🎶VEINTIDÓS🎶

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-en verdad que cada vez eres más un enigma, Lei - me dijo mientras me miraba con curiosidad- me agrada...

Le devolví la mirada y sonreí recordando lo que ella me había dicho el día que nos conocimos.

-ves, eres más lindo cuando sonríes así - me dijo señalando mi sonrisa.

Rodé lo ojos y le di un sorbo al café.

-¿por qué no lo haces seguido? -pregunto, esperaba que lo hiciera- ni siquiera te veo sonreír casi cuando estás con Julieta y Alexander.

-no siempre tengo motivos para hacerlo - respondí

-pero ¿por qué? Eres talentoso, tienes amigos y tienes un buen estatus social - dijo enumerando lo que tenia.

-¿que me dices de ti? Es exactamente lo mismo pero no pareces muy feliz - le replique.

-bueno, el estatus social siempre me trajo problemas y a decir verdad en Londres solo tenía una amiga - explicó entristeciendo un poco - y con lo que me dijo mi padre dudo que tenga talento.

-te equivocas, te vi en las improvisaciones eres muy buena - le corregí - además la composición que hiciste solo un profesional podría lograr algo así.

-todo fue gracias a ti, me ayudaste mucho -me recordó.- y aunque tuvieras razón sobre eso, lo demás sigue siendo complicado.

-lo demás lo entiendo -coincidí.

-¿por qué? - pregunto aún más curiosa que antes.

Le tome a mi café otro poco, suspiré sonoramemte y finalmente me digne a responder:

-desde pequeño mis padres estuvieron ausentes, todos decían que eso lo causo pero en realidad no lo pueden saber - comencé a contar.

-¿causar que?

Desvíe la mirada antes de seguir hablando.

-autismo leve - confesé- aunque desde pequeño asistí a psicólogos y terapeutas, no es algo que se elimine de un día para otro.

Emmaline quizo decir algo pero la interrumpí.

-en Shangai solo tengo 3 amigos que lo han sido desde la infancia y todo gracias a una chica - seguí contando - ella me acompañó en todas esas tardes en las que estaba solo en casa, me hizo hacer amigos y de algún modo por poco tiempo me curó.

>> no hace mucho quizá ella me hizo recaer junto con la ahora esposa de uno de mis amigos - resumí - a eso se refería Julieta, ni ella ni Alexander saben de mi diagnóstico; por eso creen que solo estoy deprimido y quizá sea así o realmente recai. - hice una pausa - no es que finja ser algo que no soy, simplemente a veces es difícil actuar de manera normal.

Había resumido toda la situación, pero lo había contado todo. Aún no entendía por qué sentía la necesidad de contarle, pero lo había hecho y no había marcha atrás.

-y yo diciéndote todas esas cosas horribles desde que nos conocimos--se lamento, la mire y una lagrima escurria por su mejilla.- lo siento tanto, no tenía idea y me comporte como una niña mimada, perdón.

-no te disculpes, nadie lo sabe y es mejor así -dije volviendo a desviar la mirada.

No hablamos por un rato, tampoco la mire aunque sabía que lloraba un poco. No quería su compasión, ni quería recibir la clásica mirada de lástima, no de ella.

-ahora veo que yo me estaba ahogando en un vaso con agua -dijo pasado el rato. - supongo que no quieres que los chicos se enteren y no quieres un trato especial.

Asentí, aún sin el valor para mirarla. Escuché que se limpiaba las lágrimas y luego con el tono de siempre añadió.

-tome una sabia decisión al acceder venir por el fin de semana - comentó mirando el paisaje- creo que el misterio sobre ti, ya no parece tanto un misterio.

-no es la primera vez que dices algo así, ¿por qué te causó tanta curiosidad? - pregunté un poco irritado por las tantas veces que había repetido eso en los últimos días.

Ella comenzó a reír, gire a mirarla confundido, entre risas sacó su teléfono y busco algo en el. Pasados los segundos encontró lo que buscaba, dejando de reír pero no de sonreír me mostró una fotografía.

Mi padre aparecía en la fotografía estrechando la mano de otro hombre que reconocí al instante, era Shì Zhi Chao. Debía ser de cuando hicieron su primer negocio porque se veía vieja la fotografía, pero lo que realmente me sorprendió fue ver a un niño y a una niña de pie delante de ellos.

-la verdad yo no recordaba esto, mi madre me la mostró antes de venir a Londres cuando encontré el álbum familiar - me explico Emmaline, parecía divertida - teníamos unos 4 años y al parecer tu familia nos fue a ver a Londres para cerrar un negocio.

En definitiva no recordaba esa ocasión y de hecho, estaba completamente seguro que la única vez que vi a su padre en persona fue en una fiesta de la empresa de mi padre.

-cuando mi mamá me contó lo que pasó ese día, sentí tanta curiosidad por ver en que te habías convertido, que la casualidad de conocerte aquí me tomo por sorpresa - continuó diciendo - sabía que habías estudiado música pero desconocía el hecho de que asistieras a la academia.

La mire aún confundido, ¿por qué una simple foto le había provocado esa curiosidad?

-es divertido ver que nos conocimos hace años y ninguno de los dos lo habría sabido de no ser por esta foto - añadió Emmaline, miró la foto y se carcageo.

-sigo sin entender - le confesé encogiendome de hombros.

-cuando niños, bueno ese día, eras muy retraído y yo hice un berrinche por eso - me explico paso a paso- antes de vinir mi madre me lo contó y no se, como que se creó la espinita de curiosidad por saber que había pasado contigo y si seguías siendo igual.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora