Una semana más tarde, Betty se había recuperado de aquel resfriado teniendo a Jughead encima de ella hasta que se recuperó, y estando encima de ella de... De otras maneras.
Pero Betty ya estaba totalmente bien y junto a Jughead continuaron en esa peculiar relación en la que no eran nada y a la vez lo eran todo.
Las cosas estaban a punto de cambiar para bien y para mal.
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Cheryl, Toni, Fangs, Sweet pea y Reggie estaban trabajando en el cuarto de control, pero Jughead tenía un buen rato desaparecido y no estaba en ningún lado.
—Tenemos un problema— Dijo Fangs, acercándose a Cheryl y Toni mientras éstas dos usaban computadoras.
—Mejor dicho otro problema— Aclaró Sweet pea.
Cheryl suspiró, tomando su celular. —¿Alguien sabe dónde demonios está Jughead?—
—Dijo que iría a ver a Betty hace un buen rato— Avisó Reggie.
Toni suspiró e hizo una mueca. —Eso explica por qué tiene tanto rato desaparecido. No quiero saber lo que están haciendo justo ahora—
Y como lo sospechaba Toni, Jughead estaba aún en el apartamento de Betty, ambos en la habitación. Jughead la tenía de espaldas hacia el, al borde de la cama, totalmente desnuda mientras él le daba y le daba como cajón que no cierra.
Estaban haciendo arder la habitación, teniendo sexo salvaje y frenético desde que pudieron estar juntos y solos.
—Ay Juggie... Si... Si... Más...— Gimió la chica, cerrando los ojos con fuerza mientras él la penetraba.
—¿Segura de que quieres más, bebé? Eres tan caliente...— Gruñó el ojiazul, tirando fuerte del cabello de la chica y penetrándola más fuerte.
Estaban en un punto en el que la cama ya estaba temblando mientras los gemidos de Betty y los de Jughead era lo único que podía escucharse.
Otra cosa que empezó a temblar fueron las piernas de la ojiverde mientras iba subiendo a su tercer orgasmo en solo una hora y media. Sentía que se iba a romper y que no iba a poder más cuando soltó un gemido profundo y ahí el orgasmo se apoderó de su cuerpo mientras el pelinegro se venía en el condón que estuvo usando.
Cuando terminaron, el la soltó, salió de ella y se deshizo del condón que usó mientras Betty se cubría con las sábanas y se acariciaba con cuidado el cabello.
Jughead se acercó a ella, besó sus labios con dulzura y la miró atentamente. —Bebé perdón. No quería tirar tan fuerte de tu cabello. Es que... Es que me dejé llevar. ¿Te duele?—
Betty negó. —Es que no me dolía cuando me lo estabas haciendo. Está bien, estaré bien—
Jughead suspiró y besó su cabeza. —Te lo compensaré—
Betty alzó una ceja. —¿Cómo?—
—Haciéndote el amor con cariño, como la princesa que eres— Aseguró, tomando su mano y besándola.
Betty se sonrojó levemente. —Despues. Justo ahora quiero darme un baño—
Jughead asintió, haciendo un silencio. —Pero... ¿Te vas a bañar tu sola?—
Betty sonrió con maldad y en unos quince minutos los dos ya estaban juntos en el baño, bajo la ducha, pero en vez de estar bañándose como personas normales estaban teniendo sexo por cuarta vez en solo un rato.
Jughead la tenía contra la pared mientras ella envolvía sus piernas alrededor de su cintura y se sujetaba de su cabello y espalda, gimiendo fuerte, muy caliente y excitada.
Un par de golpes más y el no aguantó más. Cuando sintió a la rubia llegar al orgasmo y temblar en el éxtasis del placer, el se corrió dentro de ella y no la soltó hasta que lo soltó todo y sus movimientos se hicieron perezosos.
Salió de ella, la bajó y se besaron con cariño bajo la ducha para después terminar de bañarse.
Pronto ya los dos estaban casi vestidos, Betty se colocó una bata de seda y Jughead se colocó una camiseta suya que estaba en el apartamento de Betty. De hecho, tenia ya mucha ropa en el apartamento de Betty porque lo frecuentaba demasiado y muchas veces pasaba la noche con ella.
—Betts...— La llamó, sentándose frente al espejo de la habitación.
—¿Si?— Contestó, desviando su atención del celular, estando sentada sobre la cama.
Jughead suspiró, nervioso. —Cuando lo hicimos en la ducha no usamos...
—Jug— Lo interrumpió, con una pequeña sonrisa. —Está bien, tengo anticonceptivos de emergencia aquí—
Jughead tomó una profunda respiración, aliviado. —Menos mal. Yo... No lo sé, a veces podría olvidarme de usarlo—
—Descuida, yo tampoco quiero tener un bebé ahora— Admitió. —Pero quiero que cuando llegue el momento de ser madre, tu seas el padre de mi bebé—
—Betty— La llamó, serio. —No digas eso ni de broma—
—Pero Juggie... Es en un futuro, no ahora— Aclaró. —Porque yo sí veo un futuro contigo. ¿Tú no?—
—Nena, no es eso— Negó, poniéndose de pie y girándose a mirarla.
—Jug... Siéntate conmigo, quiero hablar contigo— Pidió Betty, haciéndose a un lado al borde de la cama.
Jughead se sentó a su lado y la miró atentamente. —¿Que pasa?—
Betty tomó aire y lo miró a los ojos. —Jug... Quiero hablar de nosotros. Hemos estado saliendo por tres meses de los que llevo viviendo aquí. Tenemos citas, nos besamos, tenemos sexo básicamente todos los días, uno pasa la noche en la casa del otro y es momento de que aclaremos las cosas—
—Pero nena... ¿A qué te refieres? ¿Ya no quieres que nos veamos?— Le preguntó con temor.
—Si quiero Juggie— Aseguró la rubia, sonriéndole. —Es que no podemos seguir siendo todo y nada al mismo tiempo. Necesito saber qué soy para ti—
—No estoy entendiendo nada Betty. Creí que esto estaba funcionando— Expresó Jughead.
—Juggie... Escúchame— Pidió Betty, tomando su rostro entre sus manos. —Necesito saber si visualizas algún futuro conmigo. Yo sí estoy segura porque te amo, eres el hombre que quiero en mi vida. Pero no podemos estar haciendo de todo siendo supuestamente amigos porque los dos sabemos perfectamente que los amigos no hacen nada de lo que hacemos tu y yo—
Jughead hizo un silencio, mirándola a los ojos. —¿Hablas de que tenemos que establecer algún tipo de relación?—
¿Será éste el comienzo de Bughead oficial o el comienzo de una pelea?
Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.