🎶CIENTO VEINTINUEVE🎶

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-entonces, ¿estas diciendo que debo agradecerte? - dijo, llevaba los últimos 15 minutos quejándome de todo lo que hice por el hoy.

-igual pudiste haberte quedado en bar, me hubiera gustado averiguar como salias de ahí sin tu cartera--le respondí sarcástico, hoy había cruzado mi límite y mi paciencia se había agotado.

-¿mi cartera? - pregunto alarmado y comenzó a buscarse en los bolsillos, su pánico aumentó cuando no encontró lo que buscaba.

-si, quien sabe en qué momento te robaron - afirme divertido.

-¡mierda! Menos mal que solo llevaba un par de dólares y la tarjeta del taxista que me llevó -sonrió satisfecho.

-¿qué? - pregunté.

-solo doy mi número de teléfono y de ahí sacan mi numero de tarjeta, es mas seguro así - explico presumido.

¿Cómo pude preocuparme por ese idiota? Suspiré fastidiado. Mire mi teléfono, ya eran las 9, me apresure a enviarle mensaje a Emmaline: "Lo siento, llegare tarde hoy. Descansa."

Si Emmaline me veía llegar así a casa, sabría que algo no anda bien y de nada serviría que hubiera buscando a Nathaniel por toda la ciudad.

-¿ya estas acusandome con mi hermana? - se quejo Nathaniel logrando sentarse en la cama.

-estoy salvando tu pellejo y de paso el mío - respondí de mal humor.

No esperaba pasar mi noche así, siendo niñera de un borracho con el corazón roto.

-¿por qué tan amable? Acaso es la culpa de robarme al amor de mi vida y a mi hermana - dijo el, seguía ebrio.

-necesitas más café - comente ignorado su comentario.

-no, lo que necesito es que dejes de joderme mi vida - corrigió.

-¿qué?

-lo que oíste, llegas y te quedas con Emmaline, ahora resulta que también te quedaras con Jing, ambos son iguales, ¿por qué no dejan a mi familia en paz y desaparecen juntos? - la furia que había contenido con alcohol ya estaba saliendo de nuevo, habrían sido mejor los gritos de Emmaline.

-el alcohol si que te hace más idiota, sabes bien que amo a Emmaline y Jing ya no es nadie en mi vida -le repetí.

-¡si, soy un tremendo idiota por enamorarme de alguien que solo buscaba un remplazo! - me grito, pero lo que hizo después fue lo que me dejó en claro que su enfado no era conmigo.

Que bueno que Emm no estaba aquí, ella habría hecho un alboroto por comentarios así y la cosa hubiera terminado peor.

Me adentre más en la habitación, al igual que la de Ah Si, había una pequeña sala, camine a uno de los sillones y me senté. ¿Qué se supone que debía decir?

-lo peor de todo, es que yo aleje a Jing y ella ni parecía preocupada por ello - susurro, pero alcance a escucharlo.

¿Debería decirle que los padres de Jing quieren que la boda siga en pie? Sabía perfectamente cómo se sentía ahora, pero no encontraba las palabras adecuadas para mejorar su estado de ánimo.

-¿seguirás sentado ahí sin decir nada? - pregunto molesto.

-¿qué esperas que diga? -le respondí más calmado de lo que estaba

-no lo sé, una explicación, ¿por qué de entre todos tenías que ser tu? ¿Qué te hace tan grandioso como para que yo no sea suficiente? - su voz titubeaba con cada pregunta.

-ni yo lo sé, como tú, alguna vez fui desechado por no ser suficiente, jamás supe la razón - confesé desviando la mirada. -ella dijo que tenía un sueño que cumplir y prácticamente yo estorbaba en eso, ni siquiera me lo dijo directamente, solo me dejó sin más.

-¿esa es la gran historia? - se veía decepcionado, claro que no le había dicho los detalles, no era necesario.

-¿esperabas más? - dije sorprendido.

-esperaba que hubiera un motivo por el cual ella te eligiria, por la cual tu accederás a volver.

-no la hay, ¿a caso me escuchaste antes? Después de todo, aún no te queda claro que tanto amo a tu hermana, ¿cuántas veces tendré que repetirlo?

-lo creeré cuando lo vea. - típico: "ver para creer", ¿acaso no había visto suficiente ya?

Hubo un largo silencio, sabía lo que pasaba por su mente:¿por qué había vuelto Jing? ¿Por qué me escogió a mí?

-necesito un trago - dijo después de un rato, camino hasta donde yo estaba, debajo de la mesa de centro había un refrigerador pequeño, como los que hay en los hoteles, de ahí sacó un par de cervezas.

Me ofreció una y tras pensarlo un poco decidí aceptar. Si me ponía en su contra, esto terminaría mal, lo mejor que podía hacer es seguirle la corriente. Se sento en otro de los sillones y comenzó a beber, con menos desesperación que antes.

No tardó mucho en volver a sacar toda la furia contenida, al igual que Emmaline, no podían guardar demasiado tiempo sus emociones, lo que los enfurecia aún más. Recordé las veces que Ah Si hacía las mismas rabietas, en todas esas veces lo único que podía hacer era esperar y no ponerme en su camino al arrojar cosas. Y eso pasó, por una hora solo escuché cristales romperse, gritos y maldiciones, hasta que finalmente se dejó caer a la mitad de la habitación.

-¿haz terminado? - pregunté acercándome a él.

-¿sigues aquí? - respondió de mala gana.

Suspiré, realmente esto me llenaba de recuerdos, lo tome del brazo y lo ayude a levantarse, lo lleve  hasta su cama y lo deje ahí.

-no esperes que te arrope - dije sarcástico, me senté a los pies de la cama.

-¡que romántico! - me respondió de igual modo.

Los efectos del alcohol y el bajón después de todo el enojo desbordado, estaban surtiendo efecto, dentro de poco se quedaría dormido como esperaba.

-de entre todas las personas tenias que ser tú, ¡que idiota! - se quejo entre sueños, no dejaría de insultarme en un buen tiempo y tampoco esperaba que lo hiciera.

Cuando confirme que se había dormido por completo, me dispuse a recoger la habitación, no porque me correspondiera hacerlo pero, realmente sentía cierta culpa por la desdicha de Nathaniel. Pará cuando termine eran casi la 1 am, ya era buena hora para volver.

Me estaba encaminando a la puerta, cuando sin querer pise algo, me agache esperando no fuera importante; era una fotografía enmarcada, en ella aparecía Nathaniel de unos 11 o 12 años y una chica, con una leyenda que rezaba: "para que no olvides lo que te espera al volver de África". En definitiva, Nathaniel se había enamorado de la persona incorrecta.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora