EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)

🎶SESENTA Y CINCO🎶

Esa noche no pude dormir, Melody había pasado la mitad de la noche subiendo y bajando las escaleras a toda velocidad. Comenzaba a arrepentirme de acceder a cuidarla hasta el 25.

Pasaban de las 11 am cuando alguien toco la puerta con insistencia, debía de haber tocado antes pero no escuche. De mala gana me levante y baje las escaleras, de camino me talle los ojos con la mano para poder despertar.

Al abrir sentí la necesidad de volverla a cerrar y subir corriendo a cambiarme, Emmaline era quien tocaba.

-esta vez si que te desperté - bromeó deteniendo la puerta para que no hubiera lo que planeaba.

-dame 5 minutos - le dije y subí corriendo.

Tras cerrar la puerta del baño me contuve de pegar la cabeza a la pared, ¿qué ya no puedo descansar en paz?. Me lave rápidamente los dientes y la cara, acomode mi cabello y salí a ponerme lo primero que encontré, que fue un pantalón y una camiseta sencilla.

-sabes que ya vi tu pijama de todos modos, ¿verdad? - bromeó Emmaline cuando baje de nuevo.

-es muy temprano para visitas - me queje.

-yo he venido en Pijama Kigurumi o creo que también le dicen mameluco - explico Emmaline.

Se quito el abrigo y la bufanda que llevaba, efectivamente llevaba uno de esos trajes completos de conejo que yo conocía como pijama Kigurumi. Se veía adorable y aún más cuando se coloco el gorro y de él se desplegaban las orejas.

Antes de que yo pudiera decir algo, Melody bajo corriendo hacia Emm que la recibió con los brazos abiertos y comenzó a darle mimos.

-que preciosa Melody, ¿ya te dio de desayunar tu padre? por supuesto que no, el se acaba de levantar - comenzó a hablarle Emm a la perrita, camino a la cocina por la comida de la mascota- es un mal padre, se olvidó de llenarte tu tazón de croquetas, apuesto a que ya tenías hambre.

-¿padre? - pregunté sorprendido.

Emmaline me miró y solto una carcajada, me dio a Melody y la cargue dándole más mimos.

-si, uno muy malo, debiste dejarle la comida en la noche - me reprendió mi novia.

-quiza tendría comida si no hubiera saltado por toda la casa durante la noche - me queje pero seguí acariciando a Melody.

Emmaline me miró mal pero no dijo nada. Después de asegurarse de que su mascota estuviera alimentada, me propuso preparar el desayuno (ella tampoco había desayunado), le ayude y juntos la preparamos en media hora.

El resto del día no la pasamos envolviendo los regalos, con pausas para consentir a Melody y comer. Éramos pésimos para adornar pero era muy divertido pasar el día así con ella.

-jamás había hecho esto - comenté cuando por fin terminamos, eran pasadas las 7 de la tarde.

-dejame adivinar, no era necesario pues pagabas por la envoltura - observó Emm divertida.- un clásico.

Deje a Melody sobre mis piernas y le rasque tras las orejas.

-mis abuelos dejaron esa tradición - comentó al ver que no respondía- pese a que no eran ricos ni pobres, siempre trataron de ser humildes y le enseñaron lo mismo a mi madre y ella a mi, así que por eso hacemos esto, o nos reunimos seguido entre todos.

>>ni todo el dinero de mi padre pudo cambiar eso - añadió tristemente- es curioso porque todos decían que la falta de dependencia de mi madre hacía mi padre sería lo que destruiría su matrimonio - soltó una risita sarcástica - quizá fue ese otro problema, aún cuando mi padre siempre decía que eso fue lo que le enamoro de mi madre: su libertad, su independencia.

Hasta el momento no se me había ocurrido lo difícil que debería ser esto para Emmaline; según sabía era el primer año en que Shì Zhi Chao no estaría en casa con su familia y después de todas las actitudes que había tenido, debía ser aún peor.

Deje el sillón donde estaba para sentarme aún lado de Emm en el suelo, Melody se subió en sus piernas de ella y yo solo me quede ahí.

-no creo que eso haya tenido que ver - respondí después de pensarlo- tu madre no tiene la culpa, ni siquiera tu.

-¿por qué tan seguro? - pregunto mirándome con los ojos vidriosos.

-por qué si te enamoras de una persona con sus defectos y virtudes, difícilmente eso te molestara después - explique- quien pone de excusa eso, solo es un cobarde que esconde el verdadero motivo.

Emm suspiro y se recargo en mi hombro.

-quizá algún día pueda saber el verdadero motivo -añoro en susurro.

Había muchas otras cosas que ella merecía saber y quizá su comentario no hiba sólo para lo de su padre, a veces una misma expresión se adapta a todo lo que nos preocupa.

Después de un rato, subimos todos los obsequios al carro de Emm, ella los llevaría a su casa para el día siguiente. Ambos nos fuimos a preparar para la cena, por lo que me había comentado Trinity e Isobel, en Londres y en gran parte del mundo en nochebuena (un día antes de navidad o la noche previa en sí) acostumbraban preparar una cena familiar, pasaban el rato juntos y repartían regalos al amanecer cuando al fin llegaba la navidad.

Cuando se marchó Emmaline, subí a darme una ducha y a arreglarme; vendría por Melody por la mañana, por lo que cuando estuve listo le dejé alimento y agua para que pasara la noche.

Camine hasta la casa de Emmaline, con las manos dentro de mis bolsillos, hacia demasiado frío y nevaba un poco de nuevo. Sería una buena noche.