Equipo Catástrofe [#3]

La Reina en Espera

Mary Jane y Liz se vieron entre sí mientras con muecas de nerviosismo mientras que se sentaban al lado de la otra en la larga mesa de aquella sala.

—Gracias a todos por venir.—Dijo aquella intimidante mujer sentándose.—Lamento el que no hayamos podido reunirnos hasta ahora, pero entenderán que han sido unos últimos días difíciles para mí.—Sonrió de lado.—Sé la razón por la que todos ustedes decidieron venir directamente a La Balsa después de que yo tomara control, porque escucharon los rumores de que he tenido planeado crear un equipo, un equipo que podría ser considerado como lo opuesto de los Avengers, y, tal vez, hasta poder derrotarlos de una vez por todas...—Su sonrisa aumentó.—Y déjeme decirles que aquellos rumores son ciertos, y deberían sentirse afortunados de que los estoy considerando para ser parte de mi equipo.

Liz se aclaró la garganta.

—Discúlpeme... Madame... si puedo hablar...—Melina la miró con frialdad.—Usted dijo, por fin derrotar a los Avengers, pero, técnicamente, ellos ya han sido derrotados... ya que... bueno, se encuentran aquí...

Melina rió entre dientes.

—Se nota que no has estado al tanto de las noticias, querida.—Dijo la mujer.—Me refiero a los otros Avengers: aquellos ingenuos niños aprovecharon que los adultos se fueron para poder tomar control y autoridad.—Liz y Mary Jane se vieron sorprendidas entre sí. Las otras personas presentes también se mostraron sorprendidas.—Ahora... señorita Osborn...—Melina dirigió su mirada hacia Olivia.—He de admitir el espectáculo que puso aquella noche... y lo mismo le digo a las señoritas Watson y Allan... puedo preguntar... ¿qué es esa cosa que usted tiene consigo?

Liv miró a la criatura verde y robusta a su lado, manteniéndose callado y sin mostrar expresión alguna.

—Es mi hermano, Harry.

Liz y Mary no pudieron evitar jadear sorprendidas. ¿Esa cosa era el guapo y codiciado Harry Osborn? Hasta la misma Iron Maiden se mostró asombrada.

—¿Y puedo preguntar...?

Liv usó uno de sus tentáculos para acomodar sus gafas.

—Mi padre y yo entendimos que si queríamos que Harry volviera a ser parte de la familia, tendría que ser a la fuerza. Creamos un tipo de droga la cual llamamos el suero de duende, y le hemos estado dando dosis de aquella droga a Harry hasta que logré tenerlo por completo bajo mi control. Ahora, Harry no hace nada sin que yo se lo ordene.—Usando la pinza de uno de sus tentáculos, sacó de su oído un auricular como para mostrárselo a los demás, y luego hizo lo mismo con otro tentáculo para mostrar el auricular que llevaba Harry.—Mi hermano se ha convertido por completo en mi marioneta. Él ya no tiene nada de voluntad propia en sí, se ha convertido en una cáscara vacía de lo que solía ser.—Una pequeña sonrisa apareció en sus labios.—Pero me temo que el suero de duende también, como un efecto secundario, ha alterado su apariencia física.—Con delicadeza, pasó una de las pinzas de sus tentáculos por una de las mejillas de Harry, como si estuviera acariciándolo.—Pobrecito... era tan guapo...

Mary y Liz sintieron una combinación de miedo y admiración hacia Liv. Melina veía a la joven con una enorme sonrisa.

—Es muy admirable lo que ha hecho con su hermano, señorita Osborn.

—Por favor, Madame. Llámeme Doctora Ock.

—De acuerdo, Doctora. Sin duda Harry nos será de mucha ayuda como parte de mi equipo.—Recorrió la sala con su mirada.—Deberían sentirse agradecidos y afortunados de estar presentes aquí ahora mismo. Estamos en medio de un momento histórico, el inicio de una nueva era.—Apoyó ambas manos encima de la mesa, con una sonrisa de lo más tétrica en sus labios.—Pronto, éste mundo de superhéroes en el que vivimos finalmente se acabará, y los que verdaderamente merecen tener poder estarán a cargo. Ahora...—Dirigió su mirada hacia el único hombre, además de Harry, que estaba presente.—Señor Brock.—Eddie se sobresaltó, su mente había parecido estar en otro lugar hasta ese momento, y miró a Melina nervioso.—¿Le gustaría explicarnos cómo fue que su amigo y usted mataron al Black Panther?