🎶TREINTA Y CUATRO🎶

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-uff, la verdad sobre ella, es que no lo sé - confesé.

Escuche un golpe, era Julieta que se daba una palmada en frente a la vez que decía algo en español que no entendí.

-¿qué? - pregunté levantándome.

-dije que eras mi amigo pero a veces eres un completo tonto -respondió negando con la cabeza.

-¿por qué? - volvi a preguntar.

Suspiro desesperada y se pasó la mano por su cabello.

-unamos las piezas, ¿de acuerdo? -dijo un poco alterada - se de buena fuente que tus experiencias en el amor, son un completo desastre.

-¿y eso que tiene que ver con...?-comencé a decir.

Realmente sabía a que se refería y entendía perfectamente a dónde quería llegar con esto, pero no era a ella a quien debería decirselo.

-no me interrumpas - me corto a mitad de la pregunta, continuó con el sermón- y también se que tu no haces todo lo que haz hecho por Emmaline solo por ser tu amiga, yo lo he sido por años y nunca te metiste en una pelea, siempre esperabas a que Alexander lo hiciera.

Me encogi de hombros, tenía un buen punto, me estaba divirtiendo viendo como intentaba hacerme entrar en razón.

-ademas he visto demasiadas historias de romance como para saber que pasa aquí - continuó sin dejas pasar nada - es tan obvio, hasta Alexander que es medio ingenuo en este tema lo noto, ¡vamos! Hasta Alaric sabe que algo pasa.

Y justo ahora, es cuando se le escapa información “confidencial" y me ruega por que no lo cuente.

-y la verdad hasta la misma Emmaline ha confesado lo que siente por ti y tu ni pío del tema - soltó de la nada.

Cuando se dio cuenta de lo que dijo se tapó la boca asustada, me empecé a reír.

-¡ay! No le digas que te dije - me suplico - si se entera me matara.

Continúe riéndome un poco más, lo que me hizo toser y quejarme de dolor, había recibido varios golpes en el abdomen y hasta me costaba respirar un poco.

-te lo ruego, por favor, Lei - siguió suplicando sin prestar atención a que casi me ahogaba.

-es lo que necesitaba saber, gracias - le dije sonriendo de lado para no hacerme sangrar el labio de nuevo.

Antes de esperar su reacción yo ya estaba de camino a la puerta.

-¡Huaze Lei! ¿A dónde vas? - oí qué me grito desesperada.

Con más emoción salí de mi habitación y baje las escaleras, en el primer piso Alexander y Yu jugaban damas chinas, al verme bajar deprisa solo me miraron confundidos. Seguí bajando, seguido por una muy alterada Julieta.

-¡Lei, por favor, vuelve aquí! - me gritaba Julieta.

Detrás de ella, también bajaron curiosos el mayordomo y mi amigo, no parecían saber que pasaba pero aún asi le interesaba ver que estaba por suceder.

-¿por qué tanto escándalo? - pregunto Lian saliendo de la cocina, se limpiaba las manos en un trapo, quizá estaba preparando la comida.

Emmaline apareció detrás de ella, tenía los ojos un poco rojos, seguro había llorado con mi cocinera. Sin hacer caso a los gritos de Julieta o las preguntas de Lian, tomé a Emmaline de la muñeca, la jale fuera de la casa, después de tomar mi abrigo y el de ella.

-¿qué mosco te pico? - me preguntó intentando seguirme el paso. - ¿a dónde me llevas?

Aún sin responderle la saque de la casa y la seguí guiando hasta que llegamos al centro. Una vez ahí me detuve, me puse mi abrigo y después le puse el suyo a ella.

Había dejado mi teléfono y llaves en la casa, pero al menos mi cartera seguía dentro de mi abrigo.

-¿qué hacemos aquí? - pregunto confundida y un poco enfadada.

-necesitaba hablar contigo - le respondí.

-¿así de la nada? ¿Justo ahora? - pregunto cruzandose de brazos.

-si y si - respondí asintiendo con la cabeza.

-¿era necesario salir de la casa?

-mmm quizás no - lo pensé, realmente había sido muy impulsivo salir así pero lo que me había contado Julieta me había emocionado bastante.

-necesitabas hablar, supongo que es urgente, tanto que no pudiste esperar y por qué debe ser algo importante me haz sacado a rastras  de la casa - recapitulo lentamente- ¿estas demente?

Sonreí inocentemente y me encogi de hombros.

-por supuesto que lo estas - se respondió a sí misma - ni siquiera han pasado 12 horas desde tu pelea y ya haz salido de casa en lugar de descansar, solo porque querías hablar conmigo, ¿de verdad?

>>quizá no te preocupe en lo más mínimo tu salud pero a mi si, sobre todo por que yo te puse en esa situación y...

Me acerque y la hice callar con un beso, funcionó.

-¿eso por qué fue? - pregunto asustado cuando me separe.

-no dejabas de hablar - le respondí encogiendome de hombros.

-¿te tomaste muy enserio la frase de “callame"? - pregunto bromeando.

-algo así, estoy tratando de decir algo importante y no dejas de hablar - le explique. - pareciera que no quieres escuchar.

-quizás no, apenas si te puedo mirar a la cara después de anoche - respondió apenada, se había vuelto a sonrojar.

-es justo de lo que quiero hablar- le dije.

-no quiero oírlo - negó con la cabeza.

-por primera vez estoy tratando de ser honesto contigo y ¿no quieres oírlo? - le dije riendo.

-no es que no quiera oirlo pero... - comenzó a decir pero se detuvo, no tenía ninguna excusa.

Agachó la cabeza, tome su rostro nuevamente entre mis manos e hice que me mirara.

-me enamore de ti, Emmaline - confesé sonriendo- me enamore y no me di cuenta y no lo quise aceptar hasta que hace unas horas te bese sin pensarlo y lo volvería a hacer.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora