Betty sonrió. —Pero... Ya no me ves más como una niña... ¿Verdad?— Le preguntó.
Jughead negó, mirándola a los ojos. —Ya eres una mujer. Una mujer muy hermosa, estás bellísima Betty—
Betty sonrió levemente y se acercó lentamente a Jughead mientras él también se acercaba con lentitud, ambos manteniendo sus miradas conectadas hasta que pasó lo que ambos querían que pasara desde que se vieron.
Unieron sus labios en un beso que empezó lento mientras sus lenguas encontraban el camino a la boca del otro y el beso se hacía más feroz, más agresivo.
Betty tomó el rostro del ojiazul entre sus manos y profundizó aquel beso, haciendo que sus lenguas se acariciaran como si se hubiesen extrañado todo ese tiempo.
Eso fue hasta que la falta de aire los obligó a separarse, ambos recuperando contacto visual y dándose cuenta de lo que habían hecho.
—Betty...— La llamó Jughead en voz baja, mirándola a los ojos. —Eso...
—Shh...— Lo interrumpió, posando una mano en su mejilla y mirándolo fijamente. —Jug... Todos estos años solo pensé en ti, eres el hombre que amo— Admitió.
Jughead hizo un silencio. —¿Has estado esperándome todos estos años, Betts?—
—Algo así— Admitió Betty, sonrojada. —He tenido pretendientes, pero ninguno me convenía. Así que todo ese tiempo he estado soltera. ¿Tu?—
Jughead soltó una pequeña risa. —Ya sabes... No he podido establecer ningún tipo de relación con ninguna chica en el mundo, pero no dejé de pensar en ti ni un minuto—
Betty sonrió mientras acariciaba su rostro. —¿Te das cuenta Jug? Antes me rechazabas porque yo era menor de edad y temías herirme, pero ya crecí, maduré y no hay nada que nos impida esto—
Jughead la miró a los ojos y no supo qué decir; Claro que habían muchas cosas que les impedía estar juntos, cómo por ejemplo el hecho de que Jughead era la mayor mente criminal de Riverdale y sus innumerables enemigos.
Innumerables enemigos que no lo pensarían dos veces para acabar con cualquiera que representara algo demasiado importante en su vida.
—Jughead...— Lo llamó Betty, en espera de una respuesta. —Di algo— Pidió.
Jughead volvió a la realidad y la miró a los ojos con una sonrisa. —Siempre pensé en lo que era lo mejor para ti, desde el día uno. Pero justo ahora no hay nada que aprecie más que este momento a solas aquí contigo—
Betty sonrió y una vez más atrapó los labios del chico, ésta vez con menos timidez; Se besaron con una intensidad que pronto empezó a crear calor entre ellos.
Las hormonas de sus cuerpos empezaron a alborotarse, haciendo que Betty se sentara a horcajadas sobre el ojiazul, levantándose un poco el vestido para poder enredar sus piernas en el.
Jughead se separó de repente y la miró. —Betts... Espera. Esto se está saliendo de control—
—Y no me importa— Contestó Betty en voz baja, acariciando el cabello del chico. —Te deseo, Jughead Jones. Deseo todo de ti—
Jughead exploró por un momento sus curvas y luego volvió a sus ojos. —¿Estás segura de que realmente deseas hacer esto?—
—Lo deseo más que a nada— Aseguró la ojiverde. —¿Vamos a mi habitación?—
Jughead se puso de pie con ella entre sus brazos, enredando las piernas alrededor de su cintura. —Solo dime dónde—
—Tercera puerta a la derecha en el pasillo— Contestó, volviendo a besarlo.
Jughead la besó con fuego, deseo y pasión y caminó lentamente con ella hasta la habitación de la ojiverde, siguiendo la dirección que esta le había dado.
Al llegar a la habitación, él la dejó en la cama para terminar de quitar su vestido, teniéndola solamente en bragas, porque no traía sostén.
Él se separó para quitarse la camisa, aflojarse el pantalón y volver a ella, colocándose encima en la cama sin dejar caer todo su peso.
—Si en algún momento no estás cómoda con lo que hago, avísame— Pidió Jughead, empezando a devorar su cuello.
Betty asintió en un leve jadeó y Jughead continuó bajando hasta llegar a sus pechos, llevándose uno a la boca y apretando el otro con la mano levemente.
Ella jadeaba, complacida y ese sonido era como la mejor música para Jughead. Cuando llegó a sus bragas, las tomó para retirarlas, pero antes la miró a ella.
—¿Puedo?— Le preguntó, agitado, mirándola. —¿Acaso es...?—
—Es mi primera vez— Admitió Betty, sonrojada. —Asi que discúlpame si no soy muy buena—
Jughead le sonrió con ternura. —Oye... No te preocupes. Tu solo relájate y disfruta, eso es lo importante. ¿Quieres que continúe?—
—Si por favor...— Pidió Betty, agitada.
Jughead retiró las bragas de la ojiverde, le abrió las piernas de par en par y metió su lengua entre sus pliegues húmedos, haciendo movimientos que la hicieron arquear la espalda y retorcerse del placer, soltando leves gemidos.
Él la trabajó con su lengua hasta que casi sintió sus piernas temblar y se separó para bajarse los pantalones no sin antes sacar un condón y después quitarse la ropa interior.
Colocó el condón sobre su miembro erecto después de abrirlo y se acercó a Betty, posicionándose entre sus piernas y mirándola a los ojos.
—Si crees que estoy siendo muy brusco o si te duele solo dime y me detengo de inmediato. ¿Si?— Propuso Jughead.
Betty asintió y entonces Jughead le separó más las piernas para luego entrar en ella lento, delicado. Ella soltó un profundo gemido, aferrándose a la espalda del ojiazul mientras el empezaba a penetrarla, acelerando de a poco la velocidad.
Los gemidos de la chica en su oído era el sonido más delicioso para el mientras se hundía cada vez más en su interior estrecho, caliente y húmedo.
Se sentía tan bien saber que el había sido el primer hombre en tocarla de ésta manera...
Los gemidos de Betty se hicieron más profundos, sus piernas temblaron y sus paredes apretaron el miembro del chico, haciéndolo venirse en el condón que estaba usando y así los dos obtuvieron su derroche de placer.
—¿Estás bien?— Le preguntó Jughead, saliendo de ella y mirándola fijamente.
Betty asintió, agitada. —Mejor que nunca, Juggie—
Primera vez de Betty y primera vez de sexo entre los dos 👌🏽🔥🔥😍😏😈
¿Y ahora que sigue?
Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.