La Buitre

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Liz recordaba vivamente el día en el que su padre había sido arrestado por más que hubiera intentando olvidarlo. Tras ser expulsada de Midtown High odiaba estar en casa ya que no soportaba el que sus padres constantemente le reprocharan y le dijeran que era su culpa que había sido expulsada, así que Liz pasaba la mayoría del tiempo en el hogar de las Watson. Las madres de Mary Jane eran amables con ella y dejaban que se quedara el tiempo que necesitara, estaban agradecidas con Liz por haberse convertido en la primera y mejor amiga de Mary Jane en cuanto ésta empezó a ir a Midtown High.

Por lo que después de su expulsión pasaba más tiempo con Mary Jane y sus madres que con sus propios padres. Aquel día había vuelto a casa solamente para poder conseguir algo de ropa, y no esperó encontrar a su madre llorando desconsoladamente en las escaleras mientras que un escuadrón de policías armados hasta los dientes sacaban a su padre de la casa de manera violenta.

Cuando a Liz la llevaron a ser interrogada, a pesar de que había jurado no tener ni idea de qué era lo que su padre hacía con los hombres con los que trabajaba y lo que planeaba hacer, le mostraron el diario en el que su padre escribió sus planes, cómo culpaba a Tony Stark por haberse convertido en lo que era. Había planeado llamarse The Vulture. Había construido un arnés con alas formadas por plumas de metal filosas como cuchillos el cual le permitía volar, y una máscara en forma de pico la cual le permitía escupir ácido.

Liz había robado aquellos artefactos creados por su padre cuando Mary Jane robó el viejo equipamiento de Felicia.

Liz había querido venganza, de Brad, de Peter y MJ, de su padre, y Mary Jane le había estado ayudando a conseguir esa venganza. Ella era la buitre y Mary Jane era la gata negra, pero después de que Mary Jane le revelara a Liz lo que era en realidad, habían momentos en los que llegaba a referirse a sí misma como un camaleón.

Durante las últimas semanas habían trabajado juntas en secreto. Las madres de Mary Jane siempre estaban muy ocupadas trabajando y desde el arresto de la madre de Liz, la madre de ésta se encontraba ausente la mayoría del tiempo, también trabajando mientras que soportaba la vergüenza de haber tenido a su esposo arrestado por haber planeado atacar Nueva York como un villano, por lo que ninguna de las dos tuvo problema con constantemente escabullirse y esconder en los departamentos de la otra lo que robaban, y pasaban horas planeando meticulosamente su próximo robo. El robo del que más orgullosa estaban era el de los casilleros de los estudiantes de Midtown High. Liz rió durante horas cuando Mary Jane le describió cómo habían reaccionado todos.

Cuando robaron el equipamiento de Felicia y los artefactos creados por el padre de Liz, los poderes de cambio de forma de Mary Jane habían sido muy útiles. Les habían ayudado mucho a hacer su robo sin problema alguno. También habían robado el diario del padre de Liz, en donde estaban sus notas, en donde describía la manera correcta de usar el arnés de alas. Liz también se había puesto en contacto con los cómplices de su padre, quienes, tras contarles su plan, accedieron a ayudarla, a crear un traje que pudiera usar junto con el arnés, y a aprender a usar el arnés y la máscara.

Liz se preguntaba si su padre llegaría a enterarse de que ella había completado su plan.

Acabando de ayudar a Mary Jane de escapar de Spider-Man y White Tiger, con la Skrull abrazada a su cuerpo mientras que Liz planeaba por los aires, paró encima de la terraza de un edificio muy alto. Supuso que los Young Avengers estarían demasiado ocupados encargándose de la herida de Spider-Man y ellas estarían bien. Dejó a Mary Jane encima del techo mientras que aterrizaba con cuidado, y suspiró mientras que se quitaba la máscara.

—¿Por qué les revelaste quién eres?

—¿Eso importa? Sabes que ese era el plan desde el principio. Y teniendo en cuenta que todos saben lo que tu padre hizo no será un misterio cuál será tu identidad.—Liz bufó e intentó cruzarse de brazos, pero no pudo por las plumas de metal debajo de sus brazos, así que Mary Jane le ayudó a quitarse el arnés, para que pudieran descansar durante un rato.—Lizzie, ya no hay vuelta atrás. Ésta es nuestra vida ahora. Somos villanas.

—Y ésta es la vida que quiero tener, Mary. Ya me cansé de jugar a la chica buena. ¿Cuál es el punto? Si no nos dejan ser las heroínas en ésta historia, seamos las villanas.

—Exactamente.—Mary Jane extendió una de sus manos, y con cuidado de no llegar a lastimar a Liz con sus garras, acomodó un mechón de cabello que se había escapado de la trenza de Liz detrás de su oreja.

—Solo espero que esto no llegue a lastimar a mi madre, ella ya ha tenido suficiente con lo de mi padre...—Liz suspiró.

—Nuestras madres estarán bien. Les dejamos el dinero de nuestros robos. Será suficiente para que ellas puedan empezar desde cero y olvidarse de sus problemas. Además de que ellas no fueron nuestras cómplices en esto, así que no pueden meterse en problemas con la policía.—Le aseguró.

—¿Y ahora qué hacemos?

—Deberíamos mantenernos escondidas durante un tiempo, y luego volver a atacar.

—¿Atacar a los Young Avengers?—Liz vio a Mary Jane sorprendida.—Ellos son seis y nosotras somos dos. Has visto lo que Miss Marvel ha hecho con esos puños gigantes suyos, y lo que White Tiger ha hecho con sus garras. ¿Estás segura de que podremos contra ellos?

—Estoy segura de que las plumas de esas alas tuyas han de ser capaces de atravesar la armadura de IronLad.—Mary le sonrió mientras que le acariciaba la mejilla, y Liz esbozó una sonrisa mientras que se sonrojaba.—Además... no tenemos que ser solamente dos.

—¿A qué te refieres?

—Bueno...—Mary se dio la vuelta y empezó a caminar por el techo.—Escuché a los amigos esos de tu padre hablar. Sabes la historia de lo que le pasó a la madre de Peter, de cómo su hermana secreta, la señorita Hydra, la obligó a fingir su muerte y trabajar para ella, y que se entregó a sí misma en cuanto la señora Romanoff volvió con los Avengers. Resulta qué hay rumores de que su esposo, un tal Red Guardian o algo así, está reclutando a villanos para crear un tipo de equipo para su esposa.

—¿Un equipo?—Liz jadeó sorprendida.—¿De villanos?

Equipos de súper héroes habían muchos en aquel mundo en el que vivían, pero nunca habían escuchado de un equipo de villanos. Mary Jane y Liz se vieron entre sí con enromes sonrisas maliciosas.

—En ese caso tendremos que ponernos en contacto con éste Red Guardian, para ver si hay lugar para nosotras en éste equipo...—Liz dijo. Ambas se tomaron de las manos. Liz se puso de puntillas, ya que Mary Jane era más alta que ella, para que su rostro y el de la pelirroja llegaran a estar a la misma altura.

—¿Estás segura?—Mary Jane preguntó acariciándole la mejilla.

—Más que segura—Liz le aseguró, asintiendo.—. Justo como dijiste: Hemos llegado tan lejos, Mary. No hay vuelta atrás. Éstas son nuestras vidas ahora, y de verdad quiero tener ésta vida...—Se aclaró la garganta, mientras que las mejillas de ambas se sonrojaban.—contigo...—esto último lo susurró.

—Oh, Lizzie...—Mary Jane jadeó.—¿Pero qué me has hecho? Eres la única persona en éste mundo que me importa.

Ninguna de las dos había hecho algún tipo de "declaración de amor" por la otra, eso había sido innecesario ya que había sido obvio para las dos lo que sucedía entre ambas. El tiempo que habían pasado planeando aquella venganza juntas, trabajando juntas y cometiendo aquellos robos, las había hecho acercarse como nunca. Ambas eran la única persona en la que la otra confiaba. Habían llegado tan lejos, juntas.

Sabían que ya no eran amigas, porque era obvio que los sentimientos que ambas sentían eran más que correspondidos, y que ambas lo querían, no estaban seguras de qué eran exactamente, pero a ninguna de las dos les molestaba eso. Tampoco sabían exactamente de dónde habían salido aquellos sentimientos. Antes de que todo empezara, las dos estaban completamente seguras de que ambas gustaban solamente de los chicos, ambas habían tenido solamente novios hasta aquel momento, pero, las cosas habían cambiado tanto...

Liz se mantuvo de puntillas mientras que Mary le acariciaba las mejillas. Ambas tomaron el rostro de la otra para acercarse y unir sus labios.

—¿Lista para que seamos juntas las villanas en ésta historia?—Mary le preguntó con una sonrisa mientras que la tomaba de la barbilla cuando separaron su beso. Liz rió y entrelazaron dedos.

—Más que lista.

Equipo Catástrofe [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora