Voluntad Propia, parte 2

304 36 17
                                    

Peter y MJ suspiraron mientras que ambos se agachaban y dejaban unos ramos de rosas blancas y rosadas encima de la tumba de Gwenpool.

—La extraño...—Peter susurró con tristeza.

—Lo sé. Yo también.—MJ susurró y le besó la mejilla.

—No puedo creer que ya hayan quitado su altar de Midtown High. Pensé que el tiempo de luto duraría más...—Suspiró y se pasó una mano por el cabello.—Pero... me hace consuela el saber que ella está en un lugar mejor.—Sonrió con tristeza.

—Sin duda lo está. Era una loca y una rara, pero vaya que tenía un buen corazón.—MJ se abrazó al brazo de Peter.

—Ella me lo dijo, antes de que muriera... que sabía lo que iba a pasar, que estaba bien con ella y que estaría bien... ella... sabía que iba a morir aquella noche... y aún así aceptó su destino y me salvó la vida...—Miró las palmas de sus manos. Algunas veces, todavía podía ver la sangre de Gwenpool en éstas. Hizo puños con sus manos y suspiró. MJ se abrazó al brazo de Peter y apoyó su cabeza encima del hombro del chico.





•••





Harry miraba, horrorizado, su reflejo en el vidrio que separaba su celda de la sala que estaba en frente de ésta. No podía creer que aquel de verdad era él. Sentía asco de sí mismo. Su piel se estaba tornando verde, sus orejas se pusieron puntiagudas y su cabello de un rojo brillante. Sin poder evitarlo lloró, confundido, asustado, no sabía dónde estaba, o porqué se veía así. Sintió un escalofrío al imaginarse cómo reaccionaría Harley al verlo así.

Se sobresaltó al notar que Liv estaba al otro lado del vidrio, observándolo con una sonrisa calmada. Harry sintió un odio ardiente hacia ella al darse cuenta de que ella sabía lo que le estaba pasando, y no hacía nada para ayudarlo. Liv acercó sus labios a un micrófono y habló:

—Veo que estás lúcido.—Su voz se escuchó por toda la celda a través de unos amplificadores.

—¡OLIVIA! ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Qué hago aquí?! ¡¿Qué me pasó?!—Exigió saber mientras que golpeaba el vidrio con su puño.

—Relájate, hermano. Una pregunta a la vez.—Respondió ella sin dejar de sonreír.—Estás bien, Harry. Todo estará bien...

—¡NADA ESTÁ BIEN!—Harry gritó golpeando fuertemente su puño contra el vidrio, pero éste parecía ser irrompible.—¡¿Qué está pasando?! ¿Está Harley bien? ¿Sabe él que estoy aquí?

—Ya no tendrás que preocuparte por él, ya que él de seguro ya no se preocupa por ti.

Harry sintió su sangre helarse y vio confundido a Liv.

—¿De qué estás hablando?

—De que yo misma me encargué de que tu preciado Harley ya no sea un estorbo para nuestra familia, de la misma forma que lo era Gwen mientras que ella y yo estuvimos juntas. Harley piensa que tú terminaste con él de una manera muy cruel.

Harry sintió que el aire se le iba de los pulmones. Retrocedió y sin poder creer lo que escuchaba empezó a negar con la cabeza.

—No, no, no, no... mi Harley... ¿cree que terminé con él...?

—¿Quieres escuchar lo que él te dijo en la grabación de su última llamada telefónica?—Liv presionó un botón en su tableta y la voz de Harley, llena de ira, se escuchó por toda la celda.

"—¡ARDE EN EL INFIERNO, HAROLD OSBORN!"

Harry sollozó, cayó sentado al suelo y sostuvo su cabeza entre sus manos.

Equipo Catástrofe [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora