🎶TREINTA Y UNO🎶

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Más tarde, Lian nos llamó para comer y Barnaby también llegó para ese momento.

La comida fue agradable, pese a que no estaba acostumbrado a tanta gente había ocasiones como esta en la que lo necesitaba y era muy reconfortante.

Después de la comida Julieta y Alexander fueron los primeros en levantarse, pues llamarían a sus familias. Poco después Lian, Yu y Barnaby también se marcharon.

Los chicos, Emmaline y yo nos quedamos un rato más, bebiendo un poco de vino tinto. Yo jugaba con la copa mientras escuchaba los planes de los chicos para cuando volvieran.

-Lei, ¿aún no sabes cuando volveras? - me pregunto Ximen de la nada.

Deje de ver la copa y su movimiento circular, levante la mirada.

-espero ir para las fiestas - respondí sin responder en realidad.

Sentí la mirada de Emmaline y gire a verla, sabía lo que pensaba: ¿por qué no les decía la verdad?

Siguieron hablando como solían hacerlo hasta que la hora de su vuelo se acercó;los acompañe al aeropuerto en el auto alquilado de Ah Si, detras no seguía Barnaby para llevarme de regreso a la casa.

Al llegar al aeropuerto, los ayude con sus maletas y los despedí.

-oye Lei, sigue en contacto - me pidió Meizuo.

-envíenle mis saludos a Shancai y a Xiaoyou - dije en respuesta.

Los despedí con la mano y se marcharon, las despedidas cada vez se volvían más difíciles y no entendía porqué.

-¿cuándo les piensas decir la verdad? - dijo una voz detrás de mí.

Me gire sorprendido pero lo estuve más cuando vi a Emmaline de pie a unos pasos de mi.

-no se de que hablas - le respondí y camine a la salida del aeropuerto.

-Claro que si lo sabes - insistió- es más que obvio que en realidad no piensas volver a China, quizá hasta ellos lo saben y sólo esperan que se los digas.

No respondí, seguí caminado y llegué al auto, Barnaby nos esperaba.

-perdón señor, la señorita insistió en querer venir - se disculpo el chófer.

Le hice un movimiento con la mano para darle a entender que no había problema y subí al auto.

-bien, puedes ignorarme todo lo que quieras Huaze Lei, pero sabes que tengo razón - dijo Emmaline subiendo enfadada al auto.

No dijo nada más en el camino hasta la casa. Pará cuando llegamos le dije a Barnaby que lo veía el Lunes y entramos a la casa.

-¡ahí están! - dijo Julieta apenas entramos.

-¿qué ocurre? - pregunté dejando mi abrigo.

Camine a la sala y me senté en un sillón, Emmaline me siguió de cerca viéndome con recelo.

-Julieta cree que sería buena idea ir a festejar nuestro éxito en la presentación -explicó Alexander.

-¿festejar? - respondió Emmaline dejando su enfado.

-¡si! Hay un Club aquí cerca, que dicen que es muy bueno - respondió Julieta.

-pasó - dije levantándome del sillón.

Cruce la habitación con la intención para subir a mi habitación cuando Emmaline me tomó de la muñeca para detenerme.

-nada de paso, tu me metiste en eso y ahora yo te meteré en esto, es lo justo - me reprochó.

-¡vamos, Lei! Será divertido -me animo Alexander.

-además no necesitas bailar o eso, puedes esperarnos en la barra con una buena bebida -propuso Julieta.

30 minutos después estábamos frente al dichoso Club. ¿De verdad me había dejado convencer tan fácil?

Pesé a que el lugar se veía muy exclusivo, logramos entrar rápidamente y enseguida Julieta pidió una ronda de tragos para todos, al parecer ella y Alexander ya habían venido un par de veces. Yo de verdad hubiera preferido quedarme en casa.

-¡salud! - me dijo Emmaline por encima de la música, chocamos vasos y les tomamos.

Mis tres amigos se turnaron para quedarse a hacer platica conmigo, o incluso en ocasiones terminábamos todos juntos solo bebiendo un rato. Julieta y Emmaline fueron las que más disfrutaron de la pista de baile.

Pasaban de las 3 am cuando me quedé mirando como mis amigos bailaban ya sin seguir el ritmo si quiera y por un momento un deja vu me distrajo del momento: Emmaline bailaba alegremente y me decía que me acercara.

Negué con la cabeza, Alexander se acercó y se sentó a mi lado.

-Julieta al parecer tomó energizantes antes de salir - habló por encima del ruido.

Me reí, me gire y pedí otro trago al Barman, me la entrego y volví a mirar a la pista mientras le daba un sorbo.

Casi tiro el vaso, cuando al mirar la pista, vi como un sujeto jalaba a Emmaline y Julieta no estaba por ningún lado.

-¿y Julieta? - pregunté casi gritando.

Alexander se giro rápidamente y se puso de pie alarmado. Emmaline seguía intentando soltarse del hombre que cada vez la alejaba más de la pista camino a la salida de emergencia. Sin esperar un segundo más fui en su dirección, Alexander se encargaría de buscar a Julieta.

-¡suelteme! He dicho que no - alcance a escuchar que gritaba Emmaline cuando me acercaba.

-no tardare - decía el hombre en francés.

Antes de que el le diera un jalón más, tome el brazo del sujeto y lo obligue a que soltara a Emmaline.

-le dijo que no - solté en francés.

-este no es tu asunto, extranjero - dijo furioso el hombre.- yo vi primero a la ramera.

-repitelo una vez más - lo desafie.

-Lei, dejalo ya - me pidió Emmaline jalandome lejos.

-¿qué repita que cosa? ¿Qué es una Ramera? - pregunto burlon el tipo, se rio y añadió- esa ramera es mía.

Perdí la paciencia, toda la cordura y sin pensarlo dos veces le solté un puñetazo en la cara lo más fuerte que pude.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora