🎶CIENTO CINCUENTA Y TRES🎶

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-creí que tardarías más en proponerle matrimonio - comentó Nathaniel de la nada.

Ya estábamos en su oficina revisando los pendientes del proyecto. Después de comer con Emmaline y haber hablado un buen rato sobre el tema del compromiso, el y yo nos despedimos de Emm y terminamos aquí. Había pasado una hora desde nuestra llegada pero recién hablaba del tema.

-yo también lo creí pero la oportunidad llegó pronto - respondí sin dejar de mirar las estadísticas de crecimiento de la empresa.

-entonces tienes un plan -volvió a decir, alce la vista.

-¿a qué te refieres?

-haz olvidado qué nuestros padres planearon la boda desde hace un año, deberías tener un plan contra eso - me recordó en tono de obvio.

No lo había olvidado y Alexander bien sabe cuántos dolores de cabeza me traía pensar en eso. Si, estaba haciendo justo lo que querían Shì y mi padre, pero quería que aunque la boda fuera un negocio para ellos, Emmaline tuviera la satisfacción de hacerla como ella quería y yo le había propuesto matrimonio por voluntad propia antes de que ellos lo impusieran.

-aún no decido nada - confesé dejando de lado los papeles que llevaba en la mano - bien podría ocultar el matrimonio hasta que estuviera hecho, o podría intentar hacer entrar en razón a nuestros padres, o hacer 2 bodas una con lo que tu padre planee y otra a lo que desee Emmaline.

-¿y que opina mi hermana?

-aún no le digo nada, no he querido arruinarle el momento con preocupaciones como esa.

-tienes suerte, mi padre está distraído con mi matrimonio con Jing, pero aún así vas contra reloj- me recordó, seguía sin estar feliz con lo de Jing, pero nuevamente me percate de que algo había cambiado.

-sobre eso... - comencé a decir.

-ella está bien, no parece completamente de acuerdo con el matrimonio pero igual lo hará -me interrumpió - parece que es la última oportunidad que le dan sus padres de enmendar lo que hizo en su cumpleaños.

Así que, aún después de poco más de 2 años, sus padres aún no la perdonaba por renunciar a todo e irse a África. Además, si no me equivocaba también había amenazado con casarse con un millonario inglés. Era lista, sabía que sí cancelaba la boda con Nathaniel perdería el apoyo que necesita para cumplir sus metas.

-no lo preguntaba por ella - le dije molesto por la interrupción.

-yo no tengo otra opción, si me rehusó mi padre se irá contra ti y Emmie - respondió, daba vueltas sobre su silla y evitaba mi mirada--y seguramente también perdería la empresa y la confianza que me he ganado de él.

-ya haz visto que puedo liderar con Shì Zhi Chao y sabes bien que no dejaré que le haga nada a Emmaline - le recorde ofendido porque aun no parecía confiar del todo en mi.

-lo sé... Aunque de cierto modo, si ahora dejara todo, lo que hice habría sido en vano - explico mirando por la ventana - ya no hay marcha atrás.

-¿por qué tu y tu hermana siempre tienen ese tono trágico cuando hablan de sus metas? - me queje cruzandome de brazos.

La verdad, hasta Jing tenía ese tono, quizá era algo que Nathaniel había aprendido de ella.

-¿por qué siempre eres un fastidio? - me atacó en su defensa.

Suspiré cansado y cerré los ojos un segundo, después de haberlo salvado de haberse embriagado en alcohol 2 veces, haber soportado su ataque de ira y haber sido vomitado por el, ¿por qué aún era tan difícil pasar más de 5 minutos sin que nos atacaramos mutuamente?

-sabes, tampoco lo preguntaba por ti - le dije con la poca paciencia que aun tenía. - preguntaba por que Emmaline esta realmente preocupada al respecto, no quiere que estés con alguien solo para salvarla a ella o destruir a tu padre.

-afortunadamente no es su decisión--me respondió poniéndose de pie.

-tampoco es algo que debería importarme, pero igual aquí estoy, en lugar de estar con tu hermana justo ahora- comenté siguiéndolo con la mirada.

-nadie te lo pidió.

-no lo hago por ti, lo hago por Emm. - hice una pausa para ver que otro comentario sin sentido soltaba, pero no hubo ninguno - al menos deberías hablar con ella.

-¿por qué? ¿Por qué de entre todas las personas tenías que ser tú? - pregunto en voz baja.

En este punto no sabía bien porqué había accedido al matrimonio con Jing, dudaba mucho que lo hiciera por perder la confianza de su padre o la empresa. Su comentario lo había dejado claro, su padre no tenía nada que ver en esto, aún le preocupaba Jing, si él se negaba sería el fin de ella y él no podría hacerle algo así, la quería demasiado. Por eso no quería hablar con Emmaline, no podría mentirle como me mentia a mi.

-de entre todas las personas, ¿por qué eres el único que entiende lo de Jing y lo de mi padre? - insistió subiendo la voz.

Me hacía la misma pregunta, ¿por qué de entre tantas personas Jing eligió a Nathaniel? No podían ser más diferentes, a pesar de los intentos de Jing por volverlo como ella.

-la razón que sea, no tengo opción-siguio con su monólogo - me casaré con Jing, aunque no lo quiera Emmie, aunque no lo quieras tu, aunque ni yo mismo lo quiera.

Lo que había cambiado, era que todo el enojo y el dolor que había sentido por causa de Jing, lo había cambiado a resignación y un último sacrificio por amor a ella.  Nada de lo que yo dijera lo haría cambiar de opinión, lo único que pareciar ser una buena noticia es que había entendido que Jing y yo ya no estábamos en el mismo capitulo, ni siquiera en la misma historia. Pesé a eso, tenía el presentimiento de que esto aun no había acabado, ni lo de Jing ni lo de Shì Zhi Chao y no sabía si debía preocuparme o no.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora