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Sobre todo por la compañía. Les esperaba una noche mágica y larga antes del infierno que se viviría en Riverdale.

Jughead continuaba conduciendo y Betty miraba con asombro los lugares que ambos ya habían visitado, pero que ella no se cansaba de admirar.

—Creo que ya sé a dónde vamos— Admitió la ojiverde, aún mirando por la ventanilla del auto.

Jughead sonrió de lado, aún conduciendo. —¿Ah sí? ¿A dónde?—

—Tengo un par de monedas para arrojarlas. Con eso te explico todo— Aseguró Betty, mirándolo con una sonrisa de superioridad.

Jughead sonrió una vez más y luego condujo hasta la Fontana di Trevi. Betty sonrió con emoción, eso le traía recuerdos que ella atesorará por siempre.

Al llegar, Jughead bajó del auto primero que su esposa para abrirle la puerta, como casi siempre hacía. Cuando Betty salió del auto fue rápidamente hacia el agua cristalina y azul de la fuente, mirando todo a su alrededor con encanto.

—¿Trajiste tus monedas?— Le preguntó Betty a su esposo, mirándolo.

Jughead sonrió, sacando una moneda de su bolsillo. —La pregunta es si tú trajiste—

—No vengo a Italia sin monedas para la fuente— Aseguró Betty, presumida, sacando también su moneda.

—A la cuenta de tres— Pidió Jughead, mirándola. —Uno... Dos...

—Tres— Terminó Betty, lanzando sus monedas.

Ambos las lanzaron al mismo tiempo con una sonrisa y tras esto se miraron directo a los ojos. El le sonrió y ella le sonrió a él, se miraban como si fueran adolescentes enamorados, como si fuera la primera vez que se veían.

Entonces se acercaron y unieron sus labios en un beso lento y pacífico en el que unieron no sólo sus lenguas, si no también el latido de sus corazones.

Tras separarse, él posó una mano en el mentón de su mujer e hizo que ella lo mirara a los ojos. Ella vió sus ojos y eran los ojos de un hombre realmente enamorado.

—Te prometo que pronto Riverdale volverá a ser un lugar seguro para ustedes— Aseguró Jughead, acercándose a besar su mejilla. —Amor... Te juro que seremos más felices de lo que ya éramos y allá vamos a criar a nuestros niños—

Betty sonrió, tomando el rostro de su esposo entre sus manos para dejar ahí un profundo beso y luego separarse y mirarlo a los ojos.

—Te creo, Jug— Confesó, perdida en su mirada. —Voy a luchar contigo por nuestra familia. Además me gusta que las vacaciones se hayan adelantado—

Jughead soltó una risa, mirándola. —Oh nena... ¿Quieres ir al castillo?—

Betty se encogió de hombros. —¿Por qué no? Estamos solos, sin niños... ¿Por qué no aprovechar?—

—Vamos— Invitó Jughead, tomando su mano.

Él la guió al auto y entonces condujo hasta el Castillo de San't Angelo. Estaban en el puente, disfrutando el ambiente de Roma. Betty tenía la mirada perdida en las luces y el paisaje hasta que de repente su esposo la levantó, la cargó y empezó a dar vueltas con ella, haciéndola reír.

—¡Jug!— Chilló Betty, riendo a carcajadas y cerrando los ojos con fuerza. —¡Jug basta, basta!—

Jughead le dió un par de vueltas más y finalmente la dejó sobre el suelo para fundir sus labios en un beso muy romántico y lento.

Tras separarse del beso, una vez más se miraron a los ojos con una sonrisa y fue como si no existiera nada más, solo ellos en ese hermoso castillo.

—Te amo, preciosa— Confesó el ojiazul, mirándola.

Betty sonrió. —Te amo. ¿Y ahora qué?—

Jughead se acercó a su oído. —Estamos solos, estamos en Italia... ¿Por qué no vamos a un lugar a solas y hacemos el amor?—

Betty sintió sus piernas debilitarse ante la idea de que su esposo le hiciera el amor. —Por favor—

Jughead tomó su mano, la guió hasta el auto, abriéndole la puerta del copiloto y cuando él tomó el volante, condujo hasta una hermosa cabaña retirada de las demás.

En el camino no se dijeron nada, solo se guardaban muchas ganas y ambos lo sabían.

Llegaron a esa bella cabaña perteneciente a Jughead, solo que siempre que visitaban Italia Fp insistía en que ellos se quedaran en su casa para estar más tiempo juntos.

Pero cuando Betty y Jughead querían estar solos durante su estadía en Italia, venían aquí.

Al llegar, bajaron del auto, Jughead tomó la mano de su mujer, la guió al interior de la cabaña y cuando entraron, el se sentó sobre un sofá, ella se sentó sobre él a horcajadas y se besaron como si de eso dependieran sus vidas.

Se besaron con más libertad, fuego y pasión. Sentían como el deseo iba consumiendolos y adueñándose de sus sentidos. Jughead puso sus manos sobre el trasero de su mujer, apretándolo y ella jadeó entre el beso, excitada y complacida.

Jughead empezó a besar su cuello y colocó ambas manos en la espalda de su esposa para quitar aquel vestido que ella tenía. Empezaron a desvestirse, el la dejó solo en bragas y ella lo dejó a el sin camisa, sintiendo ese enorme bulto en la entrepierna de su esposo.

Él la giró en el sofá para que ella quedara abajo de él, le arrebató las bragas y metió su lengua en la feminidad de su mujer, haciéndola gemir y arquear la espalda.

La trabajó sólo unos minutos ahí abajo con su lengua para luego separarse, relamerse los labios y quitarse los pantalones y la ropa interior.

Dejó su erección al aire para acercarse a su esposa, tomarla de las piernas, abrirlas de par en par y entrar en ella, suave y entrando entero.

Ella gimió, cerró los ojos con fuerza ante tanto placer y él siguió penetrándola, entrando y saliendo de ella, suspirando del placer al estar en su estrecho y húmedo interior.

—Juggie...— Gimió la ojiverde, con lágrimas de placer bajando por sus mejillas. —Ah si Jug, más...

—¿Así?— Preguntó el, acelerando el ritmo de sus embestidas y haciéndolas más profundas. —Maldicion... Cómo me encantas mi amor... Córrete conmigo...

Ella soltó unos gemidos que fueron casi gritos y así tembló en un potente orgasmo cuando solo segundos después su esposo se corrió también, llegando juntos.

La noche era joven, ambos estaban solos... Esto apenas empezaba.














Noche hot en Italia 🔥🔥🔥

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Noche hot en Italia 🔥🔥🔥

Disfruten la paz antes de volver a Riverdale...

Amores ya escribí el final de la historia pero aún hay muchos borradores... Aunque creo que a casi nadie le importa porque rara vez veo algún comentario 😣💔 ya me han abandonado...

En fin... Los pongo en contexto con mi ausencia y he tenido tanto estrés y tanta ansiedad que he recurrido a una psicóloga que me está ayudando con ese proceso. Por favor cuiden mucho su salud mental 🥺

Samy ❤️

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