🎶CUATRO🎶

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Como predije, la directora me dejo en mi habitación para que desempacara y me recordó la hora de la ceremonia: 12:30. Tenía 4 horas hasta entonces, de las cuales ocupe 1 para desempacar.

La habitación consistía en una cama individual, un escritorio, un closet y un mueble pequeño junto a la cama con una lámpara sobre el, un baño completo y una  ventana con vista al edificio principal.

Sobre el escritorio estaba mi horario de clases:

Hora de desayuno: 6 am - 7 am
Hora de comida: 1 pm - 3 pm
Hora de cena: 8 pm a 10 pm

Lunes:
     7 am - 9 am > teoría de composición.
     9 am - 11 am > estudio de notas.
     11 am - 1 pm > historia musical.
     4 pm - 8 pm > clase privada.

Martes:
     7 am - 1 pm > prácticas grupales.
    
Miércoles:
     7 am - 9 am > teoría de composición.
     9 am - 11 am > estudio de notas.
     11 am - 1 pm > historia musical.
     4 pm - 8 pm > clase privada.

Jueves:
      7 am - 1 pm > ensayo grupo especial.
      3 pm - 8 pm > ensayo grupo especial.

Viernes:
     7 am - 9 am > teoría de composición.
     9 am - 11 am > estudio de notas.
     11 am - 1 pm > historia musical.

Así que tendría libre 3 horas el lunes y miércoles, toda la tarde martes y viernes, y los jueves 2 horas. No estaba mal. Tomé una foto del horario, recogí mi violin y salí de la habitación.

En el pasillo ya habían un par de alumnos y alumnas que hiban y venían con equipaje.

-... Es él... - susurro una chica cuando me acercaba. - es el chico asiático rico.

-¡vaya! Se quedará en nuestro piso - respondió emocionada otra - apuesto a qué cuando termine el año, será mío.

-no te emociones, seguramente ya está comprometido con alguna chica rica - la calmo la primera - y es más, debe ser esa que modelo semi-desnuda el año pasado, dijeron que ella igual era de China.

-uff, apuesto a que ambos se creen la gran cosa por su fama y fortuna - dijo la segunda, en ese momento yo pasaba a su lado.

-pues claro, ¿que no ves como la directora lo trata? Como si fuera la mismísima reina de Inglaterra - se burló una de ellas. - y seguramente la tal Jing es igual o peor.

Ese último comentario fue lo que necesitaba para reaccionar, al igual que la mayoría de los estudiantes de la academia, ellas creían que no entendía el Francés, por lo que me detuve y me acerque a ellas.

-creo que la academia no tiene especialidad en rumores - les dije en francés - y no debería importarles la vida de los demás, comprometido o no, jamás me fijaría en chicas tan insignificantes. - ella spusieron cara de sorpresa y enojo a la vez. - dedíquense a estudiar.

Dicho eso, seguí caminando aún consiente de lo que recitaban en francés mientras me marchaba.
Herir los sentimientos de alguien más, en el exterior no me importaba, Shancai hizo que eso cambiará, aunque de vez en cuando eso se necesitaba para frenar a alguien como esas chicas. Detestaba los rumores y las críticas infundadas, normalmente me mantenía al margen hasta que la otra persona cruzaba los límites; y el límite lo habían cruzado esas chicas, al meter a Jing.

Camine hasta uno de los salones de prácticas y en el camino las miradas no faltaban; estando en Ming De, estaba acostumbrado a que la mayor parte de la atención se fuera a Ah Si y a Ximen, o fuera proporcional cuando a parecíamos juntos. Pero aquí, yo acaparaba toda la atención, no me molestaba pero después de un tiempo llegaba a irritarme.

Al llegar al piso de los salones de práctica, elegí el que estaba al fondo y que era un poco más pequeño que los otros, tenía un piano color caoba un tanto antiguo. Sobre el, puse el estuche del violin y lo saqué, lo afine antes de empezar. Cerré los ojos y comencé a tocar, hasta perderme en los sonidos que emitía mi instrumento.

Me detuve un par de veces cuando las notas desafinaban o cuando dejaba de sentir el brazo.
En la última ocacion me detuve porque unos aplausos interrumpieron la última parte de la melodia.

-¡me enamore! - dijo emocionado el chico que había aplaudido.

Era mi único amigo aquí, Alexander Cetina Beltran. Al igual que yo, el venía por una beca, aunque el es mexicano y por lo mismo también era sensación en la academia.

-si me hubieras dejado terminar, tu reacción habría sido mejor--le respondí en inglés, que es el idioma en el que podíamos entendernos los dos.

-me hubiera gustado esperar, pero no querrás faltar a la ceremonia de apertura que es en 15 minutos - me dijo mirando su reloj.

-¿qué ? - pregunté mirando también mi reloj. El tiempo había volado. - debemos irnos.

-a eso mismo venía - comentó moviendo las manos al techo. - ¿qué sería de ti, sin mí?

-bueno, me habría librado de esa ceremonia con éxito - dije honestamente, guarde el violin y camine hasta donde estaba el.

-sería divertido ver como sales de esa - confesó pensativo.

Caminamos hacia el auditorio y de nuevo las miradas y cuchicheos no faltaron.

-¿dónde está Julieta? - pregunté para evitar oír los comentarios de los demás.

- nos fue a apartar buenos lugares - respondió con una sonrisa.

Julieta Quintana Gómez, venía de México igual que Alexander, pero aún así, vinieron a conocerse aquí a la academia, hace 2 años.

- por cierto, oí que hay un nuevo "benefactor" - comentó en tono confidencial. - y que su hija estudiaría aquí, y adivina quien es.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora