El esperado día llegó muy ajetreado, desde temprano la planta baja era un caos. La Familia de Julieta hiba y venía por todos lados sin terminar ninguna actividad. Emmaline se les unió apenas despertó y yo tras recibir una llamada de Alexander subí por el traje que usaría y prepare lo necesario para irme a arreglar al departamento de Alexander.
Tuve que tomar un taxi hasta allá, pues por otra extraña tradición el novio no podía ver a la novia hasta la boda. En China antes de la boda religiosa, se hacían las fotos de recuerdo y una ceremonia con trajes religiosos, así que en teoría todo el tiempo se veían antes de la boda.
Pará cuando llegue al apartamento, Alexander estaba tirado en el sofá jugando videojuegos.
-¿de verdad? - le pregunté después de dejar mi maleta en la mesa al entrar.
-si, aún es temprano - respondió sin dejar de mirar el juego, ciertamente no era ni medio día.
-¿y no tienes nada que hacer? - pregunté de nuevo.
-no, en 30 minutos estaré listo y en unos 40 minutos llegaremos a la iglesia así que cuando falten dos horas me apresurare - explico sin distraerse.
Siguiendo su lógica, tenía unas buenas 8 horas antes de la boda. No podía quejarme, llegar antes al departamento era mejor que ver como corrían de un lado a otro todos en casa de los Quintana.
En la siguiente jugada entre con el y pasamos el resto de la mañana en ello, ordenamos comida a domicilio y solo nos dedicamos a matar el tiempo hasta que dieron las 4:55 de la tarde.
-¡Oh por Dios! - soltó Alexander pausando el juego de la nada.
-¿qué sucede? - pregunté confundido.
-¡me voy a casar! - grito poniendose de pie.
Ya se había tardado en darse cuenta, desde ayer esperaba que “le cayera el 20" (como dicen aquí), tardó más de lo que pensé.
-si, justo en unas 2 horas, de hecho - le recordé mirando mi reloj.
-no puede ser... Si apenas ayer corría por el rancho persiguiendo al perro que quería comerse a las gallinas - no estaba seguro de que me escuchara, así que lo deje seguir con su monólogo - ¡Oh por Dios! ¿Dónde quedó todo el tiempo que tenía? ¿Cuánto tiempo pasará antes de que cumpla 100 años? ¡No es posible!
Lo observe cruzandome de brazos, el hiba y venía hablando en voz baja y pasándose la mano por la cara o cabello. Lo dejé así unos minutos más antes de intentar calmarlo, aún no me decidía si debía golpearlo o lanzarle agua para que volviera a la realidad.
-no, no puedo ir, de ninguna manera - dijo alzando la voz.
Si corría podía llegar rápido con agua, pero aún tenía refresco en el vaso no había necesidad de correr.
-no iré, es muy pronto, ya no quiero - siguió negando a sí mismo.
Un almohadazo también sería una buena idea, aunque no bastaría para sacarlo del trance.
-la llamaré, le explicaré todo y que se cancele la boda, si es un buen plan - camino a donde estaba su teléfono.
No había duda, tendría que ser el refresco, era lo más rápido y eficaz.
-si, llamemosla, ella entenderá, es mejor que dejarla plantada - comenzaba a marcar el número de teléfono.
Perezosamente me levante del sillón con el vaso de refresco en mano y me acerque a el, estaba por presionar el ultimo numero y la tecla de llamar cuando todo el contenido del vaso le cayó en la cara.
-¡¿qué carajo?! - grito dejando caer el teléfono.
Lo levante y borre la llamada, había sido justo a tiempo. El se limpio la cara para después poderme mirar mal mientras me insultaba.
-¿por qué ha sido todo eso? - se quejo cuando se calmo.
-de nada - respondí volviendo al sillón. - estabas por cometer la peor tontería de tu vida, agradece que te detuviera antes.
-¡ya verás! - grito furioso.
-superalo, mejor ve a prepárate que se te hará tarde para la boda--le ordene.
De nuevo su mirada expresó pánico pero no por lo mismo que antes, esta vez estaba preocupado por la hora; tras ver su reloj, salió corriendo a la habitación y yo me deje caer en el sillón, ¡que agotador!
15 minutos después, yo también fui a arreglarme. Una hora más tarde ambos estábamos listos, el con su smoking negro con chaleco gris oxford, una camisa perfectamente blanca y los zapatos bien limpios negros; y yo, con un traje gris claro, camisa blanca, corbata ginda con detalles en café y mocasines color café.
-creo que ya es hora - comentó Alexander después de terminarse de acomodar la corbata gris o plata más bien.
Se le veía nervioso, así que tras dejarlo vacilar un poco, le quite las llaves del auto y lo obligue a salir del departamento. Conduje por la ciudad siguiendo sus indicaciones para llegar a “la Villa", donde se realiza la ceremonia religiosa. Tal como predijo en 45 minutos llegamos al destino, dejamos el carro en el estacionamiento y caminamos hasta la iglesia.
-justo a tiempo - dijo una señora en cuánto vio a Alexander llegar.
Resultó ser la madre de él, se parecían mucho. Alexander nos presentó apresuradamente antes de que ella nos obligará a entrar a la iglesia.
-¿quién es el novio? - pregunto el padre señalandonos con su movimiento lento de mano.
-soy yo - respondió Alexander.
Seguía sin entender una palabra de lo que decían, pero por lo que paso despues supongo que nos decía que hacer. El padre jalo a Alexander hasta colocarlo de su lado izquierdo y a mi me indico que podría esperar a la izquierda de mi amigo, por lo menos hasta que llegara la novia, después tendría que irme a sentar a los bancos de la primera fila.
-¿de verdad estoy aqui? - pregunto Alexander en voz baja, movía los ojos desesperadamente viendo como sus familiares y amigos entraban en la iglesia y se sentaban en los mejores lugares que encontraban.
-no entres en pánico otra vez por favor, no tengo nada de agua aquí - bromee para que se relajara.
-no, es solo que no lo creo, no se que pasará después y... - comenzó a decir preocupado.
-relajate, todo estará bien, serás un buen esposo - lo interrumpí - sabes bien que Julieta te ama y tu a ella, no debería preocuparte nada más.
-quizá tengas razón - acepto tras pensarlo un poco.
Abrió la boca para decirlo algo más, pero el padre apareció con una sonrisa en el rostro e hizo una seña a sus músicos para que iniciarán a tocar. El momento había llegado.
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EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
FanfictionAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...