Mientras tanto, en Nueva York

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Liv movió entre sus dedos el pequeño frasco con aquella sustancia verde adentro. Se apretó el puente de la nariz y suspiró. No podía creer lo que estaba por hacer.

Dejó el frasco encima de una de las mesas de su laboratorio, tomó una jeringa y la sacó de su envoltorio para luego extraer la sustancia verde del frasco con la jeringa.

Le dio un último vistazo a su arnés de tentáculos, casi listo, mientras que salía de su laboratorio, subió por el ascensor y llegó al penthouse de la Torre de los Osborn. Cuando entró a la sala guardó detrás de su espalda la mano que sostenía la jeringa y sonrió viendo a Harry.

—Hey, hermano. Me alegra que hayas aceptado cenar conmigo y papá.

—Hey, solo vine aquí por ti.—Harry le sonrió y Liv se sintió aún más culpable por lo que iba a hacer.

Se acercó a Harry, lo abrazó y éste jadeó cuando ella los apuñaló en la espalda con la jeringa para luego inyectar el contenido. Harry jadeó fuertemente mientras que sus piernas temblaban y colapsaba en el piso.

—No te preocupes, hermano, todo estará bien, ya verás...—Susurró mientras que se agachaba y acariciaba el cabello de Harry. Éste gimió de dolor, una capa de sudor cubría su rostro y se retorció en el suelo antes de cerrar los ojos, quedando inconsciente.





•••



—Así que mis hombres y yo llegamos a la escena del crimen, del más reciente robo de ésta nueva Black Cat, ¡y los Young Avengers ya están ahí, y IronLad viene y nos dice que podemos irnos porque esto es un asunto oficial de los Avengers! Te lo digo, Gwenny, ¡los superhéroes nos están quitando el trabajo a nosotros los policías!

—Tal vez porque nosotros lo hacemos mejor que ustedes...—Gwen murmuró mientras que tomaba su mochila. La mayoría del tiempo intentaba ignorar los comentarios que su padre hacía cuando éste se ponía ebrio, pero algunas veces le era difícil.—Bueno, papá, la primera Black Cat no era una ladrona común y corriente, era una villana. Es lógico que los Young Avengers se encarguen de investigar sobre la nueva.

El padre de Gwen bufó, pero no dijo nada hasta que la vio dirigirse hacia la puerta.

—¿A dónde vas?

—Me reuniré con mis amigos.

—¿Incluida la princesa Dyke?

Gwen giró mirando furiosa a su padre.

—¡No te atrevas a llamar así a Shuri!—Sin esperar una respuesta de parte de su padre, salió del departamento y cerró fuertemente la puerta. Mientras que se dirigía hacia el ascensor se mordió el labio aguantando un sollozo de rabia. No sabía quién odiaba más: a su madre o a su padre.

Gwen le mostró a sus amigos una enorme sonrisa cuando llegó a las instalaciones.

—De acuerdo chicas, mientras que Peter y MJ no están tenemos que ver si podemos hacer un avance en la investigación sobre la nueva Black Cat.—Dijo Harley, sentado de piernas cruzadas encima de la mesa de la sala de reuniones.

—Peter, Gwen y yo vimos que ésta nueva Black Cat es completamente idéntica a Felicia, a excepción de que no tiene la cicatriz en la mejilla que ella tenía antes de morir.—Kamala empezó a decir.

—Y tampoco puede ser Felicia vuelta a la vida ya que quienquiera que arregló su tumba para engañarnos y hacernos creer que ella sigue viva no se molestó en sacar su cadáver del ataúd.—Gwen suspiró pasándose una mano por el cabello.—Tampoco puede ser que Felicia haya fingido su muerte. Después de aquella noche en la Mansión Fisk, cuando llevaron a Peter y a MJ a Wakanda para que Shuri pudiera ayudarlos, llevaron a Felicia a la morgue del Hellicarrier. Como dijo Peter: él vio su cuerpo y los resultados de la autopsia, y en ese entonces ella llevaba un mes muerta.

Equipo Catástrofe [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora