PROHIBITED

"65"

Habían pasado ya dos semanas desde que Betty y Jughead se hicieron novios y esas semanas se sintieron como el paraíso; A pesar del trabajo y las responsabilidades, siempre encontraban tiempo para estar juntos y aprovechar al máximo su relación.

Salir juntos a cenar, pasear, dormir juntos, ver películas, jugar con Caramelo o simplemente echar pasión en la cama, la cocina, el auto o donde fuera.

Estaban juntos, eran novios, estaban en una relación seria y no podían estar más felices.

Por ahora.

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Betty estaba trabajando en su oficina, en el edificio de su empresa, pero su mente solo podía hacerla pensar en una sola persona.

Forsythe Pendelton Jones III, el hombre que amaba.

En eso alguien tocó la puerta de su oficina y la hizo desviar la mirada de la computadora. —Adelante—

Entonces la persona en la que tanto estuvo pensando todo el día entró a su oficina con tulipanes rosas y una caja del Pop's con alitas de pollo y papas fritas y una malteada.

Betty sonrió ampliamente, viéndolo acercarse. —Juggie...

—Hola bebé— La saludó, acercándose a besar sus labios y dejar sobre el escritorio la malteada y las papas fritas con pollo. —Ya quería verte, no pude esperar a que salieras del trabajo y también supuse que tenías hambre. Así que pasé a comprarte algo en el Pop's—

Betty sonrió, mirándolo. —Y justo cuando pensé que no podía amarte más... ¿Y las flores por qué? Me das flores básicamente todos los días—

—Te doy flores porque eres linda, porque eres mi novia, porque te amo y porque tenemos dos semanas de novios— Se justificó, volviendo a besar sus labios con dulzura.

—Ay Juggie... Han sido las dos mejores semanas de mi vida— Aseguró Betty, sonriéndole. —Te amo muchísimo—

—Y yo a ti preciosa. ¿Aceptas si te invito a cenar hoy a las siete? Iré por tí a esa hora. Regresaremos temprano para que Caramelito no esté solo mucho rato— Invitó el ojiazul.

Betty sonrió y asintió. —Acepto—

Jughead sonrió y plantó un beso en su frente. —Te amo, ya me voy para que trabajes tranquila—

Betty hizo un puchero. —No te vallas...

—Bebé, yo también tengo que trabajar. Ya sabes... Hoy a las siete mi amor— Avisó, besando con dulzura sus labios.

Betty suspiró. —Está bien, te veo después guapote— Le sonrió.

Jughead sonrió y se retiró de la oficina de su novia, sintiendo que estaba una parte de el con ella, incluso sentía miedo por lo mucho que la quería.

Cuando salió del edificio y subió a su auto, recibió un mensaje y levantó el celular pensando que se trataba de su equipo.

Pero era algo malo.

En el mensaje...

Desconocido
Hola Forsythe
Soy tu querida amiga Penny
Tu y yo tenemos una conversación pendiente
Así que a menos que seas un cobarde, nos vemos en el callejón del bar del lado sur
Ahora

Jughead J.
Estás enferma si crees que te tengo miedo Penny
Allá te veo

Fin del chat.