🎶CINCUENTA Y OCHO🎶

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-todo el dinero del divorcio parece bien invertido, ¿no es así, Isobel?

El padre de Emmaline se nos acababa de acercar por detrás, sorprendiendonos a todos, le seguía una mujer demasiado joven para el.

-Zhi Chao, aún no sabes cuando decir comentarios como ese, ¿verdad? - le respondió su exesposa.

Alexander y Julieta miraron la escena sin comprender del todo, y yo pude ver como Emmaline se mordía el labio inferior como hacia siempre que se molestaba.

-yo solo viene a felicitar a mi hija - dijo fingiendo inocencia el señor Shì.

El CEO de Zhi-Tec miró a mis amigos, luego a su hija y exesposa, se detuvo en mi.

-señor Huaze, que bueno verlo de nuevo - me dijo.- grandiosa presentación, lamento la ausencia de sus padres.

Traté de mantenerme sereno, sonreí falsamente para el y dije:

-si, es lamentable, pero preferible su ausencia a un escena frente a toda esta gente, ¿no lo cree?

-en efecto, pero no se preocupe me parece que hablaré más tarde con ellos, tengo un arreglo que les interesara - respondió arrogante.

¿A qué se refería con arreglo?

-cariño, ¿podemos ir a hablar con la primera dama? - le habló en chino su acompañante.

-¿tenias que traer a tu amante? - dijo por fin Emmaline.

-es tu madrastra de hecho - le corrigió Shì.

-no esperaste demasiado - comentó Isobel.

-ah, madre e hija siguen unidas -comentó burlonamente el empresario- parece que uno no puede hablar con su hija sobre su esfuerzo, pues lo atacan por todos lados, a los abogados les gustara saberlo.

-lo dudo mucho, ninguno se quedó con la custodia, ella es mayor de edad - se defendió la madre de Emmaline.

-ya lo veremos después - dijo Shì, nos miró con cierto desprecio y se alejo con su amante siguiéndolo de cercas.

Isobel suspiro alterada y se disculpo con nosotros. Por su parte Emmaline se alejo soltando chispas de lo furiosa que estaba.

-debería ir - comentó su madre viéndola marcharse.

-dejeselo a Lei, el siempre logra calmarla - sugirió Julieta.

No hizo falta que lo dijera, pues incluso antes del comentario ya hiba detrás de Emmaline. La seguí entre la gente y por los interminables pasillos del edificio hasta que por fin se detuvo en uno de los tantos jardines del lugar, parecía saber bien donde se encontraba. Se paro a la mitad del jardín y vi como se llevo las manos a la cara.

Me acerque y la abrace sin decir nada, ella escondió el rostro entre mi pecho, no lloraba de tristeza si no de frustración.

-de nuevo lamento lo que dijo y su escena - se disculpo sin soltarme.

-no te preocupes - respondí.

-es tan injusto - se quejo soltando una lagrima furiosa. - de todas las oportunidades de presentarnos a su amante eligió hoy, asegurándose de arruinar el día.

La abrace más fuerte y le asegure que aún no estaba totalmente arruinada.

-quizá tengas razón, pero ojalá pudiera hacer o decir algo que evite que lo vuelva hacer - se lamento - es un total idiota.

Coincidía totalmente con esa afirmación, aunque no era el momento ni la persona indicada para decirlo. La oí suspirar.

-lo peor de todo es que por más idiota que sea, sigue siendo mi padre - susurro aún más dolida. - si tan solo siempre se hubiera portado como lo hace ahora, quizá diría lo contrario.

-¿era diferente antes? - pregunté confundido.

-si, solía ser un padre cariñoso, siempre atento a nosotros, incluso cuando salía de viaje nos enviaba flores de cerezo para recordarnos que pensaba en nosotras - comenzó a contar melancólicamente - asistía a todos mis eventos sin peros y jugaba conmigo siempre que se lo pedía, en sí nunca estaba ocupado para sus chicas, para su familia.

>>pero de un día para otro todo cambió, decía que tenia trabajo, no lo veíamos en días, salía de viaje mas seguido e ignoraba las llamadas - me abrazo mas fuerte- comenzaron las peleas, luego los mensajes secretos y en menos de un año ya estaba pidiendo el divorcio. - suspiro, me sorprendía que no llorara - mi madre aceptó a dárselo con tal de evitar dramas innecesarios pero se que le dolió, nos dolió a todos.

Alzo la mirada y me sonrió tristemente, le di un beso en la frente y la abrace aún más.

-no me sueltes, no cambies de la nada conmigo, por favor - me pidió en voz baja, era mas una súplica.

-nunca lo haré -le respondí al oído.

Dimos un paseo por el jardín antes de volver, le puse mi saco sobre los hombros pues hacía frío. No dijimos mucho, solo disfrutamos el momento. La llevaba de la mano, era curioso, como podías encontrarte a ti mismo y tu tranquilidad en la mano de alguien.

-eso es... - comenzó a decir Emmaline mirando hacia el cielo.

-la primera nevada - dije sorprendido.

Pequeños copos de nieve comenzaban a caer sobre nosotros, se deshacía justo al tocar nuestra piel, pero era hermoso solo verlos bajar. Poco a poco se multiplicó la nieve, terminamos con algunos copos sobre el cabello y los arbustos se empezaron a escarchar.

Nos habíamos detenido, Emm estiraba sus brazos hacia el cielo, disfrutando y esperando atrapar un poco de nieve. Era hermosa, amaba verla sonreír, como si mi mundo se desvaneciera justo al aparecer esa sonrisa; comenzó a girar divertida por los copos que le caían en la cara y la mojaban poco a poco.

Sonrei al verla, me vino a la mente el recuerdo de un sueño, donde ella bailaba y giraba riendo delante de unos músicos en la plaza. Se detuvo y me sonrió, me acerco a ella. No me resistí más y la bese, solo la nieve me recordaba donde estábamos.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora