Equipo Catástrofe [#3]

Sirenas & Siniestros, parte 4

Natasha acariciaba la espalda de Morgan mientras que caminaba con la niña en sus brazos.

—Todo estará bien.—Susurró en el oído de Morgan.—No te asustes. Confía en mí.

Steve y Tony habían sido movidos a una celda más en las profundidades de La Balsa. Antes de que Melina tomara control y matara a todos los prisioneros y guardias, la parte más profunda de la prisión era para los prisioneros más peligrosos. Natasha suspiró, mientras que paraba en frente de la celda de Steve y Tony, y unos de los soldados de Melina la abrían.

Steve y Tony abrieron los ojos con sorpresa al verla, y en los ojos de ambos hubo algo de esperanza al ver que llevaba consigo a Morgan.

—¡MORGAN!—Ambos gritaron, y hubieran corrido hacia Natasha de no ser por las cadenas unidas a la pared y el techo que impedían que se movieran mucho. Las cadenas eran tan resistentes que ni siquiera Steve con su fuerza de Súper Soldado podía romperlas. Morgan soltó un chillido de miedo al verlos así.

—Quítenles esas cosas.—Natasha les ordenó a los soldados, y ellos le obedecieron, quitando las esposas de las muñecas y cuellos de Steve y Tony. Con cuidado, Natasha dejó a Morgan en el suelo mientras que ambos hombres corrían y tomaban a su hija entre sus brazos, abrazándola mientras que lloraban abrumados por el alivio.

—¡Mi bebé!—Tony sollozó acariciándole el cabello a Morgan.

—¿Estás bien?—Steve la miró preocupado.

—Lo estoy...—Morgan sonrió y volteó a ver a Natasha.—Tía Nat me salvó.

Steve y Tony miraron a Natasha.

—¿Qué sucede? ¿Cómo es que...?

Natasha suspiró apretando los labios.

—Chicos... lo siento...

Natasha se quitó la capa con capucha que Melina le había dado y cuando ésta cayó se reveló su uniforme de Hydra. Steve y Tony la vieron horrorizados. Steve puso a Morgan en el suelo e hizo que la atemorizada niña se pusiera detrás de él y Tony.

—Nat... ¿qué significa esto?

Natasha preparó sus mordeduras de viuda y corrió hacia Steve y Tony. Sin mucho problema derribó a ambos hombres y los electrocutó. Morgan chilló mientras que los agentes de Hydra volvían a encadenar a Steve y a Tony. Mientras que Morgan sollozaba fuertemente, Natasha la tomó de la muñeca. 

—¡Tía Nat! ¡Me asustas!

Natasha miró con frialdad a Steve y Tony, quienes, yaciendo en el suelo y encadenados, la veían con odio. La veían como la traidora que era.

—Ustedes se quedarán aquí a morir, pero ella estará a salvo bajo la protección de Melina y yo. Crecerá para ser una fuerte jovencita, y me encargaré de que se convierta en una buena agente.

—¿¡HAS PERDIDO LA CABEZA!?—Tony gritó.—¡¿CÓMO TE ATREVES...?!

—Deberían estar agradecidos de que los dejé verla una última vez.

—¡NO!—Ambos gritaron. Sin verlos, Natasha empezó a llevar a Morgan a rastras fuera de la celda, mientras que Morgan forcejaba y lloraba.

—¡NO! ¡TÍA NAT, POR FAVOR!—Sollozó fuertemente.—¡PAPÁ STEVE! ¡PAPÁ TONY!

—¡MORGAN!—Steve la vio con los ojos llenos de lágrimas.—¡Te amamos, pequeña! ¡Te salvaremos, lo prometo!

—¡PAGARÁS POR ESTO, ROMANOFF!—Tony gritó.—¡¿ME ESCUCHAS?! ¡TE MATARÉ, ASQUEROSA TRAIDORA!