🎶TRES🎶

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Lian me despertó al día siguiente una hora antes de que Barnaby llegara por mi.

De nuevo no recordaba el sueño, tenía destellos de una melodia y una extraña sensación de paz que recorría mi cuerpo. Y pese a que me aferre a ambas cosas, se fueron desvaneciendo cuanto más trataba de recordar, por lo que minutos más tarde, ni siquiera recordaba que intentaba retener.

Antes de que me diera cuenta, ya hiba en el auto de Barnaby. Ya me había duchado y arreglado, había desayunado y tomado la maleta y el violin, para después despedirme de Lian y Yu. Mis actividades matinales había pasado rápidamente, más de lo que hubiera querido.

De camino a la academia revise mi teléfono, tenía respuesta de mi mensaje para mis padres, aunque no precisamente era de ellos, era de su asistente Zhào Mei.

"La señora Wáng Lian, les aviso a sus padres. Esperan que haya tenido un buen viaje y que su estadía sea de su agrado. También me informaron que el donativo anual para la academia la enviaran el próximo mes."

Los negocios primero...

Guarde el teléfono en mi abrigo y mire por la ventana el resto del trayecto. La academia pese a que era pública, recibía numerosos donativos de las familias más ricas de todo el mundo, por lo que en cierto modo, la volvía muy exclusiva.

-buena suerte, lo veré el viernes - se despidió el chófer cuando hubo detenido el auto frente a la entrada principal del conservatorio.

-gracias - fue lo único que respondí y baje del auto.

Como imaginaba, la Directora Colette Dupont me esperaba con una sonrisa fingida y falsa paciencia.

-señor Huaze, es un placer volver a tenerlo como estudiante - saludo con exagerada modestia.

-el placer es mío - me limite a responder.

-bueno, pues ha llegado justo a tiempo, en unas horas tendremos una ceremonia por el inicio del año - comenzó a contar, solía librarme de las ceremonias así pero lo que dijo después haría imposible escapar esta vez. - y me gustaría, presentarle a nuestro profesorado de este año, así como a su tutor y profesor particular.

-de acuerdo - acepte resignado- las reglas siguen siendo las mismas, ¿verdad?

Mientras hablaba comenzamos las marcha, sabía la rutina: caminar a paso tranquilo por el jardín principal, un pequeño recorrido por las instalaciones y después una breve despedida en los dormitorios.

-así es y al parecer las reglas dominicales no le volverán a aplicar - respondió igual de resignada que yo.

-ese no es problema - comente y para amortiguar mis palabras añadí - mis padres me han pedido que le diga que los donativos de este año, le llegarán el siguiente mes.

-¡Ah, magnífico! - casi brinco de la emoción - hagasle llegar mi gratitud, ojala este año puedan venir a la reunión para rendir cuentas de esos generosos donativos.

Siguio hablando sobre el enorme compromiso que tenían con mi familia al ser los mayores benefactores y cosas por el estilo que ignore. Me dedique a observar la academia: el jardín aún se veía como sacado de un folleto de propaganda y el edificio en sí era de arquitectura moderna, pues el conservatorio original se encontraba en otro lugar y ahora era un museo de música y arte. Sabía bien, que existían todo un edificio de salones de estudio, una biblioteca especializada en artes, un auditorio, un edificio de estudios de música o salones de práctica como algunos llamaban, una gran cafetería y el edificio de dormitorios; este último, tenía un estilo más colonial y quedaba aún costado del edificio principal.

-... volviendo al tema de la reunión, este año se nos une el señor Shì Zhi Chao, supongo que lo conoce, ¿cierto? - la directora Dupont había abandonado la adulación, para por fin decir algo emocionante.

Shì Zhi Chao es el magnate de las tecnología en todo Asia, mi familia había hecho negocios con ellos desde hacía años, aunque muy pocas veces lo vi en persona, por lo que sabía el señor Shì residía en Londres pues su esposa era de ese país y sólo cuando era necesario él viajaba a Shangai por negocios.

-he oído de él, pero no he tenido el placer de conocerlo en persona - respondí vagamente sin decir sobre los negocios de mi familia con el.

-quizá pueda conocerlo en la reunión o a su hija, que comenzará a estudiar aquí este año también - explicó con un cierta insinuación - es una pianista talentosa con un gran futuro por delante, me parece que compartirán algunas clases.

Me sorprende que mis padres aún no hayan mencionado a esa hija, normalmente las familias adineradas del país, arreglan los matrimonios para conservar y ampliar su estatus económico, justo como quería hacer la madre de Daoming Si. Pero, si mis padres no lo mencionaron seguro ni lo sabían.

-por cierto, sobre mi horario - comencé a decir.

-ah, si - recordó la directora - las primeras horas tendrá teoría de composición, estudio de notas, historia musical y por la tarde prácticas grupales, particulares o con el grupo especial.

-¿grupo especial? - pregunté.

-si, este año reuniremos a los mejores músicos y formaremos una orquesta de alto profesionalismo - explicó emocionada.

Apuesto a que utilizaría esa orquesta "especial" para ganar más donaciones.

-y ¿tendré acceso libre a los salones de práctica?- pregunté para aclarar.

-por supuesto, igual que siempre.-confirmó un poco menos entusiasmada.

-¿qué hay de la terraza?

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora