Había pasado ya una semana desde que Jughead se fue con su familia a Italia y estaban viviendo un sueño; paseaban por la ciudad de Roma con o sin sus hijos, estaban aprovechando al máximo para compartir con Fp, Jellybean y su esposo y estaban tranquilos, sin problemas.
Pero el momento de regresar a su pueblo estaba cerca y una vez que volvieran allá, las cosas iban a cambiar.
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Una tarde tranquila en Roma y todos estaban reunidos en la sala de la mansión de Fp; Luna hablaba con el bebé en el vientre de su tía, Betty practicaba en el piano junto a su suegro y Jughead solo se dedicó a observar con su pequeño de tres meses en brazos.
Se dedicaba a observar y disfrutar ese ambiente tan pacífico, intimo y familiar en el que estaba. Solo se respiraba paz con esa sana convivencia familiar en un sitio que era un hogar para ellos.
—Tia me está escuchando— Aseguró Luna, fascinada, tocando el vientre de JB. —Hola primo bebé. Mi hermanito y yo te vamos a querer mucho—
JB sonrió, acariciando el cabello de la niña mientras ésta tocaba su vientre. —Este bebé te quiere mi amor—
—El bebé está feliz— Afirmó Franco con una sonrisa.
—No recordaba esa melodía— Admitió Fp mientras tocaba el piano junto a Betty, mirándola. —Eres muy buena—
Betty soltó una risa. —No tanto. Pero creo que usted recordará ésta melodía, yo la tocaba con mi papá de pequeña— Le dijo.
Jughead sonrió otra vez, porque no había nada que lo hiciera más feliz que ver a su familia plena y a salvo, más que nada.
Hasta que su pequeño hijo lo devolvió a la realidad, balbuceando.
—¿Qué ocurre, hijo?— Le preguntó Jughead al bebé, besando su mejilla. —¿Ya tienes hambre campeón?—
El bebé soltó una carcajada y en eso Jughead recibió una llamada de Sweet pea, la cuál tomó de inmediato, retirándose a un rincón de la mansión.
En la llamada...
—Amigo— Habló Sweet pea con alegría. —Ya haces falta aquí—
—Lo se— Respondió Jughead, presumido. —¿Qué ocurre? ¿Todo en orden?—
—Mas que eso— Aseguró Sweet pea. —Reinaldo y su pandilla desaparecieron, Riverdale es seguro y ya reforzamos la seguridad de la mansión, las empresas de Betty y el colegio de Luna—
—¿Enserio?— Preguntó Jughead con un tono de emoción en su voz. —¿Es cien por ciento real lo que me estás diciendo?—
—Tan real que si quisieras pudieras venir ahora mismo— Dijo Sweet pea, contento. —Tengo evidencias de que justo ahora Riverdale es seguro para ustedes—
—Perfecto, perfecto— Respondió el ojiazul con alegría. —Hablaré con mi familia, nos regresamos a casa mañana—
—Aquí los esperamos— Avisó Sweet pea. —Oye, cuídate, aquí tenemos todo bajo control—
—Hasta luego viejo— Se despidió.
Fin de la llamada.
Jughead estaba contento, por fin regresaría a casa con su familia a salvo, pero antes tenía que hablar con su esposa y con su hija, ya que el bebé aún estaba pequeño para entender.
—Papito...— Lo llamó Luna, corriendo a él. —Papi... ¿Me vas a conseguir un perro cuando vallamos a casa?—
Jughead sonrió, acariciando el cabello de su hijita con su mano libre. —Si mi amor, lo que mi princesa quiera— Miró a los demás en la sala. —Familia, les tengo noticias—
JB, Franco, Fp y Betty miraron al ojiazul, esperando la respuesta.
—Te escuchamos hijo— Avisó Fp, con toda su atención en él.
Jughead sonrió, aún con el bebé en brazos. —Mi esposa, mis hijos y yo ya podemos regresar a Riverdale—
Betty chilló, contenta, pero al parecer fue la única emocionada.
—Hermano... ¿Se supone que el hecho de que te lleves a mis preciosos sobrinitos y a mi cuñada lejos de mi otra vez es bueno?— Preguntó JB, con los ojos cristalizados.
Jughead suspiró. —Entiendo que las hormonas te tienen así, pero seguiremos viniendo seguido. Además tengo que venir a conocer a mi sobrino cuando nazca—
—Pero hijo...— Habló entonces Fp. —¿Estás totalmente seguro de que es buen momento para regresar? Sabes que yo no quiero que me dejen tan pronto—
—Papá... Riverdale es nuestro hogar— Le recordó Jughead. —Calma, si voy a regresar con mi familia es porque ya es seguro—
—Papi yo no me quería ir— Admitió Luna, mirando a su padre. —Pero también extraño mi escuela, mis amigos, mis tíos y al Pop's—
Jughead miró a su hija. —Lo sé amor de papi, pero ya vamos a volver— Aseguró.
Después de ese anuncio, Fp les ordenó a sus chefs que hicieran la mejor cena, porque su hijo, nuera y nietos ya tenían que irse.
Pero sí que supieron aprovechar su tiempo juntos. Fue una cena que nunca iban a olvidar. Compartieron risas, anécdotas y comida deliciosa. Definitivamente su estadía en Roma con los Jones les hizo olvidar la verdadera razón por la que escaparon.
Ya más de noche, todos estaban en sus habitaciones y Jughead se metió a la cama junto a su mujer, rodeándola con sus brazos, pegándola a el y sintiendo su corazón latir contra su pecho.
—Mañana regresamos a casa...— Murmuró Betty, abrazando a su esposo más fuerte. —Pero éste corto tiempo en Roma ha sido un sueño—
—Contigo y con mis hijos todo es un sueño preciosa— Aseguró Jughead, besando su frente. —Y prometo que ahora sí los voy a mantener seguros. Nada les pasará estando conmigo—
—Te amo— Respondió Betty, acariciando su pecho desnudo. —Eres tan ardiente...
Jughead sonrió con maldad, volcándose en la cama y dejando a su mujer debajo de él. —Alguien está muy caliente hoy. ¿Una última ronda antes de volver a nuestro hogar?—
—Una última...— Murmuró Betty, mordiendo con cuidado el lóbulo de la oreja de su esposo.
Jughead sonrió y atrapó los labios de su esposa en un fogoso y caliente beso, bajando entonces a su cuello, empezando a excitarla y hacerla jadear.
Él empezó a tocarla, besarla por todas partes y a darle placer con su lengua para luego penetrarla y hacerla suya, haciéndola gemir su nombre y liberandose en ella.
Todo iba a cambiar cuando regresaran a su pueblo y tal vez no para bien.
S3x0 en Italia antes del caos en Riverdale 👀😳Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.