Jughead apartó la mano de Betty de su hombro y se puso de pie, mirándola con frialdad. —Ya basta Betty. Tu y yo terminamos y esa es mi última palabra—
Betty lo miró mientras las lágrimas ya bajaban por sus mejillas. —Jughead será mejor que me expliques por qué diablos quieres terminar conmigo. Me merezco una explicación—
Jughead le dió la espalda y tragó saliva, reprimiendo las ganas de derrumbarse ahí mismo y la volvió a mirar con seriedad y frialdad. —Ya no te amo—
Betty negó mientras lloraba, mirándolo fijamente. —No... No... Eso no es verdad. Hay algo más que no me estás diciendo Jug. Sea lo que sea, puedes decirme y...
—¡Esa es mi última palabra Betty! ¡Ya no te amo! ¡Ya no quiero estar contigo!— Le gritó, mirándola.
—¡Eso no es verdad!— Negó Betty, poniéndose de pie frente a él, cubriendo su desnudez con las sábanas. —¡No puedes simplemente dejar de amarme de un día a otro! ¿¡Qué pasó Jughead!? ¡Dímelo, no seas un cobarde!— Sollozó.
—¡Simplemente me aburrí de ti, ya no te amo, ya no quiero estar contigo y ésta relación se termina aquí Betty! ¡Ya no me molestes!— Exigió, dándole la espalda y retirándose de la habitación.
—Jug... ¡Jug!— Lo llamó Betty mientras lloraba en silencio.
Fue inútil tratar de llamar su atención, Jughead salió, azotando la puerta con una fuerza que hasta Betty pudo escuchar desde su habitación y se tiró a la cama, cubierta por las sábanas y se abrazó a sus piernas, empezando a llorar como una niña pequeña.
Todas y cada una de las palabras de Jughead resonaban en su cabeza. ¿Por qué el hombre de su vida la dejó de amar de un momento a otro? ¿Cómo es que de repente se terminó su atracción hacia ella después de demostrarle de todas las maneras posibles que la amaba?
Eso sin mencionar la muerte de su gato... Todos esos sentimientos negativos se acumularon en ella y no sabía que hacer con tanto dolor.
Sentía que era su culpa.
Jughead, después de salir del apartamento de Betty, entró a su auto y ahí sí se derrumbó; Lloró con amargura, como un niño, como nunca había llorado antes porque por amor a Betty tuvo que lastimarla y mucho.
Él la conocía, sabía lo sensible que era y que en este momento debía estar sufriendo mucho, algo que lo ponía peor.
Pero él se limpió las lágrimas, tomó su celular e hizo una llamada, una llamada para acabar con su pesadilla de una vez por todas.
En la llamada...
—¡Forsythe!— Exclamó Penny. —No me digas... ¿Ya lo pensaste?—
—Si— Contestó Jughead, frío. —Tengo que arreglar un par de cosas y el viernes nos reunimos, el pueblo será todo tuyo ese día—
Penny soltó una carcajada. —Sabia que no ibas a decepcionarme Forsythe. Pero ya sabes... Si me fallas el viernes este pueblo arderá en llamas y tu novia...
—Ya no tengo novia— Negó Jughead, dolido.
Penny rió. —¿Qué pasó, Jughead? ¿Ya te aburriste?—
—Ya sabes cómo soy con las mujeres, son solo objetos para mí— Aseguró.
—¡Ja! ¿Por qué no me sorprende? Eres un mujeriego, un poco hombre. Me das asco— Admitió Penny.
—Como si tú fueras una santa— Contestó Jughead, rodando los ojos. —Ya déjame en paz, nos vemos el viernes—
—Nos vemos el viernes— Dijo Penny.
Fin de la llamada.
Jughead suspiró, frustrado y chocó su cabeza contra el volante del auto, desesperado.
Estaba estresado, deprimido y un montón de sentimientos más que solo lo abrumaban, por lo que encendió el auto para ir directo a su mansión y formar un plan para acabar con Penny de una vez por todas.
Al llegar a la mansión, bajó del auto y cuando fue al cuarto de control, su equipo estaba muy ocupado uniendo las piezas para enfrentar a Penny.
—Jughead que bueno que llegas, tenemos información muy importante— Avisó Sweet pea, con unos auriculares y la computadora encendida.
—Tenemos información muy valiosa, será peligroso, pero podemos intentar vencer a Penny de una vez por todas— Aseguró Fangs.
Jughead se pasó una mano sobre el cabello y se sentó en un sofá individual y tomó su laptop. —Si... Estuve hablando con Penny por teléfono y acordamos encontrarnos el viernes—
Cheryl se le acercó y lo miró fijamente. —Jughead... ¿Estás bien?— Le preguntó.
Jughead asintió, sin dejar de mirar su laptop. —Si... ¿Por qué la pregunta?—
—Te ves raro. ¿Y Betty cómo está?— Preguntó la pelirroja.
Jughead suspiró. —Tuve que terminar con ella para alejarla del peligro. Creo que la lastimé, pero eso no se compara al daño que puede hacerle Penny si no me alejo de ella—
—Yo solo espero que no hayas sido muy duro con ella— Exigió Cheryl.
—Cheryl, vamos a lo importante— Pidió Jughead, mirándola a ella y a los demás. —¿Qué tenemos?—
—El callejón que está al lado del bar y también el bar, están casi siempre ahí, especialmente en horas de la tarde y la noche— Avisó Sweet pea. —Los ubiqué con mi dron—
—Pero la parte no divertida es que nos superan en número, es increíble— Admitió Fangs.
—Se multiplican como ratas— Bromeó Reggie.
—Regginald, no es momento para bromear— Exigió Toni.
Reggie rodó los ojos. —Aburrida—
—Solo me falta identificar en dónde podemos ocultar a los francotiradores. Hay que tener mucho cuidado— Advirtió Sweet pea.
—Será peligroso, son muchos— Admitió Toni, deteniéndose a mirar a Jughead. —Jug... ¿Estás bien?—
Jughead asintió, bajando la mirada. —Solo estoy cansado, pero hay que hacer esto lo antes posible y derrotar a Penny de una vez por todas—
Se fueron aproximadamente tres horas ideando un plan para derrotar a Penny, el enemigo más fuerte por el momento.
Pero Jughead tenía una presión en el pecho que estaba dispuesto a quitar con alcohol desde que se fueron todos. Solo quería estar solo y ahogar sus penas y su dolor de la única manera que conocía, con alcohol.
Se sentó en el balcón de su habitación a tomar alcohol, pero antes entró al chat de Betty aunque prefería no tener ningún tipo de contacto con ella.
Igual no iba a ser necesario, ella lo había bloqueado.
Duele 😭😭 viene sangre, sufrimiento y un par de sorpresas más...Samy ❤️
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PROHIBITED
FanfictionJughead Jones, un millonario frío, orgulloso y sin sentimientos que un día podría correr peligro... De enamorarse y enfrentar un romance prohibido.