betty después de todos esos años, porque realmente no esperaba verla.
Cuando Betty la vió sintió su corazón saltar de la emoción; Jellybean, ahora con diecisiete años, estaba más hermosa y radiante que nunca. Tenía el cabello hasta la cintura, sus ojos azules estaban más puros que nunca y creció bastante, con un rostro de muñeca sin tener mucho maquillaje.
—No lo puedo creer, no lo puedo creer...— Murmuró JB, acercándose a Betty, incrédula. —Betty...
—Jellybean... Que hermosa estás— Admitió contenta Betty.
—¡No puede ser, estás aquí, estás aquí!— Chilló JB, acercándose a ella y abrazándola con fuerza.
Betty le siguió el abrazo. —Estas enorme— Se separó, mirándola con una sonrisa.
—Tu también has crecido, estás bellísima— Aseguró JB, sonriéndole.
Jughead aclaró su garganta, acercándose a su hermana. —Hola, soy Jughead, tu hermano mayor. También me alegra verte— Dijo con sarcasmo.
Jellybean soltó una risa divertida y lo abrazó. —Hermanito... También me da gusto verte... Pero me da mucho más gusto verla a ella— Volvió a abrazar a Betty.
Fp soltó una risa, viendo a las chicas abrazarse y luego a su hijo. —Me temo que te reemplazaron hijo. Bueno... Hijo, niñas... Vamos adentro, los muchachos llevarán su equipaje a sus habitaciones—
Los chicos estuvieron de acuerdo y los empleados llevaron su equipaje a las habitaciones, habitaciones individuales para ambos.
Les esperaba un día emocionante en Italia con la familia Jones.
Un día interesante con la familia Jones 😏 o más días interesantes en la familia JonesSamy ❤️
ESTÁS LEYENDO
PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.