🎶SETENTA Y CINCO🎶

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-¿tan diferente eres conmigo? - susurro Emmaline.

-no lo soy contigo, lo soy por ti-explique.

Ella sonrió y me tomo la mano. Esperamos unos 10 minutos antes de volver a bajar. Cuando lo hicimos seguíamos de la mano, Ximen jugaba solo con las cartas, Meizuo revisaba su teléfono y Ah Si jugaba con Alexander en la pantalla. Todos nos voltearon a ver.

-¡qué rápidos! -dijo Alexander burlon.

-¡Oh, ¿qué he hecho?! Eso fue muy expresivo de mi parte - trato de imitarme Meizuo.

-¿cómo te atreves? ¡Justo frente a todos! - imitó Ximen a Emmaline.

-me dormiré para olvidar lo sucedido - continuó Meizuo.

-¿qué hacen? - pregunto Emmaline tratando de no reír.

-vivir la vida - respondió Ah Si.

Rodé los ojos y me lleve a Emmaline conmigo, tomé nuestros abrigos y salimos.

-¿a dónde vamos? - pregunto confundida, pero me siguió.

Me encogi de hombros y seguí caminando, si no mal recordaba, había un puente cerca, con un estanque perfectamente congelado, era un lugar tranquilo. Ella me siguió.

Efectivamente, no muy lejos de la casa estaba el estanque, lo cual fue bueno pues Emm aún tenía sensible el tobillo. Estuvimos un buen rato ahí, solo disfrutando de la compañía del otro, en ocasiones la abrazaba y otras más solo sonreía al verla.

-¿cómo descubriste este lugar? -pregunto cuando ya se estaba poniendo el sol.

-la última vez que vine, Shancai se perdió y en mi búsqueda llegué aquí - explique.

Veía la duda en sus ojos pero no dijo nada, hasta que yo le pregunté.

-¿qué ocurre?

-nada, es sólo que, todo este tiempo pensé que tanto Shancai como la otra chica habían dejado su marca por así decirlo-comenzó a decir - pero jamás me detuve a pensar en que tan malo fue para ti.

Analice sus palabras, yo si me lo había planteado, a su manera me había destrozado, para bien o para mal, pero no lo había hablado con nadie.

-bueno, con Jing no puedo decir que no dolió - comencé a decir- pero con Shancai, realmente no era amor, sabía que ella sería feliz con Ah Si e hice todo lo posible porque terminarán juntos.

-¿era por eso, que cuando te conocí eras muy retraído? - pregunto sería y entristecida.

Me gire a verla, le sostuve la mirada unos segundos y después puse mis manos a cada lado de sus mejillas.

-si y no, pero tu ayudaste a cambiar eso - le dije, me incline un poco para estar a su altura- quisiera decir que eso no me hace depender de ti, pero lo cierto es que soy mejor cuando estas a mi lado, soy más feliz de lo que pude haber sido antes.

Ella sonrió, comienzo a pensar que solo finge estar dolida para que yo le haga mimos o le diga cosas románticas. Se lo dije, en respuesta me beso y olvidé lo que le había dicho, ambos podíamos jugar.

Después de un rato más volvimos a la casa, donde Shancai ya había terminado de cocinar y ya hasta había puesto la mesa, solo nos esperaban a nosotros. Era nuestra cena de año nuevo.

Eran casi las 11 de la noche, cuando todos nos sentamos en la sala de estar, reíamos por las tonterías que se inventaba Ximen, Meizuo y Alexander, disfrutábamos un poco de vino y sólo estábamos ahí. Lo veía desde una perspectiva desenfocada, como en la películas cuando el tiempo se alenta y el protagonista ve lo agradable que es el momento y resignifica su vida. ¿Era eso la felicidad? Si lo era, entonces había sido gracias a ella. Me detuve al mirarla, reía y estaba sonrojada, había llegado a poner en orden mi vida.

Faltando 10 minutos para la media noche, Shancai y Ah Si, salieron para ver los fuegos artificiales, Meizuo salió detrás de ellos; Ximen y Xiaoyou subieron para poder verlos de mejor altura; Julieta y Alexander se escabulleron a su habitación llevando consigo sus copas de vino. Emmaline sólo se dejó caer en mi hombro y suspiro con una sonrisa.

-dicen que como empiezas el año, es como lo pasaras todo ese año - dijo pensativa.

-¿eres supersticiosa? - pregunté sorprendido.

-no lo era, pero ahora realmente quiero que mi año entero sea así - respondió enderezandose y girando para estar cara a cara- quiero creer para que así sea.

Estaba por asegurarle que así sería cuando las 12 campanadas y los fuegos artificiales, delataron la llegada del año nuevo. Ella sonrió y tomó su copa.

-¿por 365 días a tu lado? - pregunto para brindar.

Tomé mi copa demasiado emocionado para ocultarlo.

-por 365 días a tu lado - le respondí.

Chocamos copas y bebimos, no pasó mucho para qué la besara también. Salimos a ver el show y poco después todos ya estábamos riendo y celebrando como nunca lo habiamos hecho.

Era uno de los días más felices de mi vida, no había nada que se le compara. Aquella noche casi no dormimos Emmaline y yo, terminamos nuevamente en su habitación solo hablando y planeado.

Era extraño, pensar a futuro con una persona, planear un viaje o un día como mínimo. Jamás lo había hecho, pero me agradaba.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora